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02-08-2012

¿Cómo lidiar con el problema de la violencia armada en América Latina?

El informe la organización inglesa Action on Armed Violence (AOAV) identifica una tendencia de enfatizar los perpetradores y estrategias de “mano dura”, en vez de poner el énfasis en la prevención.
Por Camden Luxford

(Análisis Latino) Ya se sabe muy bien que la violencia se está convirtiendo en la mayor preocupación de la ciudadanía latinoamericana. Y con razón, ya que solo en África y el Medio Oriente se experimentan menores tasas de paz.

El informe redactado por la organización inglesa Action on Armed Violence (AOAV), Capacidades estatales para atender el problema de la violencia armada en América Latina y el Caribe, trata de fomentar un diálogo sobre las capacidades – existentes y faltantes – de los gobiernos, y el mejor camino para construir instituciones que sí pueden lidiar con el creciente problema de violencia armada en América Latina.

El estudio abarca once países, que tienen una tasa de homicidio promedio de 27.5 por 100,000 habitantes, alrededor de 18 puntos más alto que el promedio global. Son la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Nicaragua y Uruguay. El problema existe en mayor o menor grado en cada país, y tiene diversas fuentes: las drogas, las maras y pandillas, los paramilitares, situaciones de post-conflicto, el crimen común y la violencia familiar.

Todos los países examinados, con la excepción de Uruguay, han firmado los Compromisos de Oslo sobre Violencia Armada y la Declaración de Ginebra, dos iniciativas internacionales que “suponen el desarrollo de capacidades estatales para una mejor comprensión de la naturaleza de la violencia armada y para su efectiva reducción”.

El informe toma estos dos documentos como su marco, con la intención de analizar el progreso de cada estado estudiado en el cumplimiento de estas obligaciones. En esta preliminar investigación sólo se examinan los proyectos llevados a cabo por el gobierno federal o central, y no se toman en cuenta los de la sociedad civil, al menos que se cumplan en colaboración con el estado o bajo la supervisión del mismo. El periodo de investigación es de 2001 a 2011.

Los resultados se dan en tres categorías. Primera, las instituciones a cargo de los sistemas de medición, monitoreo y análisis; segunda, los instrumentos normativos e intervenciones estatales en materia de prevención y reducción de la violencia armada; y tercera, las intervenciones en materia de asistencia a las víctimas.

Medición, monitoreo y análisis de la violencia armada

El informe subraya la falta de colaboración entre actores estatales y no-estatales en el diseño, implementación y administración de sistemas para la medición, monitoreo y análisis del problema. Hay una falta de comunicación entre distintas agencias y poca información es recogida sobre las víctimas, perpetradores, armas y factores de riesgo.

En materia de transparencia, puede verse que la falta de acceso público a las metodologías utilizadas en la elaboración de datos que sí son de acceso libre. Esto también complicaría cualquier intento de comparar la eficacia de las distintas intervenciones llevadas a cabo en distintos países.

Agreguemos el sub-registro de violencia y la falta de presencia estatal en las regiones más remotas de muchos de los países, además de una falta generalizada de recursos tecnológicos y capacitación adecuada de personal, y es claro que hay mucho que hacer para logar una suficiente comprensión del problema de violencia en los países estudiados. Sin comprender, hay poco que se puede hacer.

Instrumentos normativos e intervenciones estatales en materia de prevención y reducción de la violencia armada

Aquí también la falta de presencia del estado en todas las regiones del país lleva a la incapacidad de servir todas las poblaciones y cumplir con los instrumentos normativos que sí se han aprobados en las capitales. Esto es más preocupante todavía dado que son precisamente estas regiones dónde organizaciones como las FARC en Colombia son más fuertes. La efectiva implementación de intervenciones en todo el país también se complica a causa de limitaciones financieras, falta de personal capacitado y las preocupaciones de seguridad.

El informe identifica una tendencia de enfatizar los perpetradores y estrategias de “mano dura”, en vez de poner el énfasis en la prevención. AOAV vuelve a recomendar una mejor compresión sobre los perfiles de víctimas y perpetradores, los factores de riesgo y las armas utilizadas, además de un esfuerzo de crear sinergias entre las intervenciones llevadas a cabo.

Intervenciones en materia de asistencia a las víctimas

En este materia se encuentra muchos más programas de asistencia que instrumentos legislativos. La mayoría se enfocan en rehabilitación y recuperación física, y AOAV recomienda que se preste más atención a rehabilitación psicológica, inclusión social y económica, y reparación moral y financiera. Además, señala que las mejores – y la mayoría – de los programas se dedican a las víctimas de episodios de conflicto armado, y cuestiona si las víctimas de violencia en situaciones no-conflictivos – y las víctimas no directas – realmente se están atendiendo.

Aquí también se ven las debilidades de falta de comunicación, falta de recursos humanos y financieros, preocupaciones de seguridad y barreras geográficas.

La violencia latinoamericana y la democracia

Como ya se señaló en este espacio, América Latina es “una región ‘capturada' por el clima de opinión de que el crimen se ha tomado la agenda informativa y domina las comunicaciones sociales” (Latinobarómetro, 2012). El temor “amenaza con llevar a la exigencia de soluciones militaristas y cortoplacistas”, de modo que el informe de AOAV ha llegado en el momento indicado. Nos alerta sobre la tendencia existente de implementar – a medias – soluciones de “mano dura”, sin una inteligente y transparente medición y análisis de las dimensiones del problema, ni de los efectos de las intervenciones implementadas. 

Para acabar con el problema de violencia armada en esta región es imprescindible un debate público sobre la creación de instituciones capaces de analizar la situación, crear intervenciones adecuadas y implementarlas en todo el país y por todos los ciudadanos.

Camden Luxford
Camden Luxford
 
 
 

 
 
 
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