¡Vos también podés ser parte!
(7 Miradas) A falta de ideas, bueno es el pragmatismo: “si no hay un candidato que realmente te guste, votá al menos malo”. Agotado el eje cambio – continuidad, este debate tarde o temprano iba a darse. Lo dijimos en esta columna: los 3 factores de desequilibrio podían ser el liderazgo, la gobernabilidad y la lógica del menos malo.
Veamos qué le sucede a los votantes de cada candidato:
Esto es lo que explica que en el conjunto del electorado el 48 % no quiera que el próximo sea Macri, el 41 % que no sea Scioli y el 19 % que no sea Massa.
Al conjugarse estos datos con el 69 % que cree que Scioli será el próximo presidente (y así lo piensa el 45 % de los votantes de Massa y la mitad de los de Macri), el incentivo a la polarización es débil.
Da la impresión que las campañas ya han dado todo lo que podían:
Quizá alguno de los 3 tenga un as en la manga y se genere una corriente de energía particular en el electorado. Si no es así, tal vez no haya mucho más para comentar hasta que se abran las urnas y veremos cómo terminó reflexionando el colectivo social.
Por tratarse de un escenario inédito en 32 años de democracia que obligará a reescribir varias certidumbres históricas, poco se debe esperar de las encuestas y se debe canalizar toda la ansiedad en la dinámica de los factores.
Quedan 8 días de campaña y 11 días de incertidumbre. Demasiado poco para torcer el rumbo de la historia.
Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)