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Monitoreo de la gobernabilidad democrática

10-12-2004

NICARAGUA: MUNICIPALES EN UN ESCENARIO INESTABLE

En el marco de un escenario político complicado se llevaron a cabo las elecciones municipales en Nicaragua. Las mismas dejaron como claro ganador al otrora revolucionario Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Por Matías Franchini

En el marco de un escenario político complicado, signado por el proceso de destitución a que esta siendo sometido el Presidente Enrique Bolaños (a la sazón titular de un gobierno que no encuentra sustento político) se llevaron a cabo las elecciones municipales en Nicaragua. Las mismas dejaron como claro ganador al otrora revolucionario Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), mientras que mostraron un duro retroceso del Partido Liberal Constitucional (PLC) y evidenciaron la falta de apoyo popular a la apuesta política del Presidente, la Alianza por la Republica (Apre). La contienda no careció de denuncias cruzadas de fraudes, apelaciones a las decisiones de los organismos electorales y protestas callejeras, sin embargo, la nota trágica la puso el asesinato de una joven periodista que cubría un enfrentamiento entre facciones partidarias rivales. El resultado de la elección parece dejar un panorama político aun más complicado, con un gobierno todavía mas debilitado y una oposición que se hace fuerte pensando en las elecciones presidenciales de 2006.

Los protagonistas

La contienda electoral puso en juego la titularidad de 151 municipios, entre los cuales  sobresalen por su importancia la capital Managua (con mas de 1 millón de habitantes) y las 17 capitales de departamento. Mas de 3 millones de electores eligieron entre algo más de 16.000 candidatos a alcaldes, vicealcaldes y concejales. Si bien se presentaron 11 contendientes entre partidos y alianzas, las únicas fuerzas realmente tenían chances competitivas eran el FSLN, el PLC y el Apre (este ultimo en menor medida). Algunas breves notas sobre cada uno de ellos:


El FSLN es aquel mismo que desplazó del poder al dictador Anastasio Somoza en 1979 y manejó los destinos de Nicaragua hasta la llegada de Violeta Barrios de Chamorro en 1990. Su principal líder y figura es Daniel Ortega, aquel que fue presidente entre 1984 y 1990 y que se especula buscará serlo nuevamente en 2006. Esta fuerza de izquierda tiene un piso histórico de alrededor del 30% del electorado, que por el momento no le ha alcanzado para evitar ser derrotado por las fuerzas liberales en las ultimas tres elecciones presidenciales (1990, 1996 y 2001). El proceso de elecciones municipales presentaba la oportunidad de avanzar electoralmente en forma clara, sobre los divididos sectores liberales.


El PLC, partido refundado por Arnoldo Alemán a principios de los 90´s sobre sectores anti-sandinistas y remanentes del régimen de Somoza, llegó a las elecciones municipales con dos graves problemas. En primera medida, su principal referente y ex Presidente de la Republica Alemán (1997-2002) preso tras haber sido condenado a 20 años por fraude, lavado de dinero y malversación de caudales públicos. Y en segundo lugar, dividido, tras el alejamiento del grupo del actual primer mandatario. Estas dos circunstancias, amenazaban con afectar sensiblemente la performance electoral del partido, que fue justamente lo que sucedió.


El Apre es la fuerza construida por el Presidente Enrique Bolaños tras haber perdido el apoyo del PLC (partido que lo llevo a la presidencia) a raíz de su compromiso con el proceso que termino condenando a Alemán por corrupción. Hacía su debut electoral en las municipales con esperanza de lograr un caudal de votos lo suficientemente significativo como para traducirse en apoyo político para su débil gobierno. pero el electorado no acompañó.

La elección

Pasemos ahora a algunos datos sobre la elección:


El FSLN logró el mayor porcentaje de votos a nivel nacional 43,7%, seguido por el PLC con 37,4%, y el Apre con 9.5%. La fuerza de izquierda se quedó asimismo con la mayoría de los 151 municipios en disputa, al alzarse con la victoria en alrededor de 90 de ellas (casi el doble de las 53 logradas en las municipales de 2000), mientras que el PLC debió conformarse con alrededor de 50 (casi la mitad que en 2000: 94), el partido del Presidente, no alcanzó siquiera la decena (en 2000 no había participado). En cuanto a las principales ciudades, el FLSN retuvo la importante importante Managua y se impuso en 14 de las 17 cabeceras departamentales, dos correspondieron a PLC y la restante al movimiento indígena de la costa Caribe Yatama. Todo en el marco de una apatía general, que llevo los niveles de abstención a mas allá del 50%.


Los números son contundentes y sostienen lo afirmado mas arriba sobre el balance general de la contienda. El FSLN fue el claro ganador, doblando en numero de municipios, extendiendo su presencia en grandes ciudades y siendo el partido mas votado. Logró aprovecharse de la división de los sectores liberales, del clima de incomodidad política que genera la debilidad y vulnerabilidad del gobierno y del descontento general que han generado los episodios de corrupción (Alemán y Bolaños) sumados a problemas endémicos de pobreza y desempleo. También ha logrado mantener mayores niveles de unidad y disciplina que sus rivales directos. Quizás las palabras de Daniel Ortega suenen un poco exageradas al afirmar que las elecciones municipales fueron una revolución "sin fusiles" y que el triunfo de su partido lo ha convertido "en la primera fuerza política del país". Sin embargo, es innegable que el sandinismo ha dado un paso importante de cara a las elecciones de 2006, teniendo siempre en cuenta el marco temporal que nos separa de aquel comicio y el carácter local de la contienda pasada.


La contracara del éxito del FSLN ha sido la dura derrota que ha sufrido el PLC, que vio reducir prácticamente a la mitad sus municipios y quedó detrás de la fuerza de izquierda en cuanto a caudal de votos. Las razones de esta decepción electoral parecen encontrarse en las heridas aun no cicatrizadas de la gestión de Arnoldo Alemán (incluida claro su condena por corrupción) y por la partida de parte de sus filas al nuevo partido del Presidente. Sin embargo no han faltado análisis en el sentido de que ha sido la casi obsesiva concentración del partido en la suerte de su encarcelada principal figura, la que ha quitado fuerzas para encarar la campaña municipal. Ya hay voces dentro del partido que piden una superación de este conflicto y plantean la renovación del liderazgo. Se especula que la derrota sufrida, obligue al partido a un debate interno en torno a este tema.


La apuesta del Enrique Bolaños, de que su novel fuerza pudiera tener un buen desempeño en las urnas para aumentar su margen de maniobra política, finalmente fracasó.  La actuación del Apre en las elecciones municipales fue demasiado modesta como para aspirar a convertirse en un soporte estable para la sufrida gestión del Presidente. Este ha quedado a merced del FSLN, tradicionalmente en la oposición y del PLC, sus antiguos socios “traicionados”. Un panorama nada alentador.


Como dijimos al principio, el proceso de votación no careció de incidentes, aunque distó de ser una elección violenta. Los mismos se dieron sobre todo en aquellas localidades en que los resultados aparecían mas cerrados. Hubo protestas, manifestaciones y algún que otro enfrentamiento entre facciones rivales. No faltaron tampoco denuncias de fraude, sobre todo de parte del oficialista Apre, que acusó a sus principales rivales, PLC y FSLN de aliarse en los organismos electorales para perjudicarlos. La madre de todas las batallas electorales tuvo como escenario a Granada, en la que tanto el FSLN como el Apre se declararon victoriosos al término del comicio, sin embargo hubo que esperar mas de tres semanas, y el tramite en una serie de instancias jurisdiccionales electorales (entre ellas el Supremo consejo electoral, que dirimió la disputa) para conocer al ganador por una decena de votos: el FSLN.


El episodio más trágico y confuso tuvo que ver con el asesinato de una periodista de 26 años mientras reporteaba para el Diario “La Prensa” una discusión entre partidarios del Apre y el PRN (Partido de las Resistencia Nicaragüense) en el municipio de Juigalpa. Maria José Bravo recibió un disparo de arma de fuego en el tórax mientras cubría la noticia. Según versiones de testigos presénciales y de fuentes policiales, el autor de asesinato seria un ex alcalde del PLC resentido por la forma en que la prensa había tratado a su partido. El gobierno ordenó una rápida investigación del caso y el sospechoso en cuestión fue detenido.

Consideraciones finales

El futuro no aparece sencillo para la democracia nicaragüense, la misma deberá lidiar con el proceso de destitución iniciado contra el Presidente Bolaños por presunta financiación ilegal de su campaña, con un gobierno con poco apoyo político y legislativo que además ha visto debilitarse aun más su posición tras las elecciones municipales, con una oposición más amplia y ganadora y con un partido importante dividido y tensionado por disputas internas. Esta situación de seguro le impondrá al Presidente la necesidad de negociar acuerdos políticos con EL FSLN y el PLC para evitar caer en la ingobernabilidad. Las elecciones municipales en algún sentido, parecen haber agregado a la revuelta política de nicaragua, un factor mas de inestabilidad, debilitando a un gobierno débil y fortaleciendo a una oposición fuerte.


Fuentes:
La Nación y el Clarín, de Argentina.
La Prensa y el Nuevo Diario, de Nicaragua.
“El Frente Sandinista va a emerger como la primera fuerza política del país”
Entrevista al analista político nicaragüense Carlos Fernando Chamorro  por Norma Domínguez (2004). En Observatorio Electoral (www.observatorioelectoral.org.).
www.bbcmundo.com.


 

Matías Franchini
Matías Franchini
Consejero Académico
Es Profesor Principal de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, en Bogotá. Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad de Brasilia y Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Católica de Buenos Aires. Fue investigador visitante en la Woodrow Wilson School de la Universidad de Princeton. Es autor de varias publicaciones en inglés, portugués y español en las áreas de gobernanza global, estudios latinoamericanos y política internacional del cambio climático.
 
 
 

 
 
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