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El Congreso Popular Nacional, una vez más, nos ha traído una serie de noticias importantes para China y el mundo. Muchos se han centrado en el tercer mandato de Xi Jinping y en el poco alentador objetivo de crecimiento, pero la creación de esta agencia reguladora y supervisora centralizada puede ser una noticia tan importante, o más si lo que lleva consigo es sentar las bases de funcionamiento de una reestructuración del sistema financiero tras años de excesos.
Con Xi Jinping, el país asiático ha abandonado décadas de moderación en favor de una diplomacia de línea dura, incluso agresiva, lo que ha provocado desencuentros con muchos países: la creciente rivalidad con Estados Unidos, el distanciamiento drástico de la Unión Europa, la trifulca con Australia, Canadá y países de Europa del Este, las disputas con la India y el conflicto latente de Taiwán como telón de fondo, entre otros.
Lo que se espera de una mujer en el Reino Hermético es que sea buena esposa, buena madre y buena nuera, y que aspire —¡solo que aspire!— a una carrera en la administración pública. Durante mi viaje a Corea del Norte, de hecho, mantuve una conversación al respecto con la Señorita Cho.
El discurso de Li Keqiang ha revelado dos objetivos estratégicos para el país comunista. Por un lado, la necesidad de ser autosuficiente en materia tecnológica, y por otro el de garantizar la seguridad alimentaria de China, factor mencionado expresamente.
Un principio fundamental del activismo de derechos humanos es que no deben aplicarse dobles varas para juzgar a los regímenes autoritarios más allá de si responden a tradiciones de la izquierda o de la derecha. Las organizaciones de derechos humanos deben velar por la protección de los derechos humanos en todos lados, dado su carácter universal.
Resulta evidente, después de más de dos décadas desde que inició su internacionalización, que las malas prácticas y los bajos estándares de las empresas estatales chinas no son puntuales ni excepcionales, sino reiterados y transversales a lo largo y ancho del continente. Con inversiones chinas que totalizan 172.000 millones de dólares en la región, gran parte de ellas en las industrias extractivas, y la construcción de más de 200 infraestructuras, el impacto socioambiental se percibe mayúsculo.
Congresistas de posturas ideológicas aparentemente contrapuestas —llámese si se quiere de ultraderecha y ultraizquierda— ya se habían unido en anteriores oportunidades para rechazar el juicio político al presidente golpista. De haberse procedido con la Constitución en las instancias en que se propuso la destitución de Castillo, por lo menos tanta muerte y destrucción que hoy se registra quizás se habría evitado.
(La Nación) El 28 de octubre de 2022, el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria (GTDA) de la ONU, en la opinión número 52 apenas notificada, consideró que la privación de libertad de los artistas visuales Luis Manuel Otero Alcántara y Hamlet Lavastida es arbitraria. La opinión responde a una petición presentada por CADAL junto a Freemuse y Human Rights Foundation y sostiene que las detenciones de ambos artistas contravienen los artículos 3, 8, 9, 10 y 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Si la reacción de Colombia y Costa Rica podría haber sido acaso más enérgica, en el caso de Venezuela su posicionamiento ha sido elevar la apuesta y alinearse con Pekín.
Según el informe global 2023 de Human Rights Watch sobre China, «Las autoridades de las zonas tibetanas siguen imponiendo severas restricciones a las libertades de religión, expresión, circulación y reunión». Por otra parte, se encuentra la cuestión económica en juego. El Tíbet es un territorio con grandes recursos naturales y China tiene su ojo puesto en la extracción del cobre, la cromita, petróleo y gas natural.
El abogado y defensor de los Derechos Humanos, Thulani Maseko, fue abatido a la vista de su familia en su hogar el pasado sábado 21 de enero, a menos de 50 kilómetros de la capital. El monarca absoluto del país, Mswati III, había arengado a aplastar a la oposición. ¿Qué sucede en el reino del África austral?
Censurar las consecuencias, pero incentivar las causas. He aquí la hipocresía que ofrecen algunos dirigentes políticos latinoamericanos ante la asonada perpetrada por vándalos ultraderechistas, seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, contra la institucionalidad brasileña ocurrida durante unas temibles horas del pasado domingo 8 de enero, felizmente reducida a eso: una asonada antidemocrática y progolpista, solucionada por las fuerzas del orden.