¡Vos también podés ser parte!
(7 Miradas) Con el tamaño de debate que se armó el año pasado, muchos arriesgaron que definitivamente iba a ser un tema en las campañas de este año, y que la sociedad iba a interpelar a los candidatos para que se definan. ¿Está sucediendo eso? Como siempre, debe verse esto con cuidado, analizando los matices y poniéndolo en contexto.
Al ser un tema que afecta las creencias religiosas, las sensibilidades personales, las convicciones filosóficas, y corta al medio a casi todo el espectro político, no caben las afirmaciones taxativas sobre si sí o no va a influenciar. Está claro que es un gran ejemplo de lo que se ha dado en llamar hace unos 15 años el “debate valórico”, en donde los votantes ya no miran las cuestiones más obvias –la economía o la seguridad- y pasa a debatir sobre cuestiones profundas, pero que en ninguna lista de prioridades se destaca demasiado. Un ejemplo clásico es la elección en la que Bush hijo le ganó a Kerry (2004), donde se terminó debatiendo sobre cuestiones como el aborto, si había que rezar o no en las escuelas, o si se debía enseñar o no la teoría evolucionista de Darwin. ¿Estamos en ese punto en la Argentina? A priori no demasiado.
Vayamos al grano:
Por alguna razón que desconozco, en las redes los grupos más movilizados son los “pro vida”, sobre todo en provincias donde la postura mayoritaria parece ser contraria al aborto. Están identificando públicamente a los candidatos “verdes” (que en algunas provincias son todos los principales) a los que no se debe votar. Sin embargo, no se están convirtiendo en un issue en “la conversación ciudadana”.
Moralejas:
Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)