Derechos Humanos y
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Entrevistas

Análisis Latino

25-01-2006

Sylvina Walger:

«En la Argentina nunca se ha podido hacer ninguna Concertación, ni se podrá hacer»

«El pueblo chileno es menos rebelde que el argentino. Pero es idiota pensar que en la Argentina puede haber alguna vez una Concertación porque es una idiosincrasia totalmente diferente».
Por Gabriel C. Salvia

Realizada el 25 de enero de 2006 en "Apertura Latinoamericana".
Sylvina Walger es periodista y escritora, autora del libro "Pizza con champagne".

 

  • “Yo misma me preguntaría con quien hacer la Concertación, porque realmente acá las diferencias son graves, son muy fuertes”.
  • “A mí me parece que Evo Morales es muy vivo, pero que tiene mitos. Mitos de la izquierda latinoamericana, y que no va a renunciar a esos mitos”.
  • “La oposición venezolana es, francamente, de ultraderecha. Es realmente como que se merecen a Chavez”.
  • “Tabaré para mí es mi modelo. Yo quisiera hacerme uruguaya ahora, o rosarina para votar a Binner. Porque lo que hay en Argentina no me parece ni de izquierda ni de nada. Me parece un mamarracho. El kirchnerismo me parece un engendro del peronismo”.
  • “Lula por algo va a perder las elecciones. Porque yo pienso que Lula como promesa defraudó bastante a su pueblo”.
  • “Realmente es propio de un gobierno que es muy inculto, no conoce la historia del Uruguay. Es de un país patotero lo que está pasando con las papeleras.”

 

Gabriel Salvia: Viste que desfilaron muchos personajes de la política argentina por Chile y todos admiran a la Concertación, pero uno no los ve tan evolucionados aquí como son los de la Concertación chilena allá. ¿Qué podés decir al respecto?

Sylvina Walger: Yo pienso que Chile siempre, históricamente, fue más avanzado que la Argentina. Eso no es de ahora, no es de la Concertación. Justamente el caso Allende dividió terriblemente al país, y Estados Unidos colaboró bastante en eso. Pero volvió a ser ahora el Chile que fue siempre. Con una clase política más seria que la Argentina, eso fue siempre así, no de ahora, sino desde que nació Chile. Con políticos de otra especie. Y después que en la Argentina nunca se ha podido hacer ninguna Concertación, ni se podrá hacer. No hay más que mirar su historia. Aparte yo misma me preguntaría con quien hacer la Concertación, porque realmente acá las diferencias son graves, son muy fuertes. Hay políticos que yo no podría votar si están en una Concertación, aunque haya otros que me parezcan mejor. Yo creo que a Chile le ayudó mucho tenerlo enfrente a Pinochet. Esto hizo que se limaran asperezas y se pudieran digerir cosas. Y porque el pueblo chileno es menos rebelde que el argentino. Pero es idiota pensar que en la Argentina puede haber alguna vez una Concertación porque es una idiosincrasia totalmente diferente.

G. S.: ¿Cómo viste la asunción de Evo Morales?

S. W.: Muy interesante. Es decir, el discurso fue muy duro. Tal vez no fue un discurso que uno espera de un estadista cuando asume el mando, pero lo que dijo era cierto. Distingo esas dos cosas; no es el discurso que uno espera del presidente que asume, pero la verdad es que hizo una catarsis y se sacó lo que tenía adentro, y tenía razón, además. Y espero que lo pueda llevar adelante, porque es bastante más vivo de lo que parece.

G. S.: ¿Y vos crees que puede tener un perfil como Lula o que puede tener una influencia tanto de Chavez como de Fidel Castro?

S. W.: Me da la impresión de que él tiene todavía esa cosa "dinosáurica" de creer que Castro es alguien, significa algo. Tiene un poco esa mitología. A mí Chávez no me parece tan grave. Me parece un matón, mal educado, de mal gusto. Pero no es Fidel Castro. Yo no te puedo decir que tenga las cárceles llenas de gente. Te puede molestar Chávez porque es un personaje molesto, pero yo no lo compararía todavía con Fidel Castro. Además, Chávez tiene una oposición infame. La oposición venezolana es, francamente, de ultraderecha. Es realmente como que se merecen a Chavez.

G. S.: Justamente antes comentábamos que hay mucha gente en Venezuela que no quiere ni a Chávez ni a la política tradicional, por la cual surge Chávez.

S. W.: Y la oposición esta… los que mueven la oposición que hay. Los Pedro Carmona. Ellos lo que querían era traer a un Pinochet. Pero como te decía, yo no comparo a Chávez totalmente con Castro (además a Castro no creo que le quede mucha vida). Tampoco creo que Evo Morales, a pesar de su admiración por Castro, que ya te dije que es medio "dinosáurica", no me da la impresión de que se vaya a enganchar en esa, creo que es bastante más inteligente que todo eso. A mí me parece que es muy vivo, pero que tiene mitos. Mitos de la izquierda latinoamericana, y que no va a renunciar a esos mitos. Para nada. Va a tener buenas relaciones con Cuba, desde ya, pero eso no significa que vaya a haber una desestabilización del continente. No creo. Me da la impresión que él le ha tirado un gajito a cada uno. Incluso no los dejó descontentos a los de Santa Cruz. Casualmente ayer estuve hablando con una amiga corresponsal española, que me decía que la gente de Santa Cruz no estaba ni tan enojada, ni tan disconforme ni tan asustada.

Ricardo Lopez Göttig: ¿Vos ves que haya dos izquierdas en América Latina? Por un lado la de la Concertación en Chile, Tabaré Vazquez en Uruguay, Lula en Brasil; y por el otro una izquierda más nacionalista, como la de Chávez, Morales. ¿Vos ves algo así?

S. W.: Yo la verdad a esta altura ya no se qué es izquierda. Tabaré para mí es mi modelo. Yo quisiera hacerme uruguaya ahora, o rosarina para votar a Binner. Porque lo que hay en Argentina no me parece ni de izquierda ni de nada. Me parece un mamarracho. El kirchnerismo me parece un engendro del peronismo, y nada más que eso. Izquierda, izquierda, no es ninguna porque que yo sepa no han expropiado la propiedad a nadie. Son variantes más hacia la izquierda en un continente que ha vivido durante mucho tiempo sumergido en la ultraderecha, y que han hecho con su gente lo que han querido. Son variantes. Lula por algo va a perder las elecciones. Porque yo pienso que Lula como promesa defraudó bastante a su pueblo. Es un tipo que se volcó demasiado a pagar las deudas y el hambre sigue en Brasil como cuando subió Lula, no bajó. O sea que si Lula es reelecto lo será por la poderosa camada de millonarios que hay en Brasil, pero no por el mismo pueblo brasilero. En cuanto a la Argentina, cuando vos decís izquierda, ¿qué querés decir? Vos decís izquierda porque hablan bien de Castro. Pero no ha habido ninguna medida que uno pueda decir que es de izquierda, tal como yo entiendo a la izquierda. Si ser de izquierda es porque hablás con Chávez y con Castro, bueno, es poco, no alcanza para ser de izquierda. En todo caso son un tipo no muy amante de las libertades. Pero que yo sepa no han expropiado, no han puesto un tope. Realmente una de las cosas que hay que hacer acá es hacerle a los ricos que paguen impuestos. Eso sigue igual. Hay una distribución desigual. Hay mucha perorata, pero nada más.

G. S.: ¿Cómo vez este conflicto insólito entre dos gobiernos, supuestamente amigos? Me refiero al de Uruguay y Argentina. ¿No se podría resolver la cosa de otra manera?

S. W.: Yo creo que se deberían resolver de otra manera. A mí me da vergüenza ser argentina, permanentemente. Es como la Guerra de las Malvinas, son cosas que te dan vergüenza desde que empiezan hasta que terminan. Realmente es propio de un gobierno que es muy inculto, no conoce la historia del Uruguay. Es de un país patotero lo que está pasando con las papeleras. Y al Uruguay no se lo va a patotear así, fácilmente, porque se les va a ir al tratado de libre comercio. Lo que está haciendo Argentina con las papeleras es patotear, simplemente. No tener en cuenta más que sus propios intereses y no pensar en los intereses uruguayos. Y no tener el menor interés en arreglar el tema por las buenas. Hasta que se vean en un brete, porque está por llegar el brete.

Apertura Latinoamericana se emite los días miércoles de 19 a 20 horas de Argentina por RADIOPALERMO 99.5 y se puede escuchar en vivo por Internet ingresando a www.radiopalermo.com.ar

Gabriel C. Salvia
Gabriel C. Salvia
Director General
Activista internacional de derechos humanos. Desde 1992 se desempeña como director en Organizaciones de la Sociedad Civil y es miembro fundador de CADAL. Como periodista trabajó en gráfica, radio y TV. Compiló varios libros, entre ellos "Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba" (2011), "Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior" (2021) y "75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba" (2023), y es autor de "Bailando por un espejismo: apuntes sobre política, economía y diplomacia en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner" (2017). También es autor de varios informes, entre los que se destacan "Las sillas del Consejo: autoritarismos y democracias en la evolución de la integración del órgano de DDHH de la ONU" y "Memoria cerrada: La complicidad de la revolución cubana con la dictadura militar argentina".
 
 
 

 
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