En vez de dar tranquilidad a la población o de demostrar que tiene un plan para combatir la creciente delincuencia, la decisión del Presidente Gabriel Boric de convocar al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) simplemente confirma lo que muchos chilenos sospechan. El gobierno está haciendo aguas por todas partes y Boric ya no sabe qué hacer para llevar el barco a un puerto seguro.  

Desde el retorno de la democracia, los gobiernos de izquierda democráticamente electos siempre se resistieron a convocar al Cosena. Hasta 2005, el Cosena tenía igual número de miembros civiles y militares. Para la izquierda, por buenas razones, el Cosena era un resabio de la dictadura y uno de los enclaves autoritarios más molestos que tenía la constitución. Cuando Pinochet fue arrestado en Londres, el Cosena se reunió en cuatro ocasiones entre fines de 1998 y marzo de 1999. Después de las reformas constitucionales de 2005, cuando se redujeron sus funciones y se estableció una mayoría de civiles entre sus miembros, el Cosena sólo se ha reunido tres veces. Las dos primeras, fue para discutir problemas limítrofes con el Perú. La última vez fue semanas después del estallido social de 2019.

La decisión de Boric de convocar al Cosena constituye una afrenta para la posición histórica que ha tenido la izquierda respecto a la supremacía del poder civil democráticamente electo sobre las Fuerzas Armadas. Aunque es cuestionable que convocarlo ponga en duda esa supremacía, la izquierda siempre argumentó que, en una democracia que funciona bien, no es necesario que el Cosena discuta cuestiones de política pública. De ahí que la decisión del Presidente Boric sea un trago amargo para la izquierda. Después de cuando asumió en 2022, Boric demostró su incapacidad para encausar el proceso constituyente por un buen camino, la izquierda terminó votando en diciembre de 2023 para mantener la Constitución de Pinochet. Ahora, Boric vuelve a humillar a la izquierda al convocar al Cosena.

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La convocatoria sólo muestra que el gobierno no sabe qué hacer frente a la delincuencia. La responsabilidad de velar por el orden y la seguridad recae fundamentalmente en el gobierno nacional. Pero como el Presidente no sabe qué hacer para combatir la delincuencia, en su desesperación y confusión, ha tomado una medida que sólo demuestra que él no tiene brújula ni plan para cumplir con sus deberes. Los chilenos esperan que el gobierno haga su trabajo. Pero Boric responde a esa demanda pidiéndole a otros que le ayuden a hacer su pega.

La mala noticia es que el Cosena no tiene ni las atribuciones ni la capacidad para brindar seguridad a la ciudadanía. Convocar al Cosena equivale convocar a una reunión familiar de emergencia cuando hay un pariente luchando por su vida en la sala de emergencia. Aunque parezca que se está haciendo algo para ayudar a lidiar con la situación, en realidad es poco lo que la familia puede hacer. Peor aún, cuando el médico a cargo del turno pide ayuda porque no sabe qué hacer, los familiares del paciente tendrán más razones para preocuparse.

Aunque no hay buenas noticias frente a la crisis de inseguridad que vive el país, sí hay razones para pensar que podemos salir adelante. Hay otros países que han podido hacer frente exitosamente a crisis de inseguridad todavía peores. Hay forma de salir del foso. Pero para eso, se necesita un líder que tenga la capacidad para mostrar el camino y la valentía para hacer lo que se necesita. En países que vivieron crisis similares, el restablecimiento del orden y del estado de derecho precisó políticas valientes de tolerancia cero a la delincuencia y de persecución a los delincuentes. Los gobiernos que pudieron liderar a sus países en crisis de delincuencia siempre trabajaron junto a las policías -no se dedicaron a perseguir a las policías ni a acusarlas injustamente de violar sistemáticamente los derechos humanos.

En Chile, el combate contra la delincuencia va a tener derrotas significativas antes de que las cosas puedan comenzar a mejorar. Cuando un piloto no sabe volar aviones, es iluso esperar que el resto del vuelo vaya a ser sin sobresaltos. Vamos a tener que hacernos de paciencia y esperar hasta que haya un nuevo gobierno para que las cosas comiencen a mejorar.

La experiencia comparada muestra que los países que han tenido malos liderazgos nunca logran derrotar a la delincuencia. Por más que se reúna el Cosena, mientras Chile tenga un gobierno liderado por personas que han llamado a saltarse los torniquetes, que han acusado injustamente a las policías de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, y que prefieren indultar y dar pensiones de gracia a delincuentes con amplio prontuario, va a ser difícil ver la luz al final del túnel en el combate contra la delincuencia.

La convocatoria al Cosena sólo viene a confirmar que el gobierno del Presidente Boric no sabe qué hacer y no es capaz de asumir cabalmente su responsabilidad de brindar seguridad a los chilenos.

Sociólogo, cientista político y académico UDP.

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