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25-07-2019

Una campaña electoral con pocas sorpresas

(Clarín) Para la mayoría de los espacios está es una carrera en dos etapas, por lo que varios probablemente guarden las mejores ideas comunicacionales, recursos y algunas propuestas para la elección general, cuando sea la hora de la verdad.
Por Carlos Fara

(Clarín) En un escenario de evidente polarización prematura, sobre todo promovido por el oficialismo, todos los espacios nacionales ya bajaron sus primeras cartas. Todos se están moviendo dentro de las coordenadas esperadas y recomendables. Veamos cuáles son las principales tendencias que se están avizorando.

1. Corrimiento a la derecha: a diferencia de lo que mucho se dijo respecto a que los dos polos principales iban a jugarse a capturar el centro, esto no se está verificando. Alberto F está moderando a su escudería, tratando de dar señales de confianza a los mercados.

El oficialismo está tratando de captar votos hacia su derecha con el discurso de seguridad/inmigración de Pichetto, la intención de un tratado de libre comercio con EE.UU. o el desfile militar del 9 de julio. La jugada está destinada a drenar lo más rápido posible los caudales de Espert y Gómez Centurión.

2. Calentando el partido antes de tiempo: en los mercados se instaló la cifra mágica de los 5 puntos de diferencia ideal con los Fernández para creer que el Gobierno puede descontarla en primera o segunda vuelta. Si esa cifra es equivocada o no, ya no importa. Lo cierto es que si la distancia es más grande “tronará el escarmiento” el día después.

Por eso, el Gobierno está tratando de ponerle dramatismo a “la gran encuesta” para incrementar la participación electoral. Siguiendo los comportamientos de 2015 y 2017, cuando va más gente a las urnas, se favorece Macri.

El que se queda en casa en las primarias es un votante más despolitizado/desinformado/desideologizado que hizo diferencias importantes en los últimos dos comicios. Pero como Juntos por el Cambio juega con viento en contra, necesita activar su tanque de reserva lo más rápido posible. Por eso también sube la intensidad de los ataques al kirchnerismo, con todos los temas que tenga a la mano.

3. “Sigamos juntos”: el oficialismo sigue apostando a la cercanía con los videos caseros de “la gente” en formato celular. Tanto desde el contenido de la narrativa, como desde el recurso visual no está generando ninguna novedad. El evangelio reza que cuánta más decepción, más actitud de cercanía, comprensión y diálogo debe haber. Es lógico: a veces no hay mucho más para hacer frente a alguien irritado porque se siente defraudado.

4. Alberto F., solo en la cancha: aunque un poco tarde y luego de algunos gestos dubitativos de los pasados 45 días, el candidato del FdT está saliendo a hacer la campaña que necesita. Sin CFK, tomando distancia de algunas ideas de Kicillof, apostando a los gobernadores e intendentes del conurbano bonaerense, y configurando por qué “volvió a la casita de los viejos”, trata que se piense en él y no en ella. No es una tarea sencilla porque tanto propios como ajenos siguen viendo en Cristina el numen de la divisoria de aguas en la Argentina.

5. Lavagna, sin mayor novedad: continúa con su discurso anti grieta y sin mucho otro argumento. Lanzó dos nuevas piezas en estos días un poco más atractivas: por un lado, poniendo el énfasis en que los que pueden hacer el cambio son los propios argentinos, porque ya lo hicieron en 2002; por el otro, un spot con palabras de Raúl Alfonsín alabando al candidato, orientado al segmento radical socialdemócrata.

Más allá de los conflictos internos que ha tenido con la presentación de listas, no tuvo aún ninguna acción atractiva que lo vuelva más protagonista. Sin carisma, sin recursos materiales, sin una fuerte organización de base, sin relato alternativo, y sin una estrategia comunicacional novedosa, le resultará difícil resistir la polarización.

6. Las izquierdas y derechas van por sus nichos: la Izquierda Unida de Del Caño está teniendo una apelación ideológica más clásica, siendo frontal contra el modelo económico del gobierno, y estableciendo una igualdad de pensamiento del resto de la oferta electoral. El Nuevo MAS, en cambio, tiene una estrategia más ciudadana centrada en la candidata a presidenta, y apela a renovar la izquierda, lo que significa en la práctica una interna abierta del espacio.

Por su lado, Espert está marcando una campaña de definiciones fuertes, acorde con lo que se espera de su personalidad (alguien “a quien no le tiemble el pulso, como a Macri” según su visión), sin “careta”, ni globos. Gómez Centurión está muy concentrado en lo que se llama “voto valórico”: la patria, las dos vidas, los valores tradicionales.

Con la nueva ley la cantidad de espacios cedidos a los partidos políticos se redujo a la mitad. Eso hace que se vea mucha menos frecuencia de spots que en anteriores oportunidades, reduciendo su incidencia sobre la decisión de voto, y ganando lugar la inversión en redes sociales.

A favor de los vilipendiados spots, los medios de comunicación están diseñando sus tandas publicitarias de manera diferente: no están agrupando la chorrera de avisos de modo que no se entienda nada, sino que los están insertando de manera aislada, lo que les permite concitar mayor atención.

Por último, para la mayoría de los espacios está es una carrera en dos etapas, por lo que varios probablemente guarden las mejores ideas comunicacionales, recursos y algunas propuestas para la elección general, cuando sea la hora de la verdad.

Carlos Fara es politólogo, consultor político y especialista en Opinión Pública.

Fuente: Clarín (Buenos Aires, Argentina)

Carlos Fara
Carlos Fara
Secretario
Presidente de Fara Veggetti desde 1991. Lleva 37 años dedicados a la consultoría política. Se especializa en Opinión Pública, Campañas Electorales y Comunicación de Gobierno. Ha recibido varios premios: entre ellos, el Premio Aristóteles a la Excelencia 2010 en el Dream Team del año, que se compone por los diez mejores consultores a nivel mundial en materia de campañas políticas. Ha participado en más de 200 campañas electorales en Argentina y Latinoamérica. Es ex presidente de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (ALaCoP), y fue el primer presidente de la Asociación Argentina de Consultores Políticos (AsACoP). Es presidente de la International Association of Political Consultants (IAPC) 2024-2025. Autor del primer libro en español dedicado íntegramente a la profesión, “¿Cómo ser un consultor político?”, que recibió el Premio de ALaCoP al Mejor Libro 2018.
 
 
 

 
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