¡Vos también podés ser parte!
(7 Miradas) Todo el tiempo se habla de si el gobierno puede ganar o no las elecciones de este año. Por supuesto que a esta altura, sin candidaturas definidas, sin resolverse el enigma de CFK, sin arreglarse la interna peronista bonaerense, y con la gente con la cabeza en la plata que no alcanza, la moneda está en el aire.
Sin embargo, la de este año es una elección federal en 24 distritos, lo cual distorsionará un poco la foto real final. Hagamos un mínimo de historia: el kirchnerismo perdió el comicio legislativo de medio término en 2009 y 2013 en la provincia de Buenos Aires (PBA), pero de todos modos se impuso en el recuento nacional. Las fotos que quedaron grabadas en la retina son las de De Narváez y Massa como triunfadores. Los analistas diseccionaron de un modo diferente la realidad política conformada.
Si el gobierno puede ganar la elección nacional no se sabe, y tampoco es tan importante desde el punto de vista del impacto mediático, de la opinión pública, y de los actores políticos, económicos y sociales. Porque si el gobierno pierde en PBA, todo olerá a desastre, y si gana, todo sugerirá triunfo. Como de costumbre, ninguna de las 2 conclusiones será la correcta.
El oficialismo puede ganar en la PBA y no obstante perder a nivel nacional. ¿Es esto posible? Perfectamente. Veamos las siguientes cuestiones:
Dicho todo esto, entonces es posible que el gobierno gane en la PBA, sin que pueda triunfar a nivel nacional (como sí logró Alfonsín en 1985). ¿Qué significaría una radiografía de ese tipo?
Yendo entonces a la pregunta del título de esta columna, la respuesta es afirmativa: el gobierno puede zafar si se activan ciertos miedos, pero algún correctivo sufrirá por el combo de economía que no despega y sus errores no forzados, el cual ha producido una decepción prematura.
Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)