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Promoción de la Apertura Política en Cuba

17-10-2022

La desconfianza permanece entre los cubanos

El régimen comunista socavó los sentimientos de solidaridad y los suplantó por un sistema altamente organizado de controles y delaciones, que empobrecieron las relaciones entre vecinos, colegas y familiares. Cada gesto, palabra u acción están en riesgo de caer en el campo de la sospecha y la denuncia, una situación magnificada por la infiltración de agentes en las instituciones de la sociedad civil
Por Pedro Acosta Peña

La mal llamada revolución, por demás fracasada y devenida en dictadura, de la mano de Fidel Castro no solo suplantó y eliminó fechas patrias, sino que también trastocó muchos valores humanos de los que vivía orgulloso el pueblo cubano.

El respeto hacia los otros fue declinando hasta convertirse en odio y desprecio. Recordemos algunas de las ofensas que Fidel lanzó contra aquellos que no pensaban igual que él e incluso sobre los que solo emigraban: gusanos, escoria, traidores, vende patrias. Y esas palabras comenzaron a formar parte activa del vocabulario del cubano.

Recordemos también los casi criminales mítines de repudio que surgen en abril de 1980, cuando los sucesos de la embajada del Perú y las salidas por el puerto de Mariel. Actos despreciables que también iban acompañados por golpizas y ofensas personales, y todo ello aupado por Fidel y el Partido Comunista, valga la redundancia.

La lealtad, la amistad, incluso los lazos familiares fueron atacados en su base por los discursos y las exigencias del "Comandante en Jefe", quien todo lo podía y traía consigo la "verdad", y esta verdad consistía única y exclusivamente en la fidelidad a su revolución, que de manera insana convirtió en Patria.

Hay una fecha que no se puede pasar por alto jamás, y es el 28 de septiembre de 1960, día en que Fidel crea los despreciables Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

Veamos qué dice al respecto: "Vamos a establecer un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria, y que todo el mundo sepa quién vive en la manzana y qué hace el que vive en la manzana. Y qué relaciones tuvo con la tiranía (…) Y a qué se dedica, con quién se junta, en qué actividades anda (…) Porque le implantamos un comité de vigilancia revolucionaria en cada manzana".

La génesis de la traición

He ahí la génesis de la traición, la deslealtad y la cobardía, pues comenzaron también a surgir las denuncias anónimas, que eran aceptadas y "esclarecidas" por las diferentes instituciones de Estado.

Con la creación de los CDR comienza a nacer también la desconfianza, la suspicacia entre los cubanos. Aunque actuabas como siempre con tus vecinos y amigos, surgía en las personas la astucia, la doble moral.

Tal sistema te hace estar siempre pendiente de las reacciones de tu interlocutor, sea quien sea la persona. Analizas sus comentarios, sus relaciones, su pensamiento político; porque piensas, y no sin razón, que en ese vecino, en ese amigo, incluso en ese familiar, puede estar oculto un delator.

Las personas se cuidaban, es más, temían hablar mal de la revolución, del partido y muy en especial de su máximo líder, pues podían ser delatados y señalados como contrarrevolucionarios, como traidores, y este "cartelito" viene acompañado de determinadas consecuencias negativas para la persona que así era considerada. 

Recuerdo durante el régimen de Fulgencio Batista con cuánto desprecio nuestros padres y abuelos hablaban de los "chivatos", aquellos seres que delataban a sus amigos y vecinos. Hoy por obra y gracia de Fidel se los llama “agentes al servicio de la revolución” y se los premia, pero el pueblo, aunque les teme, los deprecia.

Téngase en cuenta además que los organismos del Ministerio del Interior, es decir la policía y la Seguridad del Estado, tienen agentes en todos los centros de trabajo y educacionales del país y en los CDR.

Añádase a eso las permanentes infiltraciones de la policía política en las diferentes organizaciones de la sociedad civil independiente, así como en los diferentes partidos políticos de la oposición. Agentes que también están infiltrados en las organizaciones de la sociedad civil autorizadas y controladas por el Estado, ya sea UPEC, UNEAC, etc.

Lo mismo sucede en las instituciones religiosas. Nada escapa al férreo control y vigilancia de la dictadura en cubana.

Han transcurrido sesenta y tres años entre traiciones, anónimos y sospecha mutua, por lo que, a pesar de los supuestos cambios "democráticos" y de la apertura, la desconfianza está presente en el actuar de este pueblo.

Pedro Acosta Peña es Codirector y conductor del programa Zoom Cubano (Radio Libertaria de Chile), y secretario de comunicación del Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC).

Pedro Acosta Peña
Pedro Acosta Peña
Codirector y conductor del programa Zoom Cubano (Radio Libertaria de Chile), y secretario de comunicación del Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC).
 
 
 

 
 
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