La Asamblea Nacional Popular de China, cuyo cometido fundamental es ratificar en sede legislativa las directrices previamente adoptadas por el Partido Comunista chino (PCCh), inició su sesión anual que verá, a lo largo de los próximos días, tanto el ascenso de figuras leales a Xi Jinping en los principales cargos del gobierno entrante, como la reforma administrativa para centralizar el poder en manos del PCCh. Pero en la apertura de la sesión el primer ministro saliente, Li Keqiang, dejó entrever algunas de las prioridades más urgentes para China en 2023.