¡Vos también podés ser parte!
(7 Miradas) Es evidente que el gobierno no puede pasar 48 horas tranquilo. Cualquiera en sus cabales le hubiera dado gas a la estela del G-20 para remozar la alicaída imagen presidencial. Sin embargo, logró que “el monstruo (Carrió) saliera de la caverna” con una cuestión ultra sensible: seguridad y derechos humanos. Y de vuelta a la polémica que desplaza a todo lo demás.
Casi pareciera que no puede quedarse callado y quieto un minuto. Es para reflexionar si no tienen razón quienes dicen que los pilotos de tormentas siempre vuelan en tormentas: si no están, las atraen. O como diría el famoso chiste del oso y el cazador: “Richard, vos no venís a cazar osos”.
Más allá de la falta de oportunidad (y la permanente generación de acciones de alto voltaje sin consulta a los socios, que luego crean tensiones y deslucen la imagen de la coalición), muchos se preguntan por estas horas si el éxito del G-20 servirá para que Macri sea reelecto. Si el efecto “llanto en el Colón” ayuda en esta coyuntura. O si este evento surtirá un grade como en su momento fueron los festejos del Bicentenario para los Kirchner.
En definitiva: el G-20 tendrá un efecto relativo y de corto plazo, del cual no se puede deducir que ayudará en una elección que se producirá casi 1 año después.
En semejante vendaval hay que tomar todo con cautela y no dejarse encandilar por los flashes. Estos sobresaturan a los ojos de luz y por un breve momento padecemos la ceguera de flash, como suele llamarse a este problema. Es tan breve que el ojo se debe recuperar muy rápido.
Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)