Derechos Humanos y
Solidaridad Democrática Internacional

PERFIL

Jorge M. Streb
Jorge M. Streb
Consejero Académico
Director de Investigaciones y Profesor de Economía y Ciencia Política en la Universidad del Cema y coeditor del Journal of Applied Economics. Es Licenciado en Economía (Universidad de Buenos Aires), tiene un Ph.D. en Economía (U.C. Berkeley). Sus áreas de investigación son la economía política y la teoría de la información. Publicó artículos académicos en Economía - Journal of the LACEA, Public Choice, Kyklos, Estudios de Economía, Economics&Politics, Journal of Public EconomicTheory, Journal of International Economics, Journal of Development Economics y Desarrollo Económico y Social.
Publicaciones de Jorge M. Streb
Archivo | Artículos

Ver publicaciones de Jorge M. Streb en colaboración con otros autores

14-05-2020 | Artículos
El Estado desde ya puede legítimamente limitar la libertad de un individuo en defensa de los demás habitantes. Pero, ¿por qué prohibir las salidas recreativas en horarios poco concurridos? Después de ocho semanas, el aislamiento social preventivo y obligatorio hace más daño que bien y no ayuda para frenar los contagios que se están propagando en hogares para gente mayor y en villas con hacinamiento. Ahí es donde las autoridades podrían volcar su atención y energía.

15-12-2015 | Archivo
La democracia por sí misma no asegura el desarrollo económico si no se acierta en las políticas económicas correctas. La Argentina ya tuvo dos giros muy fuertes de política económica desde la restauración democrática en 1983. La primera reforma fue después de la hiperinflación de 1989, cuando se privatizaron empresas públicas, se abrió el comercio exterior y se eliminó el financiamiento monetario del déficit fiscal. Sin embargo, la imposibilidad de sostener la convertibilidad 1 a 1 entre peso y dólar y el default de la deuda en 2001 abrieron el paso a una contrarreforma que revirtió los otros avances en política económica. Hoy estamos parados en un tercer giro fundamental de políticas económicas.

21-03-2013 | Archivo
El electorado ha recompensado un desempeño que parece reflejar en gran parte factores externos favorables más que una buena gestión interna, sobre todo a partir del 2008 cuando nuestro desempeño relativo ha sido marcadamente inferior que el de nuestros vecinos del Cono Sur. A esto se agrega que el crecimiento futuro está comprometido por la desinversión en capital físico y por el debilitamiento institucional en esta última década.


[1]