Derechos Humanos y
Solidaridad Democrática Internacional

Entrevistas

Análisis Latino

09-05-2006

Marilyn Díaz:

«El gobierno cubano le teme a la información»

«La labor del periodismo independiente en Cuba, concretamente, es muy difícil. Esto es algo que nosotros hacemos con mucha dignidad, con muchos deseos de que el mundo conozca la verdad que el gobierno de Cuba oculta. Porque todo el mundo sabe que esa imagen que vende este gobierno sobre la perfección de su funcionamiento es completamente falsa».
Por Gabriel C. Salvia

Realizada el 3 de mayo en el programa "Apertura Latinoamericana"

Gabriel Salvia: Abrimos el programa señalando que la Sociedad Interamericana de Prensa exhortaba a todos los gobernantes de las Américas y alrededor del mundo a que intercedan ante el gobierno de Cuba para que sean liberados los periodistas independientes y todas aquellas personas que cumplen condenas por delitos de opinión. Contame Marilyn, cómo reciben ustedes esta declaración de la Sociedad Interamericana de Prensa y qué significa para ti que estás en un ámbito muy hostil para el ejercicio de la libertad de prensa precisamente este día, el "día mundial de la libertad de prensa".

Marilyn Díaz: Para nosotros específicamente, los periodistas independientes cubanos, es muy importante que se pronuncien en el mundo, no sólo la Sociedad Internacional de Prensa, sino cualquier otra organización y cualquier otra persona de buena voluntad, precisamente exigiéndoles a los gobiernos como el cubano, que es un gobierno completamente dictatorial, que permita la libertad de presa. Porque para nosotros es muy importante esto debido a que somos, precisamente, creo que uno de los periodistas independientes más perseguidos y más hostigados del mundo. Nosotros los que en Cuba hacemos periodismo independiente tenemos que hacerlo bajo un constante acoso de los brazos represivos, sea de la policía política del gobierno de Castro. Y creo que esto que estoy diciendo está más que fundamentado debido a que hay muchos de nuestros colegas, muchos de nuestros hermanos, que han tratado de ejercer esta digna profesión u oficio, el periodismo, desde dentro de Cuba, tratando de salirse del marco del periodismo oficialista que responde netamente a lo que es la política del partido Comunista de Cuba, único partido que es reconocido por el gobierno cubano. Creo que es muy importante que el mundo pida que sean excarceladas estas personas que han ido a prisión y que están tan injustamente encarcelados por problemas de opinión. Y que cese la represión, el hostigamiento, la persecución contra todos aquellos que vivimos en un medio tan hostil, como usted acaba de decir, y que arriesgamos día a día nuestra vida y nuestra libertad para poder ejercer el periodismo. Estoy hablando en el caso de Cuba. Creo que en cualquier país donde se persiga la libertad de opinión, los que lo hacen corren el mismo riesgo y lo hacen en circunstancias parecidas. Pero estamos muy agradecidos de que, precisamente en este día, se esté pidiendo que se excarcelen a los periodistas independientes encarcelados, y que cese la persecución. Creo que nos merecemos que el mundo dedique, aunque sea, unos minutos a pensar en el riesgo que estamos corriendo, no solo los que estamos en la calle, sino los que ya están viviendo dentro de las prisiones en Cuba.

G. S.: Sabemos la cantidad de periodistas independientes que están presos en Cuba. Sabemos la restricción y la persecución que realiza la dictadura que gobierna tu país, principalmente a los periodistas independientes. También sabemos que este intercambio que tenemos nosotros, esta entrevista que te estamos haciendo por teléfono, es un argumento que el gobierno cubano pone en sus sentencias cuando encarcela a periodistas independientes, por eso te agradecemos la valentía que tienes. Y un poco nos produce una sensación especial entrevistarte. Porque por un lado queremos que se escuche tu voz, que tus palabras las podamos difundir por escrito. Pero al mismo tiempo pensamos que puede ser algo que el gobierno puede utilizar en contra tuya. Y yo quería preguntarte, con todo este clima, cómo es el ejercicio del periodismo independiente que estas realizando hoy tú. Y cómo es el estado del periodismo independiente que no está en la cárcel. Sabemos que otros tuvieron que optar por el exilio, que es lo que busca el régimen, es decir que por un lado encarcela a los que le molestan o si no tratan de que se vayan del país. O sea, de alguna manera procura no tener voces críticas dentro de su país. Entonces, cómo es, concretamente, la situación actual del periodismo independiente en Cuba y, concretamente, la labor heroica que realizas allí.

M. D.: Bueno, la labor del periodismo independiente en Cuba, concretamente, es muy difícil. Esto es algo que nosotros hacemos con mucha dignidad, con muchos deseos de que el mundo conozca la verdad que el gobierno de Cuba oculta. Porque todo el mundo sabe que esa imagen que vende este gobierno sobre la perfección de su funcionamiento es completamente falsa. La verdad es que aquí dentro de Cuba hay unos cuantos cubanos, hombres y mujeres, que con un poco de miedo (porque yo siempre digo que no puedo decir que no siento miedo, porque el gobierno de Castro es temible). Sí tenemos miedo de hacerlo. Pero lo hacemos con muchísima dignidad, arriesgando todo. Arriesgándonos a ser incluso golpeados en cualquier momento. Por ejemplo, yo hago periodismo desde un teléfono público, que aquí en Cuba se le conoce como pública, y  estoy amenazada de que allí me van a golpear, de que allí me van a agredir personas que están al servicio de la dictadura de Castro. Esto por supuesto está orquestado por la seguridad del estado cubana, que es el principal brazo represivo, o sea, la policía política cubana.

Yo denuncio, de todas maneras, estas cosas porque quiero que el mundo sepa que los que hacemos esto corremos un riesgo muy grande. Los que han ido al exilio han tenido que hacerlo forzosamente. Otros están en las prisiones sufriendo y el periodismo en Cuba se ejerce con muchísima dificultad debido a la persecución. Si hay algo a lo que el gobierno cubano le teme es precisamente a la información. Si hay algo que ellos no nos perdonan a los periodistas independientes es que nosotros seamos capaces de alzar nuestras voces como lo estoy haciendo yo en este momento. Esto me puede costar cualquier cosa. Yo recientemente, este viernes pasado, estuve en la prisión de Cerámicas Rojas. Me hicieron una citación, una maniobra de la seguridad del estado que me citaron allí donde yo tengo a mi esposo preso. Y allí fui amenazada. Ellos constantemente están acusando a los periodistas independientes de divulgar noticias falsas. Y hasta ahora creo que en ninguna de las noticias que hemos dado ha habido ninguna mentira. Al contrario, tratamos de desenmascarar a este régimen tan oprobioso que gobierna Cuba. Y decimos esto porque es la verdad. Y porque es necesario que algunas personas, incluso corriendo el riesgo que corremos nosotros, alcen sus voces y lo hagan. Pero esto implica un riesgo grandísimo.

Y la muestra, como decía ahorita, es la cantidad de años a que han sido condenados periodistas independientes como Juan Carlos Herrera Costa, que fue condenado a 20 años, en la primavera negra de Cuba. Y bueno, podríamos mencionar muchos, pero queremos ser lo más concretos posible. Es muy difícil hacer periodismo independiente en Cuba, es una de las labores más perseguidas por el gobierno. Somos muy hostigados, muy reprimidos, y estamos constantemente amenazados. Se nos dice, como en mi caso, de que yo tengo un expediente muy grande, me dice la seguridad del estado, por el que me van a llevar a un tribunal y me van a juzgar. No obstante lo seguimos haciendo, porque creemos que nuestra patria, nuestra nación necesita de esto.

G. S.: Marilyn, contanos de tu esposo.

M. D.: Mi esposo es un sindicalista y bibliotecario independiente que fue arrestado el día 14 de octubre del año 2004, en nuestra vivienda, en la provincia de Camagüey, municipio de Sibanicu, donde residimos. Fue sacado de nuestra casa a golpes. Fue golpeado salvajemente por cuatro miembros de la policía nacional revolucionaria uniformados y con pistola en la cintura. Que lo patearon en el piso, lo arrastraron, le produjeron lesiones corporales. Y fue llevado a un calabozo por cinco días y luego trasladado hasta la prisión provisional Cerámicas Rojas, la prisión provisional de Camagüey, donde se encuentra hasta la fecha. Sin petición fiscal, sin que se le haya hecho ningún tipo de proceso legal justo. Sin ningún derecho, porque incluso el abogado que contratamos para que, supuestamente, lo defendiera en un juicio si era que este caso de él llegaba hasta un juicio. Pues este abogado se retiró de la defensa hace ya casi un año. Y no ha querido ejercer como abogado de mi esposo, intimidado por la Seguridad del Estado. La situación de mi esposo es muy arbitraria. Es completamente ilegal. El se considera estar secuestrado por el gobierno. Y es otra de las victimas de la dictadura de Fidel Castro dentro de una de sus mazmorras.

G. S.: ¿Nos podrías recordar el nombre de tu esposo y qué actividad ejercía como sindicalista independiente? Y si ha tenido alguna actitud alguna entidad como la Organización Internacional del Trabajo.

M. D.: Mi esposo es Lázaro González Adán. Él ocupaba el cargo de delegado provincial de la Confederación obrera nacional independiente de Cuba (CONI). En la provincia de Camagüey. Lo ocupaba no, lo ocupa todavía, porque él desde donde está se encarga todavía de que la organización funcione, un poco hasta donde la represión lo permite. También es el director de la Biblioteca independiente Julio Tang Texier, que está ubicada, precisamente en la sala de nuestra modesta casa, en la Calle Ruiz Aldana número 98.  Estas eran las actividades que mi esposo ejercía y el crimen que cometió, por el que fue arrestado, porque pintó, en la fachada de nuestra casa, una bandera cubana de unos 60 cm. de largo y escribió debajo dos frases de José Martí que decían: "Sólo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades" y "libertad es el derecho que tiene todo hombre a pensar y hablar sin hipocresía". Las dos frases estaban identificadas con el nombre de José Martí. Todo lo hizo con pintura roja y azul. Y puso debajo "Dios, patria y libertad", "Libertad para los presos políticos". Y bueno, este fue su gran crimen. Y el motivo por el que, supuestamente, él fue tan violentamente arrancado de su hogar y por el que aún se encuentra en esta prisión.

G. S.: ¿Es peor para quien, como tu, ejerce el periodismo independiente en el interior, porque no están las embajadas, no están las agencias internacionales?

M. D.: Para los periodistas independientes que vivimos en el interior es mucho más difícil. Porque estamos mucho más desprotegidos desde el punto de vista de la opinión pública internacional. Al estar acá estamos muy alejados de lo que son las agencias acreditadas en Cuba, del personal diplomático, que también está acreditado en Cuba. O sea, de las organizaciones a las cuales en cualquier momento podríamos recurrir un poco para pedir protección en caso de que nos sucedieran algunas de las cosas que suceden aquí muy habitualmente. Sin embargo, lo hacemos con el mismo respeto, la misma dignidad por nuestra labor. Lo que estamos haciendo por esta lucha por la democracia en Cuba. A pesar de que sabemos que estamos más desprotegidos y que el riesgo para nosotros se multiplica. No es lo mismo ser periodista independiente en La Habana que serlo en Camagüey o en Guantánamo. Estamos mucho más expuestos.

Apertura Latinoamericana se emite los días miércoles de 19 a 20 horas de Argentina por RADIOPALERMO 99.5 y se puede escuchar en vivo por Internet ingresando a www.radiopalermo.com.ar

Gabriel C. Salvia
Gabriel C. Salvia
Director General
Activista internacional de derechos humanos. Desde 1992 se desempeña como director en Organizaciones de la Sociedad Civil y es miembro fundador de CADAL. Como periodista trabajó en gráfica, radio y TV. Compiló varios libros, entre ellos "Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba" (2011), "Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior" (2021) y "75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba" (2023), y es autor de "Bailando por un espejismo: apuntes sobre política, economía y diplomacia en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner" (2017). También es autor de varios informes, entre los que se destacan "Las sillas del Consejo: autoritarismos y democracias en la evolución de la integración del órgano de DDHH de la ONU" y "Memoria cerrada: La complicidad de la revolución cubana con la dictadura militar argentina".
 
 
 

 
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