Derechos Humanos y
Solidaridad Democrática Internacional

Comunicados

Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos

06-08-2017

Llamado a condenar a la dictadura de Maduro y sus aliados

Los representantes de los gobiernos que se reunirán el martes 8 de agosto de 2017 en Lima tendrán la oportunidad histórica de condenar a la dictadura venezolana de Maduro y al autoritarismo en la región, anunciando el abandono de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Ante el incremento represivo del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, que adquirió prácticas de terrorismo de Estado que ha costado la vida de más de un centenar de personas, y el fraude consumado en una ilegítima constituyente que tiene como objetivo instalar en ese país un régimen totalitario de partido y pensamiento único como el de Cuba, el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) desea, en primer lugar, recordar lo expresado el 20 de febrero de 2014:

-“Desde que el ex militar golpista Hugo Chávez Frías llegó al poder por la vía democrática en Venezuela, este país ha visto erosionar su estado de derecho y las libertades fundamentales. Pero Chávez no se limitó a gobernar de manera autocrática Venezuela, sino que también apoyó política y económicamente la erosión de la institucionalidad democrática en otros países de América Latina e incluso ha defendido a las peores dictaduras que quedan en el mundo, como las de Corea del Norte, Siria y Bielorrusia”.

-“Si la democracia en América Latina no estaba consolidada debido a la permanencia de una dictadura militarista de partido único en Cuba, más lejos está ahora la región en afianzar los valores que caracterizan a los países del mundo que han alcanzado los más altos niveles de desarrollo”.

En segundo lugar, CADAL recuerda que el sucesor designado por Chávez se impuso en las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013 con el 50,61% de los votos por sobre el 49,12 obtenido por el opositor Henrique Capriles. Aquí el papel de los países y organismos de la región jugó un rol fundamental en legitimar al chavismo, pues con todo el apoyo del aparato estatal en favor de Maduro y su triunfo por menos del uno por ciento, correspondía el recuento de votos reclamado por Capriles.

En tercer lugar, los gobiernos nacionales y los organismos regionales - con la honorable excepción de Luis Almagro, desde que fue designado Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) - fueron cómplices de la profundización del autoritarismo y la represión en Venezuela, al no recordarle oportunamente a Nicolás Maduro lo suscripto por su país en el “Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur, la Republica de Bolivia y la República de Chile”, el “Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de UNASUR sobre Compromiso con la Democracia“, la “Declaración Especial sobre la Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional en Iberoamérica” y la “Declaración Especial sobre la Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)”.

En consecuencia, es hora que los gobiernos latinoamericanos realmente comprometidos con la defensa de la democracia y el respeto a las libertades fundamentales envíen una señal política clara al gobierno de Venezuela y sus incondicionales aliados regionales - Cuba, Nicaragua y Bolivia - abandonando la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Esta propuesta se basa en los siguientes fundamentos políticos:

- La creación de la CELAC decía asentarse en el respeto irrestricto del Estado de Derecho, la defensa de la democracia, el respeto a los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, como requisitos básicos para integrar el organismo. Sin embargo, frente a lo que se está viviendo en Venezuela, junto a la negación de las libertades en Cuba, más la erosión de la institucionalidad democrática en Bolivia y la consolidación del autoritarismo en Nicaragua, permanecer en este organismo es una falta de respeto para todos los activistas reprimidos de sus derechos humanos, los opositores políticos perseguidos y encarcelados, y muy especialmente para las víctimas del terrorismo de Estado.

- Para los países latinoamericanos que aspiran al desarrollo, la CELAC no solamente es un organismo ineficaz y una poco acertada inversión de tiempo y recursos. Su real objetivo es que el bloque del ALBA influya y condicione políticamente al resto de los países de la región, con el expreso propósito de convertir a la CELAC en “única vocera de la región en los foros, organismos y organizaciones internacionales”.

- Resulta contradictorio que muchos países integren un organismo que se propone suplantar a otro del cual forman parte y que cuenta con una institucionalidad muy superior. Al respecto, Rafael Correa, siendo presidente de Ecuador, lo dejó muy en claro en la II Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en La Habana, en enero de 2014, afirmando que la CELAC debería sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA).

- En definitiva, es inaceptable formar parte de un organismo que se define como “mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política” cuando estados que lo integran reprimen y encarcelan a la oposición política, y que, además, como en el caso de Venezuela, asesina a los ciudadanos que reclaman por sus derechos.

Finalmente, CADAL le solicita a la Unión Europea que cancele su participación en la Cumbre conjunta con la CELAC, cuya realización está prevista para el mes de octubre en El Salvador, y de esa manera despojar la legitimidad de un organismo viciado de autoritarismo.

 
 
 

 
Comunicados
 
Más sobre el proyecto Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
 
Ultimos videos