Reuniones
PRESENTACIÓN DE CARLOS GERVASONI
Reunión del Ciclo de Análisis Político y Económico que se realizó el día martes 16 de diciembre 2003 en la sede de CADAL.
Hemos decidido comenzar con la política, seguir con la economía y finalmente con la visión internacional de Carlos Rodríguez Braun.
Algunos de ustedes estuvieron en la presentación anterior, yo voy a tomar eso como base de la presentación de hoy. Aquella presentación fue el 1 de octubre, hace más de dos meses y partimos de analizar las fortalezas y debilidades del gobierno. Hoy quiero avanzar sobre ese tema diciendo fundamentalmente lo que dije en ese momento: que Kirchner estaba fortaleciendo su poder, que era muy claro por una serie de factores que voy a recordar ahora, y que evidentemente se ha afirmado. Yo diría que Kirchner ha tenido un éxito casi total en el principal objetivo de sus primeros meses de gobierno, sus primeros seis meses de gobierno, que fue el de construir poder propio. Y esto no era una obviedad porque Kirchner pudo haber elegido otra estrategia, pudo haber elegido la estrategia de gobernar como un delegado del poder real, de Duhalde fundamentalmente, pero él siguió la estrategia de construir poder propio, una estrategia que yo llamé en su momento, y voy a seguir llamando, la estrategia intermedia. La estrategia intermedia entre ser un representante del poder real, o romper con el poder real. Y las dos cosas han pasado en la historia. Uno puede ver la historia de la Argentina y otros países del mundo, donde cuando un presidente que representa al verdadero poder, un Hipólito Yrigoyen por decir algo, se tiene que ir normalmente y deja a alguien que dé garantías de mantener su propio espacio y su propio poder. Ese alguien puede aceptar ese rol y jugarlo, ese alguien puede disputar en alguna medida un lugar propio dentro del partido, o ese alguien puede romper radicalmente con quien lo puso. Un Figueroa Alcorta respecto del roquismo por pensar un ejemplo en la Argentina.
Kirchner ha tenido una estrategia intermedia que parece adecuada a los recursos que tiene. Kirchner hubiera fracasado en una estrategia de ruptura con quien lo instaló como presidente, pero su propio perfil y sus propias ambiciones tampoco le permitían jugar el papel de simple continuador de Duhalde y preparador de su regreso. Entonces está en este juego intermedio y este juego intermedio es el que explica algunas de las tensiones que vemos en estos días, de estas periódicas apariciones de luces amarillas, de chisporroteos verbales entre Kirchner y Duhalde o el duhaldismo, porque evidentemente ninguno de los dos está dispuesto a jugar a fondo, es decir a atacar frontalmente al otro pero ninguno de los dos está dispuesto a aceptar el avance del otro.
¿Por qué digo que Kirchner siguió afirmando su poder en estos dos meses y medio que pasaron de la última reunión? En primer lugar porque continúa lo que uno podría llamar el rebote económico, de eso nos va a hablar Néstor Scibona. Pero evidentemente la Argentina sigue recuperándose de la caída estrepitosa del año 99, 2000, 2001, y 2002. Sigue habiendo relativa estabilidad económica y estabilidad política. A nivel internacional hay alguna coyuntura razonable de bajas tasas de interés, altos precios de los commodities, crecimiento en Estados Unidos, en China, que son locomotoras del comercio internacional. No así en Brasil. Si Brasil se recuperara eso serían buenas noticias para la Argentina, pero básicamente una buena coyuntura económica que tiene algo que ver con política económica y algo de buena suerte.
Segundo lugar. Políticas redistributivas. Kirchner creo que ha sido bastante inteligente en utilizar los recursos del estado en lo que yo llamaría una prudente política redistributiva. Es decir, utilizar un pequeño superávit fiscal que tiene por sobre lo que le exige el Fondo, prioritariamente para enviar recursos a los sectores más bajos. Es decir, por el lado de aumentar levemente las jubilaciones mínimas, por el lado de agregarle 50 y 100 pesos al salario, por el lado de darle un aguinaldo a los piqueteros o alguna cantidad adicional de planes. Lo que estoy diciendo es que más allá de cuanto nos gusten o no nos gusten estas medidas tienen algunos efectos que quizás en estos momentos tienden a consolidar el liderazgo de Kirchner. Por supuesto la gente que los recibe está agradecida, por supuesto genera algún efecto adicional sobre la reactivación del consumo, y los recursos fiscales comprometidos no son tan grandes como para que esto genere dudas sobre la sostenibilidad fiscal del programa del país. Es decir, no estamos hablando de un amplio populismo sino de alguna redistribución moderada que contribuya a la legitimación de Kirchner según mi punto de vista. En un país que, recordémoslo, hay que reconocerlo, ha empeorado su distribución del ingreso constantemente en los últimos 25 años. En los 70 se deterioró la distribución del ingreso, en los 80 también, en los 90 también, y por lo que entiendo en los primeros años de esta década también. Por lo tanto este es un problema a atacar, no digo y no está en mi concepción que la desigualdad se ataque por al vía de subsidiar a la pobreza solamente, pero en una coyuntura como esta tiene un efecto económico y tiene un efecto político, que es el que me interesa acá, que es el de consolidar el liderazgo de Kirchner.
Después está el tema de la buena performance en temas de transparencia y anticorrupción, demandas fuertes de la sociedad. Un logro es que no ha habido escándalos, el gobierno no ha tenido escándalos fuertes de corrupción. No digo que no haya habido corrupción, sino que no ha salido nada publicado en forma escandalosa. Otra cosa fue el tema de la Corte, una de las instituciones más desprestigiadas de acuerdo con las encuestas en la Argentina. Donde ha avanzado con éxito sobre tres jueces y probablemente cuatro y otro fue el tema de la policía, donde el gobierno ha tenido una muy intensa y activa política de limpiar la Policía Federal que esta bajo su jurisdicción y presionar al gobernador Solá para que haga algo respecto en la Policía Bonaerense. Más allá de la efectividad de estas políticas, lo que quiero decir es que transmiten a la opinión pública una sensación de que hay un gobierno haciendo algo respecto de los temas de transparencia y corrupción en el país, y esto obviamente lo beneficia y lo fortalece.
Mencioné la Corte y me parece un tema importante. Quizás el tema político más importante en la relación de fuerzas que ha habido en la Argentina en términos institucionales es el de la Corte. Durante diez años nos acostumbramos a hablar de una mayoría automática menemista, de una corte ideológicamente conservadora y eso se acabó, se acabó en unos pocos meses. Kirchner se deshizo de tres de esos jueces, a principios del año que viene va a caer el cuarto que es el juez Vázquez y Boggiano que era el quinto miembro de esa mayoría automática ya había, en mi interpretación, pactado con Duhalde en el 2002 para cambiar su lealtad de Menem hacia Duhalde y ahora probablemente hacia Kirchner, si mi interpretación de lo que está haciendo Boggiano es correcta. De otra forma no se entiende que sea el único juez de la mayoría automática que no ha caído bajo el fuego del gobierno. Entonces hoy tenemos una corte que mantiene a tres de sus miembros que yo llamaría alfonsinistas independientes, alfonsinistas, no porque sean seguidores de Alfonsín, sino porque los designó Alfonsín en el 83: Fayt, Beluscio y Petracchi, jueces que uno podría pensar razonablemente independientes, especialmente con este gobierno que no los designó. Fayt va a renunciar, va a jubilarse y quedan, por supuesto, Boggiano, de quien ya hablé, Maqueda que es un juez peronista, uno podría pensar cercano al gobierno, Zaffaroni de alguna línea ideológica cercana al gobierno y que le debe al gobierno su cargo y tres vacantes. O sea que esta corte hostil de principios del 2002, hostil al duhaldismo, uno podría presuponer hostil al kirchnerismo también, se ha convertido en el mejor de los casos en neutral y en el peor de los casos cercana al gobierno.
Desde el punto de vista de la fuerza del gobierno, evidentemente esto es una ayuda. Resumiendo, pasamos de una corte de cinco jueces de mayoría automática menemista como se llamó en algún momento, a ninguno. Hoy no hay ninguno, tres se fueron, un cuarto se va a ir y el quinto se cambió de lugar y todos los demás pertenecen a algún otro sector.
Los resultados electorales también ayudaron. Fueron mezclados, pero convengamos que hubo algunos triunfos que ya mencionamos la vez pasada, importantes para Kirchner como el de Rovira, otros triunfos de líderes apoyados por Kirchner como Das Neves en Chubut, que fue bastante inesperado, el de Gioja en San Juan, que ahora le va a dar problemas porque es uno de los acusados del tema de las coimas en el Senado, Busti en Entre Ríos, Insfran en Mendoza. Algunas de estas transversalidades de Kirchner como el apoyo que le dio a Brizuela del Moral en Catamarca que era el candidato del Frente Cívico, o sea el candidato radical para que derrote a Barrionuevo que así fue, y algunas derrotas también. Quizás un poco menos importantes, especialmente en Mendoza, donde no se esperaba y es un distrito muy importante, en La Pampa donde apoyó a un candidato propio, un peronista disidente, Aguad, que salió tercero; y también algunas derrotas en Legislativas en Tucumán y en Córdoba.
En general, si uno analiza el calendario electoral total, buenas noticias para el peronismo y no podía ser de otra forma. Y digo que no podía ser de otra forma porque el último punto que quiero destacar de la fortaleza del gobierno es la debilidad de la oposición. La Argentina tiene una oposición estructuralmente débil. No se ve ningún signo de que esto vaya a cambiar en el corto plazo. Y cuando digo estructuralmente débil digo esto porque los partidos que tienen estructura nacional son dos nada más: el peronismo y el radicalismo, y el radicalismo carece de líderes nacionales de renombre. Los líderes nacionales de renombre están en el peronismo, uno podría pensar en Kirchner, en Lavagna o en Reutemann; o están en el ARI, como Elisa Carrió, o en Recrear como Ricardo López Murphy, pero el radicalismo no tiene líderes propios nacionales de prestigio y de peso y a esto se agrega una cosa de la que voy a hablar después que es que esta renovación que pudo llegar a darse desde adentro del radicalismo. El radicalismo es un partido que está lleno de gobernadores, de intendentes, legisladores, que podrían intentar una renovación, como ocurre a menudo en los partidos que están en crisis. Pero fue de alguna forma abortada por la elección de autoridades de este mes donde Rosas se impuso a lo que sería un movimiento subversivo, llamémoslo, al interior del radicalismo, que estaba encabezado por el gobernador saliente de Mendoza, Iglesias. El liderazgo que se impuso en el radicalismo es el liderazgo más o menos tradicional, es Rozas que ya estaba aliado con el radicalismo de la provincia de Buenos Aires, con Alfonsín, con Moreau, con parte del radicalismo de la ciudad de Buenos Aires y cerrándole el paso, fundamentalmente, a Iglesias, a Verani, al radicalismo de Catamarca, al radicalismo del interior con alguna credencial de haber sido exitosos en sus provincias y con alguna perspectiva de renovar el partido. Así que en mi interpretación esto sella la realidad del radicalismo por algunos años más.
Y finalmente otro opositor muy debilitado es el menemismo que está casi fuera de juego.
Yo parto del supuesto de que los actores principales de la política argentina de hoy, que están todos adentro del peronismo porque al no haber una oposición muy seria naturalmente el oficialismo y la oposición tienden a reproducirse en el interior del peronismo. Parto de un supuesto fuerte y que si el supuesto no es cierto, mucho de lo que voy a decir no funciona, que es que los actores tienen algún grado de racionalidad, de Kirchner y Duhalde y el resto de los líderes peronistas, fundamentalmente Solá, Lavagna, diría esos cuatro como líderes muy importantes: Solá, Lavagna, Kirchner y Duhalde y después todos los gobernadores peronistas en algún ranking que tiene que ver con la provincia que gobiernan, empezando con Obeid y De la Sota y de ahí siguiendo para abajo, actúan con racionalidad y actuar con racionalidad significa que van a tratar de evitar lo que no le conviene a nadie, que es el fracaso de una experiencia de gobierno peronista porque el fracaso de esta experiencia de gobierno casi no dejaría a nadie fortalecido. El experimento menemista, de centro derecha dentro del peronismo, que está muy desprestigiado según las encuestas, y si fracasa este experimento duhaldista-kirchnerista, centro-izquierdista por llamarlo de alguna forma, no está muy claro qué cosa dentro del peronismo podría reemplazarlo. Entonces me parece que aunque los actores tengan berrinches y caprichos y algunos símbolos y signos de acción algo irracional me parece que termina primando la racionalidad por lo menos en estos dos años que vienen hacia delante. Cuando digo esto quiero decir: la racionalidad significaría que estos líderes que mencioné apoyen en las líneas fundamentales al gobierno, por supuesto, defienden sus intereses, su poder dentro del peronismo, es inevitable, es política y está en cualquier parte del mundo, pero buscando mantener su propio espacio de poder sin desestabilizar al gobierno.
Uno ve algunos arranques de esa irracionalidad. Cuando uno empieza a escuchar estos rumores de un posible lanzamiento de Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Esto es un rumor que ha surgido. Evidentemente si Kirchner lanza a su esposa como candidata a senadora o gobernadora de la provincia de Buenos Aires, esto es una declaración de guerra. O al revés, si Duhalde empieza a decir que él apoya a Lavagna como candidato a presidente en el 2007 también es una declaración de guerra. Todas estas cosas son rumores que están circulando y yo no creo que sean rumores totalmente faltos de fundamentos. Algún fundamento tendrán, en la mente de algún estratega estarán, el tema es que se lleven adelante o no. Detrás de estos chisporrotazos siempre va a haber encuentros, como se está viendo, entre los líderes principales para evitar que todo se vaya a pique y todo se perjudique.
Yo diría que la estrategia de Kirchner es una estrategia intermedia y que si él logra mantener la estabilidad, mantener la economía funcionando, mantener su imagen de un gobierno que por primera vez, después del de Menem y después del de De la Rúa con todo este asunto del Senado aparece involucrado en problemas de corrupción, un gobierno que por primera vez parece relativamente limpio. Si logra todo eso va a llegar al final de su mandato con una buena dosis de popularidad, y todo eso dependerá de la economía, por supuesto, sobre lo cual yo no puedo especular sobre lo que va a pasar en el 2005, 2006. Pero si las cosas fueran relativamente bien en economía, y en temas de corrupción, etc., evidentemente Kirchner va a ser un jugador importante y un candidato relevante en la reelección en el 2007. Entiendo yo que siempre transitando en este camino intermedio.
La estrategia de Duhalde también va a ser intermedia y va a ser en primer lugar, defensiva. Esto está muy claro, es decir, va a buscar, conservar los lugares que tiene. De esto Duhalde dio muestras muy claritas. Duhalde no le cedió un solo lugar en la lista de diputados nacionales a Kirchner, y era una lista larga, una lista de 35 diputados de la provincia de Buenos Aires y no le puso uno ni de "buena onda", simbólicamente para que parezca que están aliados, son todos duhaldistas. Como les dije la vez pasada todos los miembros de la lista de Diputados de la provincia de Buenos Aires, o son ex ministros de Duhalde o son familiares de Duhalde, por lo menos los que están en los cargos relevantes, que podían entrar.
Mantuvo a sus hombres en los dos puestos principales de la Cámara de Diputados, en la presidencia de la Cámara de Diputados y en el bloque de la Cámara de Diputados y mantuvo también a sus hombres en una lucha que tuvo bastante de aparición mediática en la Cámara de Diputados y Senadores en la provincia de Buenos Aires. A Solá tampoco le permitió ningún tipo de avance sobre la legislatura de la provincia que él gobierna. Esta es la estrategia defensiva de Duhalde. Yo creo que él se siente amenazado y con razón, por estos dos líderes, tanto por Kirchner como por Solá.
Lo que estos dos líderes tienen que después vamos a ver en un cuadro que traje aquí es algún tipo de anclaje en la opinión pública. Tanto Kirchner como Solá son líderes que al carecer de aparatos necesitan críticamente del apoyo de la opinión pública y los dos tienen algo. Kirchner tiene mucha popularidad, en este momento, y Solá, dentro de la mediocridad general de la república Argentina de que quien tiene un 30 por ciento de popularidad puede considerarse casi un ídolo popular, está bien, es un líder que tiene un nivel de popularidad razonable.
Y aparte Duhalde hace un tercer equilibrio, no solamente respecto de Kirchner, y de Solá, sino de su propia base de sustentación, que no es tanto la opinión pública, como el peronismo de la provincia de Buenos Aires, como esa máquina formidable compuesta de intendentes, legisladores, punteros que tiene una hegemonía total en la provincia de Buenos Aires, especialmente en el Gran Buenos Aires y que es la base del poder de Duhalde y ahí me parece que también está habiendo tensiones y esas tensiones tienen que ver con el conflicto que se da entre el Gobierno Nacional y las bases del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Eso está perfectamente ilustrado con el tema de la Policía. Cuando Kirchner innecesariamente se lanza a criticar a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a los políticos peronistas de la provincia de Buenos Aires que transan con la policía y tienen negocios turbios, por un lado, Kirchner no está diciendo nada nuevo. Todos sabemos que hay una cantidad de intendentes, legisladores, especialmente peronistas de la provincia de Buenos Aires que protegen o son cómplices de la prostitución, el juego clandestino, el tráfico de drogas que maneja la Policía Bonaerense y del cual la política recibe recursos. Pero Kirchner no tenía por qué decirlo, no es responsabilidad de él, eso es parte de la provincia de Buenos Aires, depende de Solá, depende de Duhalde pero Kirchner se lanzó a este tema, creo que entre otras cosas porque vio que el tema de la inseguridad podría afectarlo a él y a la popularidad de su gobierno y la inseguridad es un problema fundamentalmente del Gran Buenos Aires (GBA). Obviamente hay inseguridad en el resto del país pero por el grado de inseguridad que hay y por la cantidad de gente que vive, el GBA es el punto crítico en este tema y al lanzarse contra eso se está lanzando contra la red de financiamiento del aparato. En buena medida el aparato se financia de ahí y yo ojalá pudiera darles más datos. Yo no sé qué porcentaje de los legisladores, intendentes, están en este tipo de cuestiones pero sé que son muchos y sé que cuando se está en campaña parte de las campañas, parte de la plata del clientelismo surge de estos negocios clandestinos, insisto: prostitución, juego, robo de autos y desarmaderos, tráfico de drogas que circula por la Policía y obviamente también por la política.
Y de nuevo, caigo casi en un lugar común, se dice que evidentemente un desarmadero que ocupa cuatro cuadras en un pueblo de dos mil habitantes no puede ser ignorado ni por el intendente, ni por la policía, ni por los legisladores, ni por nadie y hace diez años que está ahí. Bueno, evidentemente que aparezca Solá y en su momento Juampi Cafiero allanándolo, todo lo que significa es que se decidieron a hacerlo porque el desarmadero estaba ahí y todo el mundo sabía que estaba y todo lo que estaban haciendo es no hacer nada al respecto.
Hay una presión del gobierno y una presión de la opinión pública para ocuparse del tema.
Y a lo que iba con todo esto es que Duhalde queda atrapado con todo esto porque por un lado sus bases de sustentación en buena medida están atrapados en estos temas y por otro lado, el gobierno que el contribuyó a instalar y al cual le conviene en alguna medida que le vaya bien, se pelea con él. Y Duhalde tiene que hacer un equilibrio y me parece que también ya hay signos de estrés, de tensión en esa relación, en la relación entre Duhalde y su base de la máquina del peronismo. Duhalde ha dado algunos signos muy claros del pedido de apoyo al peronismo de la provincia de Buenos Aires respecto al gobierno. Ha dado esta carta famosa de hace un mes más o menos, diciendo que el que no apoyaba a Kirchner era un traidor, etc., etc., y por otro lado lo vemos al intendente Quindimil, o al intendente Ballestrini con declaraciones muy duras. Quindimil cuando Béliz dijo lo de la policía de la provincia de Buenos Aires, amenazó con renunciar a su cargo en el PJ de la provincia de Buenos Aires. Ballestrini que es un gobernador, evidentemente es un gobernador, es el intendente del municipio de La Matanza, dijo anteayer que Tomada se cuidara si le seguía bajando planes trabajar del distrito porque iba a tronar el escarmiento popular, lo cual es casi un equivalente a decir que le va a tirar 50 mil piqueteros en el ministerio de Trabajo. Es decir, hay tensiones. Cuando a veces en los diarios leemos "el duhaldismo", yo creo que hay que hacer una diferencia como muchos analistas en esos mismos diarios lo hacen. Es decir, Duhalde es una cosa, el duhaldismo es otra cosa y al interior del duhaldismo también me parece que hay varias cosas. Por cierto, hay duhaldistas que son ministros de Kirchner como Pampuro y Aníbal Fernández.
Dos palabras sobre la oposición. Porque de alguna forma me cuesta llamar a Duhalde o al duhaldismo, oposición, porque están dentro del partido, aunque en algún sentido son oposición. Quería hablar un minuto sobre la oposición real. ARI y Recrear han tenido una evolución paralela. Los dos hicieron pésimas elecciones, les fue pésimamente mal en todas las elecciones provinciales, salvo con alguna excepción como el diputado que logró elegir el ARI en Tierra del Fuego. Hoy Recrear tiene dos diputados, ARI tenía 22 y hoy tiene 11, o algo por el estilo, es decir, son partidos a los que les está yendo mal, no tienen estructura y sin estructura no se ganan elecciones en las provincias y el ARI tiene el problema adicional de que tiene un liderazgo deficiente. Y esto no lo digo como juicio de valor porque me guste o no me guste Lilita. Lo digo como un juicio de efectividad, Lilita pierde dirigentes todos los meses, a razón de dos o tres por mes. Se pelea con el Partido Socialista, después se pelea con Mario Cafiero, después se pelea con Graciela Ocaña, después se pelea con Rafael Romá y se le va desmembrando y tiene un partido que está en franca decadencia y además la centro-izquierda está dividida. Ibarra es un líder que aspira a liderar la centro-izquierda. Hay partidos como el Partido Socialista y partidos más a la izquierda que también tiene algo, es decir, es una fuerza que está en desmembramiento y uno de los puntos fundamentales del desmembramiento es los que se acercan al gobierno y los que se alejan del gobierno. Lilita decidió tomar una posición frontal al gobierno y muchos otros se tentaron y se subieron al gobierno de Kirchner o al de Ibarra o a esta idea de la transversalidad.
Con la centro-derecha pasa más o menos lo mismo. Evidentemente Recrear no tiene nada que ver con esta iniciativa de Sobisch, el gobernador de Neuquen que es una cosa mucho más peronista. Sobisch y López Murphy tienen una relación muy mala. Algo similar uno podría decir de Macri que está mucho más cercano al peronismo que a López Murphy con lo cual se podría decir que es difícil ver algún tipo de unión de estas fuerzas hacia el futuro. Y con la UCR, básicamente tenemos un partido que a pesar de que ha obtenido algunas victorias electorales en el interior, no tiene liderazgo nacional, el liderazgo emergente que ha representado Iglesias fue derrotado en las internas y en los distritos que importan, en la Capital, Buenos Aires, Santa Fe y en buena medida Córdoba. No tiene votos, así que es un partido muy debilitado.
Quería terminar con algunas amenazas posibles para esta fortaleza actual de Kirchner en el futuro. Pensando en el 2004 voy a puntear seis o siete temas que podrían debilitar la base de sustentación de Kirchner. En primer lugar el tema Duhalde y PJ de Buenos Aires. Sobre esto ya hablé, lo que quiero decir es que si mi supuesto se cae, si mi supuesto de que los actores van a ser racionales y que van a buscar que el gobierno llegue fuerte al 2007, etc., se cae por una escalada, porque uno lo agrede y el otro lo agrede más y la escalada se va de control, este es el problema más grave. En alguna medida todos deberíamos esperar que nos gusten o no nos gusten Duhalde y Kirchner y el resto de los líderes principales del peronismo tengan un pacto de no agresión porque si eso no ocurre, nos va a ir mal a todos. Y eso no está garantizado.
Segundo tema, el tema de corrupción. Al gobierno le ha ido muy bien con esto, pero justamente porque le ha ido muy bien y por el estado de ánimo que tiene la opinión pública yo creo que el gobierno es muy vulnerable a un escándalo de corrupción. Lo que quiero decir con esto es que si a Menem le estallaba un escándalo de corrupción, bueno, está bien, ¿qué le hace una mancha más al tigre? Nadie votaba al gobierno de Menem por su política anticorrupción, nadie creía, medido por encuestas, nadie creía que Menem era honesto. El 6 por ciento creía, en una encuesta que yo hice en 1998 que Menem, él personalmente era honesto, el otro 94 por ciento de la gente, un diez por ciento no opinaba y el otro pensaba que era él, directamente un ladrón. Entonces, la legitimidad no estaba basada en eso, en cambio la de Kirchner sí. Pero ellos enfatizan este tema, con lo cual si descubriéramos que la esposa del ministro De Vido, que lo controla a su marido desde la Sindicatura General de la Nación, tiene alguna actuación irregular o descubriéramos que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, efectivamente coimea o presiona a periodistas para que tengan una buena cobertura del gobierno, o algo de eso surgiera como un escándalo, el gobierno de Kirchner es muy vulnerable hacia esas cosas.
Tercer punto. Conflictos internos. Este es un gobierno que tiene bastantes conflictos internos. Entre Béliz y Aníbal Fernández, por ejemplo, que se vio cuando Béliz hizo su anuncio sobre la provincia de Buenos Aires y muchos conflictos que giran en torno de Lavagna. Lavagna tiene conflictos con De Vido por el tema tarifas, por el tema de prudencia fiscal. Lavagna tiene conflictos con Tomada, se vio esta semana por el tema indemnizaciones y doble indemnización. Lavagna tiene conflictos con Fernández, con Alberto Fernández, también por tema de tarifas y cuando dijo que había sido una devaluación exitosa, Alberto Fernández lo salió a desmentir. Bueno, lo que algunos analizan en términos del ala política del gobierno, el kirchnerismo más leal, contra un Lavagna que representaría, según algunas versiones, la racionalidad económica y por lo tanto se pelea con el ala política que quiere imponer una racionalidad política y según otras versiones, un Lavagna que como tiene ambiciones propias es visto con desconfianza por el círculo interno de Kirchner.
Cuarto tema que está destacado en todos los diarios es el de los piqueteros. El de los piqueteros es un tema grave, no por su potencial real: son pocos, no tiene líderes importantes, están divididos, no los veo como una fuerza política tan importante, pero sí porque por primera vez le han quitado la iniciativa al gobierno. Es el primer tema importante de la agenda que no lo domina el gobierno. El gobierno está a la defensiva, está siguiendo los acontecimientos. Desde el 25 de mayo hasta noviembre el gobierno era prácticamente el que instalaba los temas y los manejaba. Este de los piqueteros es el primero que de alguna forma se le instaló y lo puso a la defensiva al gobierno.
El quinto tema es el tema policía y crimen. Un tema donde el gobierno se metió, no tenía por qué meterse pero se metió y por lo tanto ahora si las cosas siguen mal el gobierno va a pagar algunos costos. Si el tema de la Policía no se resuelve, y créanme que es uno de los más irresolubles de este país, el tema de la corrupción y las mafias policiales, y por lo tanto el tema del crimen.
El sexto tema es política exterior. En política exterior, Kirchner ha hecho algunos gestos torpes, diría yo, que tienen que ver con usar la política exterior para consumo interno. Cuando Kirchner lo critica a Enrique Iglesias porque lo designó a Machinea en la CEPAL, o cuando Kirchner dicen que lo recriminó a Aznar o cuando Kirchner se junta con Evo Morales, o cuando le pide al Congreso que no apruebe la inmunidad para las fuerzas estadounidenses que venían para los ejercicios militares Águila III en Mendoza en octubre porque había elecciones a la semana siguiente y nadie quería que el tema se convirtiera en un problema para que gane el candidato peronista, que al final no ganó. Todas estas cosas fueron, en mi interpretación, instrumentaciones de la política exterior para el consumo interno. Y yo esperaría, y realmente creo que va a pasar, que ahora que terminaron las elecciones y terminó el período de consolidación de Kirchner esto va a dejar de ser así. Como que Kirchner jugó con fuego, pagó algunos precios, porque por ejemplo varios funcionarios del gobierno estadounidense criticaron la suspensión del ejercicio Águila III, Roger Noriega criticó la visita y la condonación de la deuda a Cuba, para una administración estadounidense que es particularmente anticastrista, y esto le resulta bastante irritante. Bueno, yo no creo que Kirchner vaya a seguir así a futuro pero si sigue, la Argentina no está en condiciones de ganarse enemigos porque está en situación de gran debilidad.
Y algo similar uno podría decir respecto al Fondo Monetario. Uno ve un potencial para conflictos con el Fondo en el 2004, sea por el tema de la renegociación de la deuda privada, sea por el tema de alguna indisciplina fiscal, por ahora no, pero podría haber en el 2004 y sea por el tema de la coparticipación que yo es el que veo como el único de la agenda de reformas que pide el Fondo que no va a ocurrir, es decir, no creo que vaya a salir una ley de coparticipación como demanda el Fondo. Ahí veo algunas posibles tensiones para el 2004.
Termino diciendo que yo creo y veo en estos días algo que esperaba y que alguna vez mencioné, que es un comienzo a un giro hacia una política más realista por parte de Kirchner. O sea, en la reunión pasada hablé de una agenda idealista, una agenda políticamente conveniente, una agenda realista. Yo creo que los temas de la agenda idealista o políticamente conveniente están bajando, el tema militares, el tema derechos humanos, y están subiendo algunos temas de la agenda más realista. Kirchner se ha aproximado a grupos económicos, eso cuando hablamos la última vez en octubre no había pasado. Menor hostilidad hacia los bancos y las AFJPs, cercanía con ciertas negociaciones más razonables con algunas privatizadas, eso yo lo veo como algo de realismo. Empieza a avanzarse con el tema tarifas. Lavagna empieza a mencionar algunas cosas que empiezan a sonar como política de largo plazo, no sé si buena o mala pero política de largo plazo, como promover ciertos sectores económicos, se han anunciado 9, o como generar políticas de promoción de exportaciones industriales que están estancadas o en realidad cayendo en los últimos dos años a pesar de la devaluación. Kirchner ha dado órdenes de avanzar con el tema de reforma política que es un tema político controvertido, algún avance no sé si por la imagen o real pero seguramente algún avance va a haber por ese lado. En la reforma judicial también y también Kirchner parece estar abandonando la transversalidad y basándose más en el peronismo como base de poder, eso también parece estar indicando que abandona un poquito estas cosas más idealistas que costaba menos hacerla los primeros meses de a presidencia y que eran necesarias para obtener algún tipo de apoyo político y comienza a girar hacia la agenda de los cuatro años que le quedan de gobierno, de resolver problemas concretos. Creo que vamos a empezar a ver algunas políticas más de largo plazo, en temas de política económica, en temas de seguridad, en temas política judicial, quizás en algunos temas de seguridad jurídica y creo sí, en política exterior. Lo leí a Bielsa hace unos días que decía que el tema de Cuba había que reconsiderarlo. Es simbólico el tema de Cuba, Argentina va a votar o no a favor o en contra de condenar a Cuba por los derechos humanos, no es un país que sea relevante en las relaciones exteriores de la Argentina pero sí es simbólicamente muy importante respecto de lo que Estados Unidos va a pensar respecto de eso. Y Bielsa después de haber realizado algunas desafortunadas declaraciones sobre que él creía que en realidad no era tan claro que hubiera violación de derechos humanos en Cuba, ahora está cambiando de discurso, está diciendo: "bueno, vamos a ver, hay que estudiarlo, evidentemente hay problemas, queremos ver toda la información que hay sobre el tema para saber cómo vamos a votar en este tema".
Yo creo que va a haber un giro hacia el realismo en la política exterior también.
Carlos Gervasoni es Politólogo (UCA), Presidente de CADAL, Master en Political Science y en Latin American Studies (Stanford University), profesor universitario (Universidad Católica Argentina, Universidad Di Tella y Universidad del CEMA), Directivo de la Sociedad Argentina de Análisis Político y miembro de la Latin American Studies Association.
Hemos decidido comenzar con la política, seguir con la economía y finalmente con la visión internacional de Carlos Rodríguez Braun.
Algunos de ustedes estuvieron en la presentación anterior, yo voy a tomar eso como base de la presentación de hoy. Aquella presentación fue el 1 de octubre, hace más de dos meses y partimos de analizar las fortalezas y debilidades del gobierno. Hoy quiero avanzar sobre ese tema diciendo fundamentalmente lo que dije en ese momento: que Kirchner estaba fortaleciendo su poder, que era muy claro por una serie de factores que voy a recordar ahora, y que evidentemente se ha afirmado. Yo diría que Kirchner ha tenido un éxito casi total en el principal objetivo de sus primeros meses de gobierno, sus primeros seis meses de gobierno, que fue el de construir poder propio. Y esto no era una obviedad porque Kirchner pudo haber elegido otra estrategia, pudo haber elegido la estrategia de gobernar como un delegado del poder real, de Duhalde fundamentalmente, pero él siguió la estrategia de construir poder propio, una estrategia que yo llamé en su momento, y voy a seguir llamando, la estrategia intermedia. La estrategia intermedia entre ser un representante del poder real, o romper con el poder real. Y las dos cosas han pasado en la historia. Uno puede ver la historia de la Argentina y otros países del mundo, donde cuando un presidente que representa al verdadero poder, un Hipólito Yrigoyen por decir algo, se tiene que ir normalmente y deja a alguien que dé garantías de mantener su propio espacio y su propio poder. Ese alguien puede aceptar ese rol y jugarlo, ese alguien puede disputar en alguna medida un lugar propio dentro del partido, o ese alguien puede romper radicalmente con quien lo puso. Un Figueroa Alcorta respecto del roquismo por pensar un ejemplo en la Argentina.
Kirchner ha tenido una estrategia intermedia que parece adecuada a los recursos que tiene. Kirchner hubiera fracasado en una estrategia de ruptura con quien lo instaló como presidente, pero su propio perfil y sus propias ambiciones tampoco le permitían jugar el papel de simple continuador de Duhalde y preparador de su regreso. Entonces está en este juego intermedio y este juego intermedio es el que explica algunas de las tensiones que vemos en estos días, de estas periódicas apariciones de luces amarillas, de chisporroteos verbales entre Kirchner y Duhalde o el duhaldismo, porque evidentemente ninguno de los dos está dispuesto a jugar a fondo, es decir a atacar frontalmente al otro pero ninguno de los dos está dispuesto a aceptar el avance del otro.
¿Por qué digo que Kirchner siguió afirmando su poder en estos dos meses y medio que pasaron de la última reunión? En primer lugar porque continúa lo que uno podría llamar el rebote económico, de eso nos va a hablar Néstor Scibona. Pero evidentemente la Argentina sigue recuperándose de la caída estrepitosa del año 99, 2000, 2001, y 2002. Sigue habiendo relativa estabilidad económica y estabilidad política. A nivel internacional hay alguna coyuntura razonable de bajas tasas de interés, altos precios de los commodities, crecimiento en Estados Unidos, en China, que son locomotoras del comercio internacional. No así en Brasil. Si Brasil se recuperara eso serían buenas noticias para la Argentina, pero básicamente una buena coyuntura económica que tiene algo que ver con política económica y algo de buena suerte.
Segundo lugar. Políticas redistributivas. Kirchner creo que ha sido bastante inteligente en utilizar los recursos del estado en lo que yo llamaría una prudente política redistributiva. Es decir, utilizar un pequeño superávit fiscal que tiene por sobre lo que le exige el Fondo, prioritariamente para enviar recursos a los sectores más bajos. Es decir, por el lado de aumentar levemente las jubilaciones mínimas, por el lado de agregarle 50 y 100 pesos al salario, por el lado de darle un aguinaldo a los piqueteros o alguna cantidad adicional de planes. Lo que estoy diciendo es que más allá de cuanto nos gusten o no nos gusten estas medidas tienen algunos efectos que quizás en estos momentos tienden a consolidar el liderazgo de Kirchner. Por supuesto la gente que los recibe está agradecida, por supuesto genera algún efecto adicional sobre la reactivación del consumo, y los recursos fiscales comprometidos no son tan grandes como para que esto genere dudas sobre la sostenibilidad fiscal del programa del país. Es decir, no estamos hablando de un amplio populismo sino de alguna redistribución moderada que contribuya a la legitimación de Kirchner según mi punto de vista. En un país que, recordémoslo, hay que reconocerlo, ha empeorado su distribución del ingreso constantemente en los últimos 25 años. En los 70 se deterioró la distribución del ingreso, en los 80 también, en los 90 también, y por lo que entiendo en los primeros años de esta década también. Por lo tanto este es un problema a atacar, no digo y no está en mi concepción que la desigualdad se ataque por al vía de subsidiar a la pobreza solamente, pero en una coyuntura como esta tiene un efecto económico y tiene un efecto político, que es el que me interesa acá, que es el de consolidar el liderazgo de Kirchner.
Después está el tema de la buena performance en temas de transparencia y anticorrupción, demandas fuertes de la sociedad. Un logro es que no ha habido escándalos, el gobierno no ha tenido escándalos fuertes de corrupción. No digo que no haya habido corrupción, sino que no ha salido nada publicado en forma escandalosa. Otra cosa fue el tema de la Corte, una de las instituciones más desprestigiadas de acuerdo con las encuestas en la Argentina. Donde ha avanzado con éxito sobre tres jueces y probablemente cuatro y otro fue el tema de la policía, donde el gobierno ha tenido una muy intensa y activa política de limpiar la Policía Federal que esta bajo su jurisdicción y presionar al gobernador Solá para que haga algo respecto en la Policía Bonaerense. Más allá de la efectividad de estas políticas, lo que quiero decir es que transmiten a la opinión pública una sensación de que hay un gobierno haciendo algo respecto de los temas de transparencia y corrupción en el país, y esto obviamente lo beneficia y lo fortalece.
Mencioné la Corte y me parece un tema importante. Quizás el tema político más importante en la relación de fuerzas que ha habido en la Argentina en términos institucionales es el de la Corte. Durante diez años nos acostumbramos a hablar de una mayoría automática menemista, de una corte ideológicamente conservadora y eso se acabó, se acabó en unos pocos meses. Kirchner se deshizo de tres de esos jueces, a principios del año que viene va a caer el cuarto que es el juez Vázquez y Boggiano que era el quinto miembro de esa mayoría automática ya había, en mi interpretación, pactado con Duhalde en el 2002 para cambiar su lealtad de Menem hacia Duhalde y ahora probablemente hacia Kirchner, si mi interpretación de lo que está haciendo Boggiano es correcta. De otra forma no se entiende que sea el único juez de la mayoría automática que no ha caído bajo el fuego del gobierno. Entonces hoy tenemos una corte que mantiene a tres de sus miembros que yo llamaría alfonsinistas independientes, alfonsinistas, no porque sean seguidores de Alfonsín, sino porque los designó Alfonsín en el 83: Fayt, Beluscio y Petracchi, jueces que uno podría pensar razonablemente independientes, especialmente con este gobierno que no los designó. Fayt va a renunciar, va a jubilarse y quedan, por supuesto, Boggiano, de quien ya hablé, Maqueda que es un juez peronista, uno podría pensar cercano al gobierno, Zaffaroni de alguna línea ideológica cercana al gobierno y que le debe al gobierno su cargo y tres vacantes. O sea que esta corte hostil de principios del 2002, hostil al duhaldismo, uno podría presuponer hostil al kirchnerismo también, se ha convertido en el mejor de los casos en neutral y en el peor de los casos cercana al gobierno.
Desde el punto de vista de la fuerza del gobierno, evidentemente esto es una ayuda. Resumiendo, pasamos de una corte de cinco jueces de mayoría automática menemista como se llamó en algún momento, a ninguno. Hoy no hay ninguno, tres se fueron, un cuarto se va a ir y el quinto se cambió de lugar y todos los demás pertenecen a algún otro sector.
Los resultados electorales también ayudaron. Fueron mezclados, pero convengamos que hubo algunos triunfos que ya mencionamos la vez pasada, importantes para Kirchner como el de Rovira, otros triunfos de líderes apoyados por Kirchner como Das Neves en Chubut, que fue bastante inesperado, el de Gioja en San Juan, que ahora le va a dar problemas porque es uno de los acusados del tema de las coimas en el Senado, Busti en Entre Ríos, Insfran en Mendoza. Algunas de estas transversalidades de Kirchner como el apoyo que le dio a Brizuela del Moral en Catamarca que era el candidato del Frente Cívico, o sea el candidato radical para que derrote a Barrionuevo que así fue, y algunas derrotas también. Quizás un poco menos importantes, especialmente en Mendoza, donde no se esperaba y es un distrito muy importante, en La Pampa donde apoyó a un candidato propio, un peronista disidente, Aguad, que salió tercero; y también algunas derrotas en Legislativas en Tucumán y en Córdoba.
En general, si uno analiza el calendario electoral total, buenas noticias para el peronismo y no podía ser de otra forma. Y digo que no podía ser de otra forma porque el último punto que quiero destacar de la fortaleza del gobierno es la debilidad de la oposición. La Argentina tiene una oposición estructuralmente débil. No se ve ningún signo de que esto vaya a cambiar en el corto plazo. Y cuando digo estructuralmente débil digo esto porque los partidos que tienen estructura nacional son dos nada más: el peronismo y el radicalismo, y el radicalismo carece de líderes nacionales de renombre. Los líderes nacionales de renombre están en el peronismo, uno podría pensar en Kirchner, en Lavagna o en Reutemann; o están en el ARI, como Elisa Carrió, o en Recrear como Ricardo López Murphy, pero el radicalismo no tiene líderes propios nacionales de prestigio y de peso y a esto se agrega una cosa de la que voy a hablar después que es que esta renovación que pudo llegar a darse desde adentro del radicalismo. El radicalismo es un partido que está lleno de gobernadores, de intendentes, legisladores, que podrían intentar una renovación, como ocurre a menudo en los partidos que están en crisis. Pero fue de alguna forma abortada por la elección de autoridades de este mes donde Rosas se impuso a lo que sería un movimiento subversivo, llamémoslo, al interior del radicalismo, que estaba encabezado por el gobernador saliente de Mendoza, Iglesias. El liderazgo que se impuso en el radicalismo es el liderazgo más o menos tradicional, es Rozas que ya estaba aliado con el radicalismo de la provincia de Buenos Aires, con Alfonsín, con Moreau, con parte del radicalismo de la ciudad de Buenos Aires y cerrándole el paso, fundamentalmente, a Iglesias, a Verani, al radicalismo de Catamarca, al radicalismo del interior con alguna credencial de haber sido exitosos en sus provincias y con alguna perspectiva de renovar el partido. Así que en mi interpretación esto sella la realidad del radicalismo por algunos años más.
Y finalmente otro opositor muy debilitado es el menemismo que está casi fuera de juego.
Yo parto del supuesto de que los actores principales de la política argentina de hoy, que están todos adentro del peronismo porque al no haber una oposición muy seria naturalmente el oficialismo y la oposición tienden a reproducirse en el interior del peronismo. Parto de un supuesto fuerte y que si el supuesto no es cierto, mucho de lo que voy a decir no funciona, que es que los actores tienen algún grado de racionalidad, de Kirchner y Duhalde y el resto de los líderes peronistas, fundamentalmente Solá, Lavagna, diría esos cuatro como líderes muy importantes: Solá, Lavagna, Kirchner y Duhalde y después todos los gobernadores peronistas en algún ranking que tiene que ver con la provincia que gobiernan, empezando con Obeid y De la Sota y de ahí siguiendo para abajo, actúan con racionalidad y actuar con racionalidad significa que van a tratar de evitar lo que no le conviene a nadie, que es el fracaso de una experiencia de gobierno peronista porque el fracaso de esta experiencia de gobierno casi no dejaría a nadie fortalecido. El experimento menemista, de centro derecha dentro del peronismo, que está muy desprestigiado según las encuestas, y si fracasa este experimento duhaldista-kirchnerista, centro-izquierdista por llamarlo de alguna forma, no está muy claro qué cosa dentro del peronismo podría reemplazarlo. Entonces me parece que aunque los actores tengan berrinches y caprichos y algunos símbolos y signos de acción algo irracional me parece que termina primando la racionalidad por lo menos en estos dos años que vienen hacia delante. Cuando digo esto quiero decir: la racionalidad significaría que estos líderes que mencioné apoyen en las líneas fundamentales al gobierno, por supuesto, defienden sus intereses, su poder dentro del peronismo, es inevitable, es política y está en cualquier parte del mundo, pero buscando mantener su propio espacio de poder sin desestabilizar al gobierno.
Uno ve algunos arranques de esa irracionalidad. Cuando uno empieza a escuchar estos rumores de un posible lanzamiento de Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Esto es un rumor que ha surgido. Evidentemente si Kirchner lanza a su esposa como candidata a senadora o gobernadora de la provincia de Buenos Aires, esto es una declaración de guerra. O al revés, si Duhalde empieza a decir que él apoya a Lavagna como candidato a presidente en el 2007 también es una declaración de guerra. Todas estas cosas son rumores que están circulando y yo no creo que sean rumores totalmente faltos de fundamentos. Algún fundamento tendrán, en la mente de algún estratega estarán, el tema es que se lleven adelante o no. Detrás de estos chisporrotazos siempre va a haber encuentros, como se está viendo, entre los líderes principales para evitar que todo se vaya a pique y todo se perjudique.
Yo diría que la estrategia de Kirchner es una estrategia intermedia y que si él logra mantener la estabilidad, mantener la economía funcionando, mantener su imagen de un gobierno que por primera vez, después del de Menem y después del de De la Rúa con todo este asunto del Senado aparece involucrado en problemas de corrupción, un gobierno que por primera vez parece relativamente limpio. Si logra todo eso va a llegar al final de su mandato con una buena dosis de popularidad, y todo eso dependerá de la economía, por supuesto, sobre lo cual yo no puedo especular sobre lo que va a pasar en el 2005, 2006. Pero si las cosas fueran relativamente bien en economía, y en temas de corrupción, etc., evidentemente Kirchner va a ser un jugador importante y un candidato relevante en la reelección en el 2007. Entiendo yo que siempre transitando en este camino intermedio.
La estrategia de Duhalde también va a ser intermedia y va a ser en primer lugar, defensiva. Esto está muy claro, es decir, va a buscar, conservar los lugares que tiene. De esto Duhalde dio muestras muy claritas. Duhalde no le cedió un solo lugar en la lista de diputados nacionales a Kirchner, y era una lista larga, una lista de 35 diputados de la provincia de Buenos Aires y no le puso uno ni de "buena onda", simbólicamente para que parezca que están aliados, son todos duhaldistas. Como les dije la vez pasada todos los miembros de la lista de Diputados de la provincia de Buenos Aires, o son ex ministros de Duhalde o son familiares de Duhalde, por lo menos los que están en los cargos relevantes, que podían entrar.
Mantuvo a sus hombres en los dos puestos principales de la Cámara de Diputados, en la presidencia de la Cámara de Diputados y en el bloque de la Cámara de Diputados y mantuvo también a sus hombres en una lucha que tuvo bastante de aparición mediática en la Cámara de Diputados y Senadores en la provincia de Buenos Aires. A Solá tampoco le permitió ningún tipo de avance sobre la legislatura de la provincia que él gobierna. Esta es la estrategia defensiva de Duhalde. Yo creo que él se siente amenazado y con razón, por estos dos líderes, tanto por Kirchner como por Solá.
Lo que estos dos líderes tienen que después vamos a ver en un cuadro que traje aquí es algún tipo de anclaje en la opinión pública. Tanto Kirchner como Solá son líderes que al carecer de aparatos necesitan críticamente del apoyo de la opinión pública y los dos tienen algo. Kirchner tiene mucha popularidad, en este momento, y Solá, dentro de la mediocridad general de la república Argentina de que quien tiene un 30 por ciento de popularidad puede considerarse casi un ídolo popular, está bien, es un líder que tiene un nivel de popularidad razonable.
Y aparte Duhalde hace un tercer equilibrio, no solamente respecto de Kirchner, y de Solá, sino de su propia base de sustentación, que no es tanto la opinión pública, como el peronismo de la provincia de Buenos Aires, como esa máquina formidable compuesta de intendentes, legisladores, punteros que tiene una hegemonía total en la provincia de Buenos Aires, especialmente en el Gran Buenos Aires y que es la base del poder de Duhalde y ahí me parece que también está habiendo tensiones y esas tensiones tienen que ver con el conflicto que se da entre el Gobierno Nacional y las bases del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Eso está perfectamente ilustrado con el tema de la Policía. Cuando Kirchner innecesariamente se lanza a criticar a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a los políticos peronistas de la provincia de Buenos Aires que transan con la policía y tienen negocios turbios, por un lado, Kirchner no está diciendo nada nuevo. Todos sabemos que hay una cantidad de intendentes, legisladores, especialmente peronistas de la provincia de Buenos Aires que protegen o son cómplices de la prostitución, el juego clandestino, el tráfico de drogas que maneja la Policía Bonaerense y del cual la política recibe recursos. Pero Kirchner no tenía por qué decirlo, no es responsabilidad de él, eso es parte de la provincia de Buenos Aires, depende de Solá, depende de Duhalde pero Kirchner se lanzó a este tema, creo que entre otras cosas porque vio que el tema de la inseguridad podría afectarlo a él y a la popularidad de su gobierno y la inseguridad es un problema fundamentalmente del Gran Buenos Aires (GBA). Obviamente hay inseguridad en el resto del país pero por el grado de inseguridad que hay y por la cantidad de gente que vive, el GBA es el punto crítico en este tema y al lanzarse contra eso se está lanzando contra la red de financiamiento del aparato. En buena medida el aparato se financia de ahí y yo ojalá pudiera darles más datos. Yo no sé qué porcentaje de los legisladores, intendentes, están en este tipo de cuestiones pero sé que son muchos y sé que cuando se está en campaña parte de las campañas, parte de la plata del clientelismo surge de estos negocios clandestinos, insisto: prostitución, juego, robo de autos y desarmaderos, tráfico de drogas que circula por la Policía y obviamente también por la política.
Y de nuevo, caigo casi en un lugar común, se dice que evidentemente un desarmadero que ocupa cuatro cuadras en un pueblo de dos mil habitantes no puede ser ignorado ni por el intendente, ni por la policía, ni por los legisladores, ni por nadie y hace diez años que está ahí. Bueno, evidentemente que aparezca Solá y en su momento Juampi Cafiero allanándolo, todo lo que significa es que se decidieron a hacerlo porque el desarmadero estaba ahí y todo el mundo sabía que estaba y todo lo que estaban haciendo es no hacer nada al respecto.
Hay una presión del gobierno y una presión de la opinión pública para ocuparse del tema.
Y a lo que iba con todo esto es que Duhalde queda atrapado con todo esto porque por un lado sus bases de sustentación en buena medida están atrapados en estos temas y por otro lado, el gobierno que el contribuyó a instalar y al cual le conviene en alguna medida que le vaya bien, se pelea con él. Y Duhalde tiene que hacer un equilibrio y me parece que también ya hay signos de estrés, de tensión en esa relación, en la relación entre Duhalde y su base de la máquina del peronismo. Duhalde ha dado algunos signos muy claros del pedido de apoyo al peronismo de la provincia de Buenos Aires respecto al gobierno. Ha dado esta carta famosa de hace un mes más o menos, diciendo que el que no apoyaba a Kirchner era un traidor, etc., etc., y por otro lado lo vemos al intendente Quindimil, o al intendente Ballestrini con declaraciones muy duras. Quindimil cuando Béliz dijo lo de la policía de la provincia de Buenos Aires, amenazó con renunciar a su cargo en el PJ de la provincia de Buenos Aires. Ballestrini que es un gobernador, evidentemente es un gobernador, es el intendente del municipio de La Matanza, dijo anteayer que Tomada se cuidara si le seguía bajando planes trabajar del distrito porque iba a tronar el escarmiento popular, lo cual es casi un equivalente a decir que le va a tirar 50 mil piqueteros en el ministerio de Trabajo. Es decir, hay tensiones. Cuando a veces en los diarios leemos "el duhaldismo", yo creo que hay que hacer una diferencia como muchos analistas en esos mismos diarios lo hacen. Es decir, Duhalde es una cosa, el duhaldismo es otra cosa y al interior del duhaldismo también me parece que hay varias cosas. Por cierto, hay duhaldistas que son ministros de Kirchner como Pampuro y Aníbal Fernández.
Dos palabras sobre la oposición. Porque de alguna forma me cuesta llamar a Duhalde o al duhaldismo, oposición, porque están dentro del partido, aunque en algún sentido son oposición. Quería hablar un minuto sobre la oposición real. ARI y Recrear han tenido una evolución paralela. Los dos hicieron pésimas elecciones, les fue pésimamente mal en todas las elecciones provinciales, salvo con alguna excepción como el diputado que logró elegir el ARI en Tierra del Fuego. Hoy Recrear tiene dos diputados, ARI tenía 22 y hoy tiene 11, o algo por el estilo, es decir, son partidos a los que les está yendo mal, no tienen estructura y sin estructura no se ganan elecciones en las provincias y el ARI tiene el problema adicional de que tiene un liderazgo deficiente. Y esto no lo digo como juicio de valor porque me guste o no me guste Lilita. Lo digo como un juicio de efectividad, Lilita pierde dirigentes todos los meses, a razón de dos o tres por mes. Se pelea con el Partido Socialista, después se pelea con Mario Cafiero, después se pelea con Graciela Ocaña, después se pelea con Rafael Romá y se le va desmembrando y tiene un partido que está en franca decadencia y además la centro-izquierda está dividida. Ibarra es un líder que aspira a liderar la centro-izquierda. Hay partidos como el Partido Socialista y partidos más a la izquierda que también tiene algo, es decir, es una fuerza que está en desmembramiento y uno de los puntos fundamentales del desmembramiento es los que se acercan al gobierno y los que se alejan del gobierno. Lilita decidió tomar una posición frontal al gobierno y muchos otros se tentaron y se subieron al gobierno de Kirchner o al de Ibarra o a esta idea de la transversalidad.
Con la centro-derecha pasa más o menos lo mismo. Evidentemente Recrear no tiene nada que ver con esta iniciativa de Sobisch, el gobernador de Neuquen que es una cosa mucho más peronista. Sobisch y López Murphy tienen una relación muy mala. Algo similar uno podría decir de Macri que está mucho más cercano al peronismo que a López Murphy con lo cual se podría decir que es difícil ver algún tipo de unión de estas fuerzas hacia el futuro. Y con la UCR, básicamente tenemos un partido que a pesar de que ha obtenido algunas victorias electorales en el interior, no tiene liderazgo nacional, el liderazgo emergente que ha representado Iglesias fue derrotado en las internas y en los distritos que importan, en la Capital, Buenos Aires, Santa Fe y en buena medida Córdoba. No tiene votos, así que es un partido muy debilitado.
Quería terminar con algunas amenazas posibles para esta fortaleza actual de Kirchner en el futuro. Pensando en el 2004 voy a puntear seis o siete temas que podrían debilitar la base de sustentación de Kirchner. En primer lugar el tema Duhalde y PJ de Buenos Aires. Sobre esto ya hablé, lo que quiero decir es que si mi supuesto se cae, si mi supuesto de que los actores van a ser racionales y que van a buscar que el gobierno llegue fuerte al 2007, etc., se cae por una escalada, porque uno lo agrede y el otro lo agrede más y la escalada se va de control, este es el problema más grave. En alguna medida todos deberíamos esperar que nos gusten o no nos gusten Duhalde y Kirchner y el resto de los líderes principales del peronismo tengan un pacto de no agresión porque si eso no ocurre, nos va a ir mal a todos. Y eso no está garantizado.
Segundo tema, el tema de corrupción. Al gobierno le ha ido muy bien con esto, pero justamente porque le ha ido muy bien y por el estado de ánimo que tiene la opinión pública yo creo que el gobierno es muy vulnerable a un escándalo de corrupción. Lo que quiero decir con esto es que si a Menem le estallaba un escándalo de corrupción, bueno, está bien, ¿qué le hace una mancha más al tigre? Nadie votaba al gobierno de Menem por su política anticorrupción, nadie creía, medido por encuestas, nadie creía que Menem era honesto. El 6 por ciento creía, en una encuesta que yo hice en 1998 que Menem, él personalmente era honesto, el otro 94 por ciento de la gente, un diez por ciento no opinaba y el otro pensaba que era él, directamente un ladrón. Entonces, la legitimidad no estaba basada en eso, en cambio la de Kirchner sí. Pero ellos enfatizan este tema, con lo cual si descubriéramos que la esposa del ministro De Vido, que lo controla a su marido desde la Sindicatura General de la Nación, tiene alguna actuación irregular o descubriéramos que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, efectivamente coimea o presiona a periodistas para que tengan una buena cobertura del gobierno, o algo de eso surgiera como un escándalo, el gobierno de Kirchner es muy vulnerable hacia esas cosas.
Tercer punto. Conflictos internos. Este es un gobierno que tiene bastantes conflictos internos. Entre Béliz y Aníbal Fernández, por ejemplo, que se vio cuando Béliz hizo su anuncio sobre la provincia de Buenos Aires y muchos conflictos que giran en torno de Lavagna. Lavagna tiene conflictos con De Vido por el tema tarifas, por el tema de prudencia fiscal. Lavagna tiene conflictos con Tomada, se vio esta semana por el tema indemnizaciones y doble indemnización. Lavagna tiene conflictos con Fernández, con Alberto Fernández, también por tema de tarifas y cuando dijo que había sido una devaluación exitosa, Alberto Fernández lo salió a desmentir. Bueno, lo que algunos analizan en términos del ala política del gobierno, el kirchnerismo más leal, contra un Lavagna que representaría, según algunas versiones, la racionalidad económica y por lo tanto se pelea con el ala política que quiere imponer una racionalidad política y según otras versiones, un Lavagna que como tiene ambiciones propias es visto con desconfianza por el círculo interno de Kirchner.
Cuarto tema que está destacado en todos los diarios es el de los piqueteros. El de los piqueteros es un tema grave, no por su potencial real: son pocos, no tiene líderes importantes, están divididos, no los veo como una fuerza política tan importante, pero sí porque por primera vez le han quitado la iniciativa al gobierno. Es el primer tema importante de la agenda que no lo domina el gobierno. El gobierno está a la defensiva, está siguiendo los acontecimientos. Desde el 25 de mayo hasta noviembre el gobierno era prácticamente el que instalaba los temas y los manejaba. Este de los piqueteros es el primero que de alguna forma se le instaló y lo puso a la defensiva al gobierno.
El quinto tema es el tema policía y crimen. Un tema donde el gobierno se metió, no tenía por qué meterse pero se metió y por lo tanto ahora si las cosas siguen mal el gobierno va a pagar algunos costos. Si el tema de la Policía no se resuelve, y créanme que es uno de los más irresolubles de este país, el tema de la corrupción y las mafias policiales, y por lo tanto el tema del crimen.
El sexto tema es política exterior. En política exterior, Kirchner ha hecho algunos gestos torpes, diría yo, que tienen que ver con usar la política exterior para consumo interno. Cuando Kirchner lo critica a Enrique Iglesias porque lo designó a Machinea en la CEPAL, o cuando Kirchner dicen que lo recriminó a Aznar o cuando Kirchner se junta con Evo Morales, o cuando le pide al Congreso que no apruebe la inmunidad para las fuerzas estadounidenses que venían para los ejercicios militares Águila III en Mendoza en octubre porque había elecciones a la semana siguiente y nadie quería que el tema se convirtiera en un problema para que gane el candidato peronista, que al final no ganó. Todas estas cosas fueron, en mi interpretación, instrumentaciones de la política exterior para el consumo interno. Y yo esperaría, y realmente creo que va a pasar, que ahora que terminaron las elecciones y terminó el período de consolidación de Kirchner esto va a dejar de ser así. Como que Kirchner jugó con fuego, pagó algunos precios, porque por ejemplo varios funcionarios del gobierno estadounidense criticaron la suspensión del ejercicio Águila III, Roger Noriega criticó la visita y la condonación de la deuda a Cuba, para una administración estadounidense que es particularmente anticastrista, y esto le resulta bastante irritante. Bueno, yo no creo que Kirchner vaya a seguir así a futuro pero si sigue, la Argentina no está en condiciones de ganarse enemigos porque está en situación de gran debilidad.
Y algo similar uno podría decir respecto al Fondo Monetario. Uno ve un potencial para conflictos con el Fondo en el 2004, sea por el tema de la renegociación de la deuda privada, sea por el tema de alguna indisciplina fiscal, por ahora no, pero podría haber en el 2004 y sea por el tema de la coparticipación que yo es el que veo como el único de la agenda de reformas que pide el Fondo que no va a ocurrir, es decir, no creo que vaya a salir una ley de coparticipación como demanda el Fondo. Ahí veo algunas posibles tensiones para el 2004.
Termino diciendo que yo creo y veo en estos días algo que esperaba y que alguna vez mencioné, que es un comienzo a un giro hacia una política más realista por parte de Kirchner. O sea, en la reunión pasada hablé de una agenda idealista, una agenda políticamente conveniente, una agenda realista. Yo creo que los temas de la agenda idealista o políticamente conveniente están bajando, el tema militares, el tema derechos humanos, y están subiendo algunos temas de la agenda más realista. Kirchner se ha aproximado a grupos económicos, eso cuando hablamos la última vez en octubre no había pasado. Menor hostilidad hacia los bancos y las AFJPs, cercanía con ciertas negociaciones más razonables con algunas privatizadas, eso yo lo veo como algo de realismo. Empieza a avanzarse con el tema tarifas. Lavagna empieza a mencionar algunas cosas que empiezan a sonar como política de largo plazo, no sé si buena o mala pero política de largo plazo, como promover ciertos sectores económicos, se han anunciado 9, o como generar políticas de promoción de exportaciones industriales que están estancadas o en realidad cayendo en los últimos dos años a pesar de la devaluación. Kirchner ha dado órdenes de avanzar con el tema de reforma política que es un tema político controvertido, algún avance no sé si por la imagen o real pero seguramente algún avance va a haber por ese lado. En la reforma judicial también y también Kirchner parece estar abandonando la transversalidad y basándose más en el peronismo como base de poder, eso también parece estar indicando que abandona un poquito estas cosas más idealistas que costaba menos hacerla los primeros meses de a presidencia y que eran necesarias para obtener algún tipo de apoyo político y comienza a girar hacia la agenda de los cuatro años que le quedan de gobierno, de resolver problemas concretos. Creo que vamos a empezar a ver algunas políticas más de largo plazo, en temas de política económica, en temas de seguridad, en temas política judicial, quizás en algunos temas de seguridad jurídica y creo sí, en política exterior. Lo leí a Bielsa hace unos días que decía que el tema de Cuba había que reconsiderarlo. Es simbólico el tema de Cuba, Argentina va a votar o no a favor o en contra de condenar a Cuba por los derechos humanos, no es un país que sea relevante en las relaciones exteriores de la Argentina pero sí es simbólicamente muy importante respecto de lo que Estados Unidos va a pensar respecto de eso. Y Bielsa después de haber realizado algunas desafortunadas declaraciones sobre que él creía que en realidad no era tan claro que hubiera violación de derechos humanos en Cuba, ahora está cambiando de discurso, está diciendo: "bueno, vamos a ver, hay que estudiarlo, evidentemente hay problemas, queremos ver toda la información que hay sobre el tema para saber cómo vamos a votar en este tema".
Yo creo que va a haber un giro hacia el realismo en la política exterior también.
Carlos Gervasoni es Politólogo (UCA), Presidente de CADAL, Master en Political Science y en Latin American Studies (Stanford University), profesor universitario (Universidad Católica Argentina, Universidad Di Tella y Universidad del CEMA), Directivo de la Sociedad Argentina de Análisis Político y miembro de la Latin American Studies Association.