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DOS TAREAS PARA LOPEZ MURPHY
Mas allá de la impresionante campaña negativa de la semana anterior al 27 de abril, que intentó mostrarlo como un intolerante con posiciones extremas, López Murphy es una persona moderada que escucha a los que opinan distinto y aprende de ellos.
Por Pedro Isern
Ricardo López Murphy ha tenido el 27 de abril último un notable desempeño electoral. Concretamente, ha construido una opción liberal que, por primera vez en mucho tiempo, se muestra potencialmente capaz de ofrecerse como alternativa política transversalmente, es decir, apuntando no solo a los estratos medio-alto y alto del electorado.
Esto se debe tanto a las condiciones personales de López Murphy como a las condiciones particulares de la coyuntura política argentina. Mas allá de la impresionante campaña negativa de la semana anterior al 27 de abril, que intentó mostrarlo como un intolerante con posiciones extremas, López Murphy es una persona moderada que escucha a los que opinan distinto y aprende de ellos. Pero, ciertamente, esas condiciones personales no habrían cimentado si no fuera por la profunda crisis que atraviesan los partidos políticos tradicionales, particularmente la Unión Cívica Radical (UCR). Ante esta crisis, RECREAR tiene la posibilidad de situarse como principal partido de la oposición y aspirar seriamente a ser gobierno en el 2007.
Con ese objetivo, deberá llevar a cabo perfectamente dos tareas centrales. Pero primero, antes de mencionarlas y explicarlas, es necesario contextualizarlas. Para ello, es importante arriesgarnos a pronosticar un escenario para el 2007, con todo lo que ello significa en un ambiente tan cambiante e impredecible como es la política argentina. Primero, marcamos que en el 2007 habrá ballottage, es decir, que el peronismo será incapaz de reunificarse realmente después de las heridas abiertas por las políticas menemistas en la década del 90´ y de la pelea, entre salvaje y mafiosa, entre el ex presidente y Duhalde. Mas aún, si Kirchner lograra unificarlo mas allá de lo formal, difícilmente llegará al 40% de los votos en el 2007, salvo que realice una excepcional presidencia, cosa casi imposible en el contexto actual. En segundo lugar, sostenemos que en el 2007 habrá un peronista, en cualquiera de sus formas, en ese ballottage. Esto es, sólo una implosión total causada por una pésima administración en el período 2003-2007 haría que el peronismo se desintegrara de tal forma como para no tener un candidato por adentro o por afuera, en la segunda vuelta del 2007. En tercer lugar, consecuentemente, habrá un no peronista en ese ballottage. La pregunta clave es, entonces, cómo construir una alternativa política racional, no populista y republicana, que se ubique en esa segunda vuelta, donde verdaderamente confrontarán dos visiones ideológicamente opuestas.
Si bien es muy difícil saber si nuevamente Carrió y Lopez Murphy serán las alternativas republicanas que competirán por ese lugar en el ballottage del 2007, sí podemos arriesgar que esa pelea será entre una alternativa republicana de centro-izquierda y otra alternativa republicana de centro-derecha.
Aquí aparecen las dos tareas para Lopez Murphy: primero, deberá profesionalizar su partido, literalmente en todo el país. Para ello, deberá hacer un fino equilibrio entre sus actuales alianzas con partidos provinciales y sus necesarias futuras alianzas con lo que eran las bases del radicalismo (esta vez mas institucionalizadas), bases que difícilmente puedan ser contenidas por la “nueva dirigencia” que encarnarán Terragno, Jesús Rodríguez y otros. Podríamos definir por la negativa lo que significa la consolidación y profesionalización de RECREAR: institucionalizar la desaparición de la UCR, particularmente en el interior del país.
Aquí aparece la segunda tarea, que es la fundamental, para tener éxito en la disputa por el espacio republicano, contra esa opción de centro-izquierda: López Murphy deberá ponerse el guardapolvo docente para explicarle a los argentinos, en todos los rincones del país, que la política económica de los 90´ no tiene nada que ver con el capitalismo no prebendario que se practica en lugares tan disímiles como Nueva Zelanda, Chile, Irlanda o Estados Unidos. El éxito o fracaso del ingreso de López Murphy en el ballottage y eventual triunfo en el 2007 se definirá precisamente allí, esto es, en su capacidad de contrarrestar con éxito la formidable propaganda que ha hecho creer a la mayoría de los argentinos que menemismo es igual a liberalismo. Si López Murphy es capaz de mostrar popularmente las grandes diferencias entre estos será, muy probablemente, presidente. Si no, será una nueva, aunque mejor, expresión política que solamente representa a una minoría.
Pedro Isern es Vicepresidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina
Pedro IsernMaster en Filosofia Politica (London School of Economics and Political Science), Master en Economia y Ciencia Política (Escuela Superior de Economia y Administraciin de Empresas) y Licenciado en Ciencia Politica (Universidad de San Andres).
Ricardo López Murphy ha tenido el 27 de abril último un notable desempeño electoral. Concretamente, ha construido una opción liberal que, por primera vez en mucho tiempo, se muestra potencialmente capaz de ofrecerse como alternativa política transversalmente, es decir, apuntando no solo a los estratos medio-alto y alto del electorado.
Esto se debe tanto a las condiciones personales de López Murphy como a las condiciones particulares de la coyuntura política argentina. Mas allá de la impresionante campaña negativa de la semana anterior al 27 de abril, que intentó mostrarlo como un intolerante con posiciones extremas, López Murphy es una persona moderada que escucha a los que opinan distinto y aprende de ellos. Pero, ciertamente, esas condiciones personales no habrían cimentado si no fuera por la profunda crisis que atraviesan los partidos políticos tradicionales, particularmente la Unión Cívica Radical (UCR). Ante esta crisis, RECREAR tiene la posibilidad de situarse como principal partido de la oposición y aspirar seriamente a ser gobierno en el 2007.
Con ese objetivo, deberá llevar a cabo perfectamente dos tareas centrales. Pero primero, antes de mencionarlas y explicarlas, es necesario contextualizarlas. Para ello, es importante arriesgarnos a pronosticar un escenario para el 2007, con todo lo que ello significa en un ambiente tan cambiante e impredecible como es la política argentina. Primero, marcamos que en el 2007 habrá ballottage, es decir, que el peronismo será incapaz de reunificarse realmente después de las heridas abiertas por las políticas menemistas en la década del 90´ y de la pelea, entre salvaje y mafiosa, entre el ex presidente y Duhalde. Mas aún, si Kirchner lograra unificarlo mas allá de lo formal, difícilmente llegará al 40% de los votos en el 2007, salvo que realice una excepcional presidencia, cosa casi imposible en el contexto actual. En segundo lugar, sostenemos que en el 2007 habrá un peronista, en cualquiera de sus formas, en ese ballottage. Esto es, sólo una implosión total causada por una pésima administración en el período 2003-2007 haría que el peronismo se desintegrara de tal forma como para no tener un candidato por adentro o por afuera, en la segunda vuelta del 2007. En tercer lugar, consecuentemente, habrá un no peronista en ese ballottage. La pregunta clave es, entonces, cómo construir una alternativa política racional, no populista y republicana, que se ubique en esa segunda vuelta, donde verdaderamente confrontarán dos visiones ideológicamente opuestas.
Si bien es muy difícil saber si nuevamente Carrió y Lopez Murphy serán las alternativas republicanas que competirán por ese lugar en el ballottage del 2007, sí podemos arriesgar que esa pelea será entre una alternativa republicana de centro-izquierda y otra alternativa republicana de centro-derecha.
Aquí aparecen las dos tareas para Lopez Murphy: primero, deberá profesionalizar su partido, literalmente en todo el país. Para ello, deberá hacer un fino equilibrio entre sus actuales alianzas con partidos provinciales y sus necesarias futuras alianzas con lo que eran las bases del radicalismo (esta vez mas institucionalizadas), bases que difícilmente puedan ser contenidas por la “nueva dirigencia” que encarnarán Terragno, Jesús Rodríguez y otros. Podríamos definir por la negativa lo que significa la consolidación y profesionalización de RECREAR: institucionalizar la desaparición de la UCR, particularmente en el interior del país.
Aquí aparece la segunda tarea, que es la fundamental, para tener éxito en la disputa por el espacio republicano, contra esa opción de centro-izquierda: López Murphy deberá ponerse el guardapolvo docente para explicarle a los argentinos, en todos los rincones del país, que la política económica de los 90´ no tiene nada que ver con el capitalismo no prebendario que se practica en lugares tan disímiles como Nueva Zelanda, Chile, Irlanda o Estados Unidos. El éxito o fracaso del ingreso de López Murphy en el ballottage y eventual triunfo en el 2007 se definirá precisamente allí, esto es, en su capacidad de contrarrestar con éxito la formidable propaganda que ha hecho creer a la mayoría de los argentinos que menemismo es igual a liberalismo. Si López Murphy es capaz de mostrar popularmente las grandes diferencias entre estos será, muy probablemente, presidente. Si no, será una nueva, aunque mejor, expresión política que solamente representa a una minoría.
Pedro Isern es Vicepresidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina
