Derechos Humanos y
Solidaridad Democrática Internacional

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11-12-2006

Pinochet ha muerto

Por Angel Soto

Fuente: Infolatam
http://www.infolatam.com/analisis.php?id=2376

Ha muerto Pinochet. El día finalmente llegó y estas líneas se escriben teniendo a la vista las imágenes que nos transmite la prensa: ¿será hoy el último día en que los chilenos se enfrenten por el ex dictador? Decenas de medios de comunicación vuelven a concentrar su atención en su persona y, quizás por última vez, su nombre dará la vuelta al mundo.

Ahora la palabra la tiene Clío, musa de la historia, pues de ahora en adelante sólo será el “juicio” de la historia el único al cual Pinochet deberá enfrentar, sin poder negarse ni escabullirse.

Para algunos, su imagen histórica se desfiguró por completo cuando se dieron a conocer las cuentas del Riggs, reforzando la imagen negativa que se tenía de él. Más bien, esta desfiguración sólo afectó a sus partidarios, quienes se jactaban de la probidad del régimen militar. Para quienes fueron sus opositores, el “juicio histórico” se escribió el mismo 11 de septiembre de 1973. Allende era la utopía moderna y lo que siguiera sería la “anti-utopía”. El propio Volodia Teitelboim, secretario general del Partido Comunista, desde su programa Noches de radio (Escucha Chile) en 1975, sentenció desde Moscú quién escribiría la historia: “Día llegará en que surjan a propósito del exilio muchos volúmenes. Se puede vaticinar que unos serán estrictamente políticos, otros testimoniales. Los habrá, sin duda, de análisis científico, con carácter documental e histórico. No tardarán la poesía, la novela, el cuento, el teatro, el ensayo, todos los géneros literarios... En rigor, algunos de estos libros ya han sido escritos”.

¿Cómo pasará Pinochet a la historia? El historiador no es un profeta ni mucho menos el confidente de Dios. Pero sí, podemos aventurar que –al menos por un largo tiempo- seguirán pululando sobre él sombras, pero también luces. Sombras que perpetuaran una imagen de dictador en cuyo gobierno se violaron los derechos humanos. Este es el hecho que lo condenó –más que su eventual enriquecimiento personal- ante la historia.

También se le recordará por su personalización del poder. Un hombre que se ascendió a sí mismo, que se auto-condecoró, y que se aferró al poder, incluso cuando pudo salir por la puerta ancha, de no haber sido por su obsesión de ser candidato en el Plebiscito de 1988.

Pero también habrá luces. Se recordará como el militar que respaldó una intervención militar que probablemente no deseaba y a la cual se vio obligado a participar, tal vez para evitar un enfrentamiento entre las propias FFAA. La historia le tenía preparado encabezar la liberación de Chile de una dictadura marxista en momentos en que dicha ideología parecía irreversible. Fue él, quien evitó dos guerras con nuestros vecinos (Perú y Argentina); y se le recordará por la restauración de los derechos de propiedad y por una institucionalidad que permitió a los civiles recuperar la democracia; aunque sin duda su legado es un ordenamiento económico que permitió a Chile iniciar la senda del desarrollo que hasta el presente lo ha situado como país líder en Latinoamérica. Vale decir, el Chile actual no se entiende sin la impronta del gobierno militar y -ciertamente- de su caudillo.

Las concepciones de la historia como maestra de vida, sus lecciones, escuela de patriotismo y la historia tribunal, pertenecen a un pasado remoto. El historiador es un estudioso que busca una explicación de las acciones humanas del pasado desde su propio presente. Lo que el historiador sabe no lo utiliza para dictar una conducta a los hombres de su tiempo, lo hace para entender mejor la realidad.

¿Cuál será el juicio de Clío sobre Pinochet? ¿El trabajo sereno y paciente del historiador o la suma de las opiniones dominantes que ya lo condenaron? La interrogante ya se planteó, y el tiempo ha comenzado su trabajo.

Mientras tanto, hay que observar como los chilenos resolverán este “último capítulo”. La forma y fondo en como se manejen los honores correspondientes en su funeral, ciertamente determinaran si se pone el punto final o es el comienzo del mito.

Ángel Soto es Doctor en Historiador, Profesor de la Universidad de los Andes e Investigador Asociado de CADAL.

Originalmente publicado en INFOLATAM el 10 de diciembre de 2006.

Angel Soto
Angel Soto
Angel M. Soto Gamboa es Doctor en América Latina Contemporánea y Director de la revista Bicentenario
 
 
 

 
 
 
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