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09-03-2015

¿Massa divide al peronismo, a la oposición o se extingue?

(TN) ¿A quién beneficiaría un mayor declive y hasta la eventual disolución del FR? Algunos creen que el gran beneficiario sería Scioli, porque su posición interna en el FPV como único candidato con posibilidades de triunfar quedaría reforzada por el regreso de muchos disidentes. Otros en cambio creen que, hagan lo que hagan los peronistas con los que se rodeó Massa, el sector de la opinión pública que él atrajo está mucho más inclinado a apoyar a cualquier opositor antes que a un oficialista.
Por Marcos Novaro

(TN) La esperanza hasta aquí compartida de Cristina y Scioli fue que Massa dividiera el voto opositor con Macri y así indirectamente ayudara al oficialismo a ganar la presidencia este año, asegurando la continuidad del polo gobernante.

La apuesta de los opositores ha sido hasta aquí que Massa y su Frente Renovador sirviera para dividir el voto peronista, y así bloquear cualquier posibilidad de que el kirchnerismo reconstruya su mayoría, con lo que, sea ganando o perdiendo, habrá contribuido a la alternancia política.

El propio Massa, por su parte, viene intentando replicar a nivel nacional lo logrado en 2013 en la provincia de Buenos Aires, dividir al mismo tiempo el voto peronista y el opositor y construir así una nueva mayoría transversal.

La pregunta que cabe plantearse, al respecto, es a quién beneficiaría un mayor declive y hasta la eventual disolución del FR.

Su problema es que no parece hasta aquí estar logrando su cometido en ninguno de los dos frentes. Y a medida que pasa el tiempo se lo ve más atrapado entre la relativamente exitosa estrategia oficial de mantener alineado al PJ nacional, y que no se nacionalice la situación bonaerense, y la bastante eficaz trayectoria de Macri, que le permite reunir en torno suyo al grueso de los opositores, incluidos unos cuantos peronistas disidentes.

En las últimas semanas, fruto de esta situación, el massismo ha ido perdiendo empuje y algunos se preguntan si no terminará disolviéndose ante el empuje de dos polos en pugna más sólidos que el que logró aquél conformar dos años atrás.

El sector de la opinión pública que él atrajo está mucho más inclinado a apoyar a cualquier opositor antes que a un oficialista.

La pregunta que cabe plantearse, al respecto, es a quién beneficiaría un mayor declive y hasta la eventual disolución del FR. Algunos creen que el gran beneficiario sería Scioli, porque su posición interna en el FPV como único candidato con posibilidades de triunfar quedaría reforzada por el regreso al redil de muchos disidentes peronistas que por nada del mundo apoyarían a un candidato más kirchnerista.

Otros en cambio creen que, hagan lo que hagan los peronistas con los que se rodeó Massa, el dato más importante es que el sector de la opinión pública que él atrajo está mucho más inclinado a apoyar a cualquier opositor antes que a un oficialista, así que preferirán irse con Macri antes que con Scioli. Incluso en el caso de muchos votantes de filiación peronista.

Tal vez las dos lecturas tengan algún fundamento. Y el juego siga abierto en caso de que Massa efectivamente quede fuera de juego. Una incertidumbre que tiene también su efecto en la estrategia de los actores: como no saben muy bien qué provecho podría sacar su contrincante si se agravaran los problemas del tercero en discordia, tanto Macri como Scioli dudan de que les convenga que aquel se derrumbe. Y mientras tanto se esmeran en atender a todos los públicos al mismo tiempo, a los peronistas y a los no peronistas, a los más identificados con sus respectivos liderazgos y a los dubitativos y moderados.

Scioli es el que más problemas tiene en esta tarea. Ante todo porque por más obstáculos que haya enfrentado Massa para nacionalizar el cisma que inició en las últimas legislativas, reunificar el voto peronista en las presidenciales que se acercan parece ser una meta fuera del alcance, tanto para él como más todavía para Cristina.

Cristina no toleró que La Cámpora fuera raleada por los aliados locales de Scioli.

Es ya indudable que haga lo que haga con las candidaturas del FPV, el peronismo se resistirá a reunificarse de la mano de la presidente. Y ella no va a dejar que nadie lo intente en su lugar.

El despiole en que terminó el armado de listas en Mendoza, una provincia donde históricamente el peronismo da la pista del tenor general de sus desbarajustes internos, y que desembocó en el despido de Juan Carlos Mazzón de su casi vitalicio cargo en el Ejecutivo, así lo indican.

Cristina no toleró que La Cámpora fuera raleada por los aliados locales de Scioli, y amenazó entonces a los caciques peronistas con patear el tablero si siguen sin aceptar que no sólo en las lisas nacionales, sino también a niveles locales y provinciales, sus fieles sean premiados con candidaturas expectables. Lo que a muchos de esos caciques les resulta equivalente a someterse a duras derrotas en sus más preciados cotos de caza electoral.

El disenso que está en la base de esta tensión es, finalmente, que a Cristina no le importan demasiado esas derrotas mientras ellas se produzcan a manos de radicales y macristas; sólo se esmerará en evitar las que puedan darse en beneficio del massismo; en cambio para los caciques pejotistas sucede más bien lo contrario, preferirán en todo caso perder con sus primos locales, con los que será fácil reconciliarse después de diciembre, antes que dejar que se produzca una verdadera alternancia de poder.

Así, en caso de que se profundice el declive de Massa, es de todos modos muy probable que los disensos en el peronismo no se resuelvan, y más bien suceda que muchos más imiten el ejemplo de Carlos Reutemann. Más que por los aciertos de Macri en su armado alternativo, por los errores de Cristina en su intento de conservar la disciplina.

Fuente: TN (Buenos Aires, Argentina)


Marcos Novaro
Marcos Novaro
Consejero Académico
Es licenciado en Sociología y doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Actualmente es director del Programa de Historia Política del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la UBA, del Archivo de Historia Oral de la misma universidad y del Centro de Investigaciones Políticas. Es profesor titular de la materia “Teoría Política Contemporánea” en la Carrera de Ciencia política y columnista de actualidad en TN. Ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas nacionales y extranjeras. Entre sus libros más recientes se encuentran “Historia de la Argentina 1955/2010” (Editorial Siglo XXI, 2010) y "Dinero y poder, la difícil relación entre empresarios y políticos en Argentina" (Editorial Edhasa, Buenos Aires, 2019).
 
 
 

 
 
 
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