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12-12-2005Elecciones presidenciales en Chile: El comienzo de la reconfiguración partidaria
Por Pedro Isern
Las elecciones presidenciales del pasado domingo 11 de diciembre en Chile,
han dado como ganadora con el 45,93% a la candidata de la "Concertación de
Partidos por la Democracia", la médica socialista Michelle Bachelet. Dado que no
ha alcanzado el 50% de los votos validamente emitidos, el próximo domingo 15 de
enero se realizará una segunda vuelta entre Bachelet y Sebastián Piñera,
candidato de la fuerza de centro derecha "Renovación Nacional", quien ha
obtenido el 25,44%, superando por 2,21% al candidato de la derechista "Unión
Demócrata Independiente", Joaquín Lavin. Por su parte, el representante del
pacto de izquierda extra parlamentaria "Junto Podemos Mas", Tomas Hirsch,
alcanzó el 5,39%.
La elección de Bachelet ha sido el peor desempeño
presidencial de la Concertación desde su formación: mientras en 1989 el líder de
la Democracia Cristiana Patricio Aylwin obtuvo el 55,17%, en 1993 Eduardo Frei
Ruiz-Tagle alcanzó el record histórico de 57,98%; y la segunda vuelta solo
debutó en 1999 cuando el actual mandatario Ricardo Lagos obtuvo en primera
47,96%. A su vez, los resultados del pasado 11 de diciembre tienen un componente
psicológico importante: por primera vez la suma de los candidatos de "la
derecha" supera a la Concertación.
Definiciones para la segunda vuelta
¿Cuáles son las claves de la segunda vuelta del próximo domingo 15 de enero?
Primero, la amplia diferencia (20,49%) entre los dos contendientes. Segundo, el
mencionado componente psicológico. Sin embargo, es necesario marcar como tercer
punto la imposibilidad de sumar sin más los votos de Joaquín Lavín a Sebastián
Piñera, ya que hay un "voto duro" de la UDI que desconfía profundamente del
candidato de Renovación Nacional. A su vez, parte del voto de la UDI es femenino
y de sectores populares y al tener que optar entre Bachelet y Piñera es probable
que lo haga por la candidata de la Concertación.
Por otro lado, las reales
posibilidades de Piñera para ganar la segunda vuelta dependerán tanto de su
capacidad para capturar el voto más conservador de la Democracia Cristiana como
de la hipotética incapacidad de Bachelet para girar creíblemente hacia el
centro. Si bien ambas cosas son individualmente posibles, son conjuntamente
improbables, por lo que la Concertación aparece como la favorita para el 15 de
enero. Sin embargo, es importante marcar que en este escenario es donde Bachelet
tendrá la gran oportunidad de rebatir a los críticos que dudaban de su capacidad
de liderazgo y mostrarse decidida y serena ante un marco no necesariamente
difícil pero delicado.
Como marcamos, el dato político más relevante es la
crisis de la DC y el futuro de su dirigencia y de sus bases. Dentro del partido
ya se escuchan voces abiertamente críticas del desempeño de su presidente,
Adolfo Zaldívar. Un error estratégico (tanto de Zaldívar como, fundamentalmente,
de Bachelet) ha sido marginar en el comando de campaña
al ala DC liderada por
Soledad Alvear. La posibilidad de su incorporación al comando para la segunda
vuelta refleja tres obvios interrogantes: ¿Será esa movida tan eficaz como lo
fue en 1999, cuando rescató a Ricardo Lagos de una muy probable derrota en
segunda vuelta? ¿Que pedirá a cambio el sector de Alvear? ¿Estará seriamente
pensando la disidencia DC que su lugar está crecientemente más cerca de
Sebastian Piñera que de Camilo Escalona, Carlos Ominami o Ricardo Lagos Webber
(expresiones progresistas de la Concertación)?
El modelo
Si bien la declinación en las encuestas de la candidata oficialista ha sido
la variable política mas mencionada en el ultimo mes, es importante destacar
otra característica mas relevante y de mediano-largo plazo: tanto Bachelet como
Piñera señalan a la economía de mercado como la variable principal para entender
el exitoso desempeño chileno de los últimos 15 años A su vez, hacen similar
hincapié en la mala distribución del ingreso como el principal problema de esta
notable experiencia democrática y liberal.
Es importante hacer esta salvedad
en este marco, ya que la campaña electoral por la segunda vuelta naturalmente
intentará mostrar las diferencias y hacer hincapié en las debilidades del otro.
La propia dinámica del balotaje incentiva ello. A su vez, la hipotética (aunque
improbable) derrota de la candidata de la Concertación podría sumir a la
discusión política en otra confusión: dicho hipotético triunfo de la oposición
podría ser interpretado como el fin de un periodo exitoso, que evidenciaría los
límites de la coalición de centro izquierda que ha gobernado Chile desde 1990.
Pero en realidad estaría expresando lo contrario, ya que una forma de
confirmar el notable desempeño de la Concertación en el gobierno sería el
mantenimiento y profundización de sus políticas macro por parte de la oposición.
Así, ante las dos alternativas posibles, es necesario destacar que mientras el
triunfo de Bachelet significaría la continuación de la exitosa Concertación, el
triunfo de Piñera significaría también el éxito del modelo
económico-institucional de la Concertación, con la importante salvedad de la
hipotética derrota electoral y la saludable presencia en Chile de
alternancia en el poder.
El fin de la transición
Independientemente del resultado del próximo 15 de enero, el nuevo gobierno
re-significará la reiterada mención sobre el fin de la transición. Mientras su
principal significado se asentaba sobre la reforma de la Constitución y el
definitivo colapso político, legal y moral de Pinochet, la dimensión de la etapa
post transición la reconfiguran la nueva coalición electoral que se articulará,
tanto en el oficialismo (cualquiera éste sea) y en la oposición.
La nueva
Concertación se articulará ante una centro izquierda más definida, donde el
socialismo ejercitará un liderazgo más incisivo a partir de su profunda
renovación filosófica y política. En este marco, la permanencia de las
bases de la Democracia Cristiana en la coalición dependerá de la habilidad y
convicción que Bachelet tenga para ofrecer a sus antiguos aliados articular
conjuntamente un proyecto lo suficientemente distintivo y amplio.
Por otro
lado, la nueva derecha liderada por Piñera se articularía a partir del
definitivo rechazo al legado pinochetista y con la sincera aceptación del
notable trabajo realizado por la Concertación en sus 16 años de gobierno.
Pedro Isern es Director del Área Economía y Estado de Derecho de
CADAL.
Breve historia de los dos candidatos (1)
Michele Bachelet nació el 29 de septiembre de 1951. Hija del general de aviación Alberto Bachelet, quien fue arrestado tras el golpe y murió de un paro cardíaco en la Cárcel Pública, en 1974. Tiene tres hijos: Sebastián (27), estudia Ciencias Políticas; Francisca (21) estudiante de Antropología; y Sofía (12), estudiante en La Giourette.
Es médico cirujano, pediatra y epidemióloga. Hizo cursos en la Anepe, la Academia de Guerra y el Colegio Interamericano de Defensa, en Washington. Bachelet heredó de su padre el carácter sociable y el sentido de la responsabilidad. De su madre, la visión progresista y el interés por los estudios.
Como muchos de la facción más dura del socialismo durante la dictadura, el PS-Almeyda, desconfiaba del plebiscito. Sólo pocos meses antes se inscribió para votar por el No. Al año siguiente, no obstante, rechazó las reformas constitucionales pactadas entre la Concertación y el régimen.
En los 90 fue asesora en el Ministerio de Salud y en 1996 pierde su candidatura como concejala por Las Condes (obtiene 2,3%). En el 2000 Camilo Escalona fue clave para que la nombraran Ministra de Salud. Dos años más tarde se convierte en la primera mujer que dirige un Ministerio de Defensa en Latinoamérica. En mayo de 2005 asume como abanderada de la Concertación.
Por su parte, Sebastián Piñera nació el 1 de diciembre de 1949. Es el tercero de seis hermanos del matrimonio entre José Piñera y Magdalena Echenique. Gran parte de su infancia la pasó en el extranjero, ya que su padre fue designado embajador por su amigo Eduardo Frei Montalva (1964-70). Tiene cuatro hijos: Magdalena, profesora; Cecilia, médico; Sebastián, ingeniero; y Cristóbal, que cursa Psicología.
En sus años de estudiante de economía en la Universidad Católica era simpatizante DC. Se graduó como el mejor alumno de su promoción. En agosto de 1973 partió a realizar un doctorado en Harvard. A su regreso impartió clases en las Universidades de Chile y Católica. Sus padres fueron fundadores de la Falange (Democracia Cristiana). Aunque eran antipinochetistas, organizaban tertulias junto a figuras de la derecha, como Francisco Bulnes. De ellos heredó su cercanía con figuras políticas como Gabriel Valdés, Patricio Aylwin y Andrés Zaldívar
Simpatizante DC, en 1980 estuvo en el acto organizado por Frei Montalva en el Teatro Caupolicán. En 1987 Andrés Allamand lo trató de fichar en RN, pero rechazó la oferta, porque este partido apoyaba la permanencia de Pinochet. Luego de trabajar con Aylwin y Arriagada por el No, campaña que ayudó a financiar, fue el generalísimo de Hernán Büchi, paso previo a su ingreso a RN. Si bien valoró el modelo económico implantado por Pinochet, creía que el régimen militar debía dar paso a la democracia.
En 1989 se impuso a Hermógenes Pérez de Arce en Santiago Oriente y estuvo ocho años como senador. En 1992 y 1999 tuvo que declinar a medio camino en su intención presidencial, y en 2001 bajó su candidatura a senador por Valparaíso. Ha sido presidente de RN, partido que ocupa como plataforma para, en mayo de 2005, ser nominado candidato a la presidencia.
El legado de la administración Lagos (2)
Si bien los notables indicadores socio-económicos del periodo no tienen como único responsable a la actual administración sino a los 3 gobiernos de la Concertación, es pertinente comparar la evolución de distintas a estadísticas entre los años 1999 y 2005.
Crecimiento del PIB
En 1999 el Producto Interno Bruto (PIB) era de US$ 73 mil millones. En el 2004 superó los US$ 94 mil millones y actualmente es de US$ 100 mil. Si el PIB per cápita era de US$ 4.860 en 1999, en el 2004 fue de US$ 5.903. De concretarse las proyecciones para este año de un 6%, el crecimiento económico promedio del período Lagos será de 4,3%. El de Frei fue de 5,5, y el de Aylwin 7,7.
Comercio exterior
En julio de 1999 el arancel promedio efectivo de Chile era de 7,5%. Cuando entre en vigencia el tratado de libre comercio con China, a mediados del 2006, bajará a 1,7%. Según un estudio de 2004 de la Heritage Foundation, que tomó como base los aranceles promedios, Chile es una de las cinco economías más abiertas del mundo junto a Hong Kong, Estonia y Singapur. En los últimos seis años se firmaron acuerdos comerciales con EE.UU., la UE, el P4 (Singapur, Nueva Zelandia y Brunei), Corea del Sur, China y Efta (Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein).
Internet
Según datos de World Internet Project (WIP), los usuarios de internet en el país eran un 9,2% de la población en 1999. En 2004 habían pasado a ser el 36%. Si bien Chile supera a Brasil en términos de conectados, no se compara con Corea del Sur (61%) ni con EE.UU. (71%).
Educación
En 1999 había 411 mil matriculados en la educación superior. Este año ese número se incrementó a 600 mil, y siete de cada 10 alumnos son los primeros en recibir formación superior en su familia. El gran tema pendiente sigue siendo la calidad. En la prueba Timms, que evalúa a estudiantes de distintos países en matemáticas, Chile bajó de un puntaje promedio de 392 en 1999 a 387 en el 2003, y se vio superado por países como Egipto o Irán.
Ahorros de los chilenos
En 1999 los activos de los fondos de pensión sumaban US$ 40,9 mil millones. A septiembre del 2005, ascendían a US$ 72,5 mil millones.
Riesgo país
En 1999 el indicador de JP Morgan, que mide la sobretasa que pagan los bonos chilenos sobre la tasa del Tesoro de EE.UU., era de 153 puntos base. El 6 de diciembre cayó a 75, por debajo de países como México (124), Brasil (316) y Argentina (473).
Desempleo
En 1999 el desempleo promedio fue de 9,8%. Para el 2005, proyecta según analistas en torno a un 8,1%. Ha sido uno de los problemas de Lagos, sobre todo la desocupación juvenil, que en este año promedió en el tramo de 15-19 años un 25,5% y en el de 20-24 años un 18,7%, causado, según algunos economistas, por rigideces del mercado laboral y el alto salario mínimo.
Pobreza
En 1998 el porcentaje debajo de la línea de pobreza, según la encuesta Casen, era de un 21,7%. En 2003, la última vez que se aplicó el estudio, había bajado a un 18,8%. Pese a ese avance, subsiste el problema de la distribución del ingreso. El 20% de la población con mejores ingresos recibe entre 13 y 15 veces más que el 20% más pobre.
Telecomunicaciones
Pese a que se han estancado las líneas de telefonía fija, se disparó la penetración del celular. Si en 1999 los usuarios de móviles alcanzaban los 2,3 millones, esa cifra se quintuplicó y alcanzaba en junio del 2005 casi 11 millones de abonados.
Reformas constitucionales
Desde septiembre de 2005 el Presidente puede remover a los comandantes en jefe de las FF.AA. Se eliminaron los senadores designados y vitalicios, entre otros ajustes a la Constitución.
(1) Información obtenida de Diario "La Tercera", Santiago-Chile. 12 de diciembre de 2005: "Michelle Bachelet y Sebastián Piñera frente a frente en sus facetas privadas, trayectorias e ideas".
(2) Información obtenida de Diario "La Tercera", 11 de diciembre de 2005. "El país del sucesor"
Pedro IsernMaster en Filosofia Politica (London School of Economics and Political Science), Master en Economia y Ciencia Política (Escuela Superior de Economia y Administraciin de Empresas) y Licenciado en Ciencia Politica (Universidad de San Andres).
Las elecciones presidenciales del pasado domingo 11 de diciembre en Chile,
han dado como ganadora con el 45,93% a la candidata de la "Concertación de
Partidos por la Democracia", la médica socialista Michelle Bachelet. Dado que no
ha alcanzado el 50% de los votos validamente emitidos, el próximo domingo 15 de
enero se realizará una segunda vuelta entre Bachelet y Sebastián Piñera,
candidato de la fuerza de centro derecha "Renovación Nacional", quien ha
obtenido el 25,44%, superando por 2,21% al candidato de la derechista "Unión
Demócrata Independiente", Joaquín Lavin. Por su parte, el representante del
pacto de izquierda extra parlamentaria "Junto Podemos Mas", Tomas Hirsch,
alcanzó el 5,39%.
La elección de Bachelet ha sido el peor desempeño
presidencial de la Concertación desde su formación: mientras en 1989 el líder de
la Democracia Cristiana Patricio Aylwin obtuvo el 55,17%, en 1993 Eduardo Frei
Ruiz-Tagle alcanzó el record histórico de 57,98%; y la segunda vuelta solo
debutó en 1999 cuando el actual mandatario Ricardo Lagos obtuvo en primera
47,96%. A su vez, los resultados del pasado 11 de diciembre tienen un componente
psicológico importante: por primera vez la suma de los candidatos de "la
derecha" supera a la Concertación.
Definiciones para la segunda vuelta
¿Cuáles son las claves de la segunda vuelta del próximo domingo 15 de enero?
Primero, la amplia diferencia (20,49%) entre los dos contendientes. Segundo, el
mencionado componente psicológico. Sin embargo, es necesario marcar como tercer
punto la imposibilidad de sumar sin más los votos de Joaquín Lavín a Sebastián
Piñera, ya que hay un "voto duro" de la UDI que desconfía profundamente del
candidato de Renovación Nacional. A su vez, parte del voto de la UDI es femenino
y de sectores populares y al tener que optar entre Bachelet y Piñera es probable
que lo haga por la candidata de la Concertación.
Por otro lado, las reales
posibilidades de Piñera para ganar la segunda vuelta dependerán tanto de su
capacidad para capturar el voto más conservador de la Democracia Cristiana como
de la hipotética incapacidad de Bachelet para girar creíblemente hacia el
centro. Si bien ambas cosas son individualmente posibles, son conjuntamente
improbables, por lo que la Concertación aparece como la favorita para el 15 de
enero. Sin embargo, es importante marcar que en este escenario es donde Bachelet
tendrá la gran oportunidad de rebatir a los críticos que dudaban de su capacidad
de liderazgo y mostrarse decidida y serena ante un marco no necesariamente
difícil pero delicado.
Como marcamos, el dato político más relevante es la
crisis de la DC y el futuro de su dirigencia y de sus bases. Dentro del partido
ya se escuchan voces abiertamente críticas del desempeño de su presidente,
Adolfo Zaldívar. Un error estratégico (tanto de Zaldívar como, fundamentalmente,
de Bachelet) ha sido marginar en el comando de campaña
al ala DC liderada por
Soledad Alvear. La posibilidad de su incorporación al comando para la segunda
vuelta refleja tres obvios interrogantes: ¿Será esa movida tan eficaz como lo
fue en 1999, cuando rescató a Ricardo Lagos de una muy probable derrota en
segunda vuelta? ¿Que pedirá a cambio el sector de Alvear? ¿Estará seriamente
pensando la disidencia DC que su lugar está crecientemente más cerca de
Sebastian Piñera que de Camilo Escalona, Carlos Ominami o Ricardo Lagos Webber
(expresiones progresistas de la Concertación)?
El modelo
Si bien la declinación en las encuestas de la candidata oficialista ha sido
la variable política mas mencionada en el ultimo mes, es importante destacar
otra característica mas relevante y de mediano-largo plazo: tanto Bachelet como
Piñera señalan a la economía de mercado como la variable principal para entender
el exitoso desempeño chileno de los últimos 15 años A su vez, hacen similar
hincapié en la mala distribución del ingreso como el principal problema de esta
notable experiencia democrática y liberal.
Es importante hacer esta salvedad
en este marco, ya que la campaña electoral por la segunda vuelta naturalmente
intentará mostrar las diferencias y hacer hincapié en las debilidades del otro.
La propia dinámica del balotaje incentiva ello. A su vez, la hipotética (aunque
improbable) derrota de la candidata de la Concertación podría sumir a la
discusión política en otra confusión: dicho hipotético triunfo de la oposición
podría ser interpretado como el fin de un periodo exitoso, que evidenciaría los
límites de la coalición de centro izquierda que ha gobernado Chile desde 1990.
Pero en realidad estaría expresando lo contrario, ya que una forma de
confirmar el notable desempeño de la Concertación en el gobierno sería el
mantenimiento y profundización de sus políticas macro por parte de la oposición.
Así, ante las dos alternativas posibles, es necesario destacar que mientras el
triunfo de Bachelet significaría la continuación de la exitosa Concertación, el
triunfo de Piñera significaría también el éxito del modelo
económico-institucional de la Concertación, con la importante salvedad de la
hipotética derrota electoral y la saludable presencia en Chile de
alternancia en el poder.
El fin de la transición
Independientemente del resultado del próximo 15 de enero, el nuevo gobierno
re-significará la reiterada mención sobre el fin de la transición. Mientras su
principal significado se asentaba sobre la reforma de la Constitución y el
definitivo colapso político, legal y moral de Pinochet, la dimensión de la etapa
post transición la reconfiguran la nueva coalición electoral que se articulará,
tanto en el oficialismo (cualquiera éste sea) y en la oposición.
La nueva
Concertación se articulará ante una centro izquierda más definida, donde el
socialismo ejercitará un liderazgo más incisivo a partir de su profunda
renovación filosófica y política. En este marco, la permanencia de las
bases de la Democracia Cristiana en la coalición dependerá de la habilidad y
convicción que Bachelet tenga para ofrecer a sus antiguos aliados articular
conjuntamente un proyecto lo suficientemente distintivo y amplio.
Por otro
lado, la nueva derecha liderada por Piñera se articularía a partir del
definitivo rechazo al legado pinochetista y con la sincera aceptación del
notable trabajo realizado por la Concertación en sus 16 años de gobierno.
Pedro Isern es Director del Área Economía y Estado de Derecho de CADAL.
Breve historia de los dos candidatos (1) Michele Bachelet nació el 29 de septiembre de 1951. Hija del general de aviación Alberto Bachelet, quien fue arrestado tras el golpe y murió de un paro cardíaco en la Cárcel Pública, en 1974. Tiene tres hijos: Sebastián (27), estudia Ciencias Políticas; Francisca (21) estudiante de Antropología; y Sofía (12), estudiante en La Giourette. El legado de la administración Lagos (2) Si bien los notables indicadores socio-económicos del periodo no tienen como único responsable a la actual administración sino a los 3 gobiernos de la Concertación, es pertinente comparar la evolución de distintas a estadísticas entre los años 1999 y 2005. (2) Información obtenida de Diario "La Tercera", 11 de diciembre de 2005. "El país del sucesor" |





















