Desde 1949, año de la fundación de la República Popular China, los estados han tenido cuatro opciones de política exterior hacia China: reconocer a la República Popular; reconocer a Taiwán (República de China, en su nombre oficial); no reconocer a ninguna; o reconocer a ambas. El “principio de una sola China” ha vetado esta última opción, quedando solamente las tres primeras. Este principio argumenta la existencia de un solo Estado chino pero hay controversia en cuanto a cuál es el gobierno legítimo que lo representa.