Poco imaginaba Hiroshima, símbolo de paz, ser testigo del mundo nuevamente en tensión. Japón acogió el G7 en 2016 y Barack Obama realizó su histórica visita a la ciudad víctima del primer bombardeo nuclear. La cita suma ahora a Corea del Sur, India o Australia y muestra la urgencia en la región por mantener el statu quo. Japón, única nación asiática del Grupo de Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Canadá, EE.UU. y representación de la UE, aspira a reforzar alianzas diplomáticas en torno al “imperio de la ley”, en clara alusión a los desafíos que representan Rusia y China para el orden internacional.