Derechos Humanos y
Solidaridad Democrática Internacional

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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos

24-02-2022

Continúa la tendencia hacia gobiernos autoritarios: La democracia está bajo presión en todo el mundo

La democracia está perdiendo terreno: por primera vez desde 2004, el Índice de Transformación de Bertelsmann (BTI) cuenta con más Estados gobernados de forma autocrática que con democracias. De los 137 países analizados, solo 67 siguen siendo democracias, mientras que el número de autocracias ha aumentado a 70. Los resultados económicos y de gobernanza también muestran tendencias a la baja, y la pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto y agravado las deficiencias existentes. Sin embargo, el compromiso de la sociedad civil ofrece una luz de esperanza, dirigida en muchos lugares contra los crecientes niveles de desigualdad y los esfuerzos por diluir las normas democráticas.

Desde hace mucho tiempo es evidente una autocratización progresiva: en los últimos 10 años, la calidad de la democracia ha disminuido en casi una de cada cinco democracias, incluso en democracias importantes a nivel regional y que antes eran estables. Mientras tanto, muchas autocracias han ampliado aún más su represión, los abusos de poder y las restricciones a las libertades de expresión y reunión. Siete Estados que se consideraban "democracias defectuosas" hace solo dos años han sido relegados a la categoría de autocracias en el BTI 2022. En la última década también se han producido cambios de régimen en sentido contrario, por ejemplo en Armenia, Sri Lanka y Túnez. Sin embargo, estas jóvenes democracias han sufrido numerosos reveses.  

Este declive en la calidad de la democracia ha sido impulsado en la mayoría de los casos por las élites políticas, que se han centrado en asegurar su propio poder político y económico a expensas del desarrollo de la sociedad. Durante más de una década, el BTI ha observado una serie de consecuencias de esta tendencia, como la erosión generalizada del Estado de derecho y las libertades civiles, la creciente desigualdad económica y el fracaso cada vez mayor de los gobiernos de todo el mundo a la hora de buscar un amplio consenso para las soluciones políticas. "Recurrir a tácticas autoritarias en lugar de resolver los problemas es especialmente devastador en las sociedades democráticas. La confianza que se ha dilapidado sin miramientos es difícil de recuperar", afirma Sabine Donner, experta en democracia de la Fundación Bertelsmann.

Pocos gobiernos superan la prueba de estrés del Covid-19

La pandemia funcionó como una prueba de estrés extrema para todos los gobiernos, exacerbando los problemas y los desarrollos indeseables. La conmoción económica provocada por el Covid-19 provocó un importante descenso de los resultados económicos en 78 Estados. Esto, a su vez, limitó aún más la flexibilidad de la política fiscal de los gobiernos, haciendo más difícil amortiguar las consecuencias sociales de la pandemia. Sin embargo, lo más grave es que muchos gobiernos carecen de la voluntad política necesaria para combatir eficazmente la pobreza y la exclusión social. Tras años de descenso de las tasas de pobreza, el número de personas necesitadas ha vuelto a aumentar, al tiempo que se ha incrementado la desigualdad social. El BTI ha identificado una exclusión social masiva y estructuralmente arraigada en 80 países. 

Desde el punto de vista político, las autocracias en particular utilizaron la pandemia para limitar aún más los derechos fundamentales y suprimir las voces críticas. Populistas como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, buscaron y fracasaron en generar capital político a partir de la pandemia a través de su comportamiento polarizador. En cambio, sus intentos de ignorar los hallazgos científicos, rechazar la cooperación internacional y minimizar el peligro del Covid-19 permitieron que el virus se propagara casi sin obstáculos, con graves consecuencias económicas y sociales. "El declive democrático y la mala gobernanza van de la mano", afirma Hauke Hartmann, experto en gobernanza de la Fundación Bertelsmann. "Los populistas y los autócratas gobiernan de forma más dirigista e ineficiente, por lo que son en su mayoría menos resistentes a las crisis".

La pandemia ha demostrado que la capacidad de los gobiernos para gestionar las crisis con éxito depende en gran medida de su capacidad de gobernanza, medida por el Índice de Gobernanza del BTI. Entre los 36 Estados que obtienen buenos resultados en este ámbito, solo hay tres autocracias. Sin embargo, estos países tuvieron tanto éxito en la contención de la pandemia como las democracias bien gobernadas, como Corea del Sur, Taiwán y Uruguay. Por primera vez, la edición de este año del BTI califica a más de 100 países como de calidad moderada o inferior, llegando al fracaso en el peor de los casos. La gran mayoría de estos gobiernos se mostraron incapaces de responder adecuadamente a la pandemia y a los retos políticos, económicos y sociales que conlleva.

La sociedad civil resiste las tendencias autoritarias

El informe del BTI de este año también ofrece una noticia esperanzadora. En todo el mundo, el compromiso civil y la solidaridad social surgieron con notable fuerza para ayudar a colmar las lagunas de los servicios estatales, a menudo precisamente allí donde los gobiernos no respondieron eficazmente a la pandemia. Los actores de la sociedad civil también han servido como última línea de defensa en la lucha contra la autocratización, por ejemplo en Bielorrusia, Myanmar y Sudán. Han reclamado con vehemencia reformas sociales atrasadas, como una mayor inclusión social y representatividad en Chile, y se han levantado con éxito contra la corrupción persistente y el abuso de poder, como se ha visto en Bulgaria, Rumania y República Checa. En la actualidad, el mayor impulso hacia la innovación y la renovación democrática procede con mucha más frecuencia de las sociedades civiles críticas que de los gobiernos.

Información adicional

Desde 2004, el Índice de Transformación Bertelsmann (BTI) analiza y evalúa periódicamente la calidad de la democracia, los resultados económicos y la gobernanza en todo el mundo. La muestra actual incluye 137 países en desarrollo y en transformación. La evaluación se basa en informes detallados sobre los países que, en total, superan las 5000 páginas, elaborados en colaboración con más de 280 expertos de las principales universidades y grupos de reflexión de más de 120 países. El periodo de revisión para la edición actual fue desde el 1 de febrero de 2019 hasta el 31 de enero de 2021. El BTI es el único índice comparativo internacional que mide la calidad de la gobernanza utilizando datos recogidos por los propios interesados y ofrece un análisis exhaustivo de la gestión política en los procesos de transformación.

Pueden consultarse más datos y análisis del BTI en el sitio web del proyecto www.bti-project.org.

Nuestros expertos:     

Sabine Donner, teléfono +49 52 41 81 81 501

E-mail: sabine.donner@bertelsmann-stiftung.de

Dr. Hauke Hartmann, Teléfono: +49 52 41 81 81 389

E-mail: hauke.hartmann@bertelsmann-stiftung.de

Sobre la Fundación Bertelsmann: Inspirando a la gente. Dando forma al futuro.

La Fundación Bertelsmann se compromete a garantizar que todo el mundo esté en condiciones de participar -política, económica y culturalmente- en la sociedad. Abordamos cuestiones en los ámbitos de la educación, la democracia, Europa, la salud, los valores y la economía. Nuestro trabajo se centra en las personas, porque solo ellas pueden cambiar el mundo para mejorarlo. Compartimos conocimientos, promovemos la experiencia y desarrollamos soluciones. La Fundación Bertelsmann, una organización sin fines de lucro, fue creada en 1977 por Reinhard Mohn.

Para más información, visite: www.bertelsmann-stiftung.de/en

CADAL publicará el BTI en español

Desde 2014, CADAL publica en español las tendencias globales y el capítulo regional de América Latina, mediante la firma de un convenio con la Fundación Bertelsmann. CADAL también utiliza el BTI para analizar el desempeño de países, como las autocracias en su proyecto Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos; como las democracias en vías de desarrollo en su proyecto Monitoreo de la Gobernabilidad Democrática. Asimismo, CADAL ha dedicado las últimas ediciones de su Foro Latino Global a la presentación del BTI y aspira a hacerlo en 2022.

 
 
 

 
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