¡Vos también podés ser parte!
La reciente afirmación de Jorge Bergoglio sobre su cercanía con Raúl Castro deja entrever una similitud en sus formas de pensar sobre la democracia, de la que ambos descreen, al tiempo que recuerda la doble vara del papa Francisco a la hora de juzgar el respeto de los derechos humanos en distintos países: severo en algunos casos y mucho más laxo en otros, sobre todo si se trata del régimen de la isla, cuyas credenciales en la materia son inexistentes.
(Clarín) Las actitudes cómplices, justificadoras o indiferentes de muchos sectores políticos y gobiernos de la región y el mundo (incluido el argentino, que además, preside el Consejo de Derechos Humanos de la ONU), deben contrastarse con aquello sobre lo que los propios sistemas internacionales de protección de derechos humanos han dicho en los últimos meses.
(Clarín) Resulta incompresible que autoridades de países democráticos de América Latina se sumen al juego extorsivo y propagandístico de la dictadura cubana. No callan para solidarizarse con la vieja dictadura que se siente “excluida” de un organismo al cual no desea pertenecer y cuyos valores, como la Carta Democrática Interamericana, no comparte; pero sí callan al no denunciar al régimen de Díaz-Canel por reprimir las libertades fundamentales del pueblo cubano y encarcelar a personas inocentes.
Las declaraciones del presidente del Tribunal Supremo Popular no pueden ser más absurdas. No hay nada más alejado de una ley “moderna” que el nuevo código penal cubano, un catálogo arcaico de prohibiciones, castigos severos y limitaciones que le ponen un cepo casi definitivo a la posibilidad de manifestarse, a través de la prensa, el arte, cualquier expresión cultural o política, de forma contraria al punto de vista oficial.
(Infobae) Sin justicia independiente, sin libertad de prensa y sin organizaciones de derechos humanos que puedan funcionar legalmente, es imposible conocer el alcance que tuvo la represión durante las protestas del 11J. Una dictadura puede llegar a su fin cuando el pueblo se manifiesta en las calles desafiando la represión, pero también cuando moralmente se ve debilitada por la condena y el rechazo internacional.
(Clarín) Si una situación de este tipo hubiera tenido lugar en cualquier otro país de la región latinoamericana seguramente hubiera concitado un repudio unánime por parte de aquellos que se reconocen como integrantes del amplio campo progresista, pero eso no ocurrió, salvo excepciones. Si el principio rector que organiza la defensa de los derechos humanos es su carácter universal, es decir, que todas las vidas importan por igual, es necesario que la solidaridad con toda comunidad represaliada por el poder se exprese sin importar en qué lugar del arco político uno se encuentre, y sin anteponer de manera mezquina ninguna “ganancia” ideológica.
(Clarín) Es hora de que las democracias de Latinoamérica ayuden a iniciar el fin de la impunidad de la que goza Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En un contexto regional de serio deterioro institucional en países como Brasil; de grave deterioro en el El Salvador, y de cuestionamientos en otros países incluso democráticos, sin embargo hay países con altos niveles de calidad institucional y compromiso en el respeto de los derechos de sus ciudadanos, como Uruguay y Costa Rica.
Lo más probable es que las entrañas del monstruo sigan mostrándose, porque el monstruo solo conoce violencia. Y en ese sentido, quienes sostienen dentro y fuera de la isla la legitimidad de ese régimen tendrán costos cada vez más altos que pagar. Tal vez no haya marcha atrás porque quienes salen son jóvenes y, en cambio, quienes se perpetúan en el poder tienen el tiempo en su contra.
El pasado miércoles 13 de enero, el portal de noticias independiente CiberCuba organizó una charla-coloquio con Prisoners Defenders acerca de las restricciones a la libertad de movimiento en Cuba, lo cual dio paso al fenómeno comúnmente aludido como el de “los regulados”. La presentadora, Tania Costa, introdujo el tema y a los invitados, entre los que se encontraron Laritza Diversent (representante de Cubalex), Javier Larrondo (por Prisoners Defenders), Manoreys Rojas (médico cubano), Yaxys Cires Dib (del Observatorio Cubano de Derechos Humanos) y Anarella Grimal (periodista de CiberCuba).
Denis Solís González está preso desde el 9 de noviembre de 2020, cumpliendo una condena 8 meses de arresto por desacato a las autoridades. Su juicio sumarísimo comenzó tras una detención arbitraria que no fue sino el corolario de diversos tipos de hostigamientos y acosos que venía experimentando debido a sus manifestaciones en defensa de la libertad de expresión. El caso de Solís González no es novedoso ni único, ya que encarcelar personas por sus creencias y por oponerse al gobierno es algo que en Cuba se viene haciendo desde hace décadas.
Diaz-Canel puede enunciar en un acto público que Cuba es una dictadura sin ruborizarse porque la comunidad regional e internacional, política y de la sociedad civil, así se lo permiten. Cuba es el elefante dentro de la sala que nadie quiere señalar. Todos saben que es una dictadura y lo ha sido hace décadas pero se hacen malabares mentales con diversos argumentos para negar las prácticas represivas del gobierno cubano, empujados por nostalgia de lo que no pudo ser.
La evolución de la resolución, desde que se comenzó a debatir en la Asamblea General por iniciativa cubana, demuestra que es necesario estimular el aprovechamiento de este espacio provisto por la ONU para señalarle violaciones a las libertades fundamentales al gobierno cubano. Desde su primer diálogo en 1992, a medida que trascurrían las votaciones anuales, las abstenciones fueron disminuyendo y el grupo a favor del levantamiento del embargo fue ganando más adeptos.
(The Global Americans) La propuesta de reforma constitucional del Partido Comunista de Cuba (PCC) blanqueó lo que el castrismo siempre negó y la unanimidad en la cual la revolución decía legitimarse no es tal. Pero esto no es todo, pues la opacidad del proceso electoral del referéndum permite aventurar la idea de que el castrismo, al igual que le pasó al pinochetismo, no resistiría un plebiscito para mantenerse en el poder.
Una de las razones que llevan a las autoridades locales y regionales a arremeter contra las congregaciones religiosas es su éxito en el trabajo social. Atendiendo a las necesidades más básicas de la población exponen el fracaso del Partido Comunista en materia social, por lo que despiertan la furia de la elite gobernante.
Con la misma fuerza con la que prohíben que los opositores hagan críticas al régimen desde dentro del país, el gobierno cubano también hace uso de su poder para que no lo hagan desde el extranjero.
Vale la pena preguntarse si realmente la educación en Cuba es buena, cuando ni siquiera permiten que tanto los alumnos como los profesores piensen por sí mismos. Cuesta entender entonces que el gobierno argentino de Cambiemos fomente el intercambio educativo con un país totalitario.
Hay un nivel de agresión hacia la mujer por dicha condición, exacerbada por su rol de activista de los Derechos Humanos. Es importante resaltar el labor de estas valientes mujeres que quedan excluidas de la sociedad, y no sólo deben proteger su propia vida, sino que muchas, al ser madres, deben proteger también la de sus hijos.
Cada cuestionamiento que se le hace al régimen castrista en materia de derechos humanos es justificado por las buenas estadísticas que presenta en ciertas áreas, como la escolarización, la mortalidad infantil, la esperanza de vida al nacer, o la calidad de su medicina. El costo del desarrollo parecería ser la libertad. Sin embargo, ¿son reales dichas estadísticas?
El gobierno cubano todavía se niega a reconocer la defensa de los derechos humanos como actividad legítima, y niega estatus legal a organizaciones independientes locales. Recientemente, el régimen cubano comenzó a aplicar arbitrariamente la negativa a salir y regresar al país a varios activistas democráticos, en un retroceso de la reforma migratoria de hace cuatro años.
(World Affairs Journal) Más que centrarme en Castro, en mi visión cabe recordar a quienes resistieron heroicamente su demagogia y su violenta brutalidad, y dejar que las historias de estas personas eluciden el ignominioso legado de Castro. Las historias de estos cuatro héroes – Pedro Luis Boitel, Huber Matos, Laura Pollán y Oswaldo Payá – hablan de un régimen de extrema inhumanidad e hipocresía. Quienes desafían su poder corren el riesgo de pagar el mayor precio, y muchos lo han hecho. Es en este contexto que Manuel Cuesta Morua recibió el Ion Ratiu Democracy Award del Woodrow Wilson Center.
(Infobae) Una referente de los derechos humanos no puede mantenerse indiferente frente a las violaciones que se producen en dictaduras remanentes y tampoco ignorar hechos tan categóricos de la historia para seguir defendiendo lo indefendible. Los organismos argentinos de derechos humanos tendrían que haber sido los más críticos del Gobierno cubano y los más solidarios con los activistas democráticos y presos políticos en la isla.
(Latin America Goes Global) El candidato único del oficialismo para las elecciones presidenciales en la Argentina, Daniel Scioli, realizó el pasado 22 de julio una breve pero significativa visita a Cuba, donde se reunió con Raúl Castro. Cuba es un socio fundamental para cualquier gobierno interesado en perpetuarse indefinidamente en el poder, pues es algo en lo cual los Castro son campeones mundiales. Seguro que Scioli y su equipo estaba tomando notas.
(El País/España) Si Raúl Castro realmente desea que Obama tenga mayor apoyo en el Congreso para eliminar el embargo, entonces tiene que ofrecer un gesto de su parte y este podría consistir en derogar la Ley 88, pues no le implicaría el riesgo político de realizar una reforma que derive en el reconocimiento del ejercicio de libertades fundamentales. Si Raúl Castro ni siquiera deroga la Ley 88, eso será porque se siente muy seguro de que la dictadura que instaló junto a su hermano Fidel está totalmente a salvo de cuestionamientos y presiones internacionales.
De acuerdo a la ley migratoria en Cuba, aquellos cubanos que permanezcan fuera del país más de 24 meses pierden los derechos de residencia en el país con todo lo que ello implica. Volver a gozar del derecho a residencia en el país está sujeto a discrecionalidad del Estado cubano y se debe solicitar formalmente con burocracia de por medio.
(El País) El régimen cubano utiliza un argumento político similar al de China para justificar su retórico modelo de «desarrollo socialista, autóctono, original, democrático y libremente participativo» y así mantener inamovible la dictadura. De hecho, durante su Examen Periódico Universal en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, realizado el 1° de mayo de 2013, la dictadura cubana afirmó que no aceptaba que existiera un modelo universal de democracia.
Para Estados Unidos el problema de Cuba es su sistema político y para Cuba sus problemas se deben al embargo impuesto por los Estados Unidos. Este conflicto se podría haber solucionado a inicio de los noventa si muchos más países, especialmente los de América Latina, hubiesen cuestionado el régimen de partido único de Cuba y reclamado la apertura democrática en la dictadura remanente de la región.
La reforma migratoria encuentra dos grandes limitaciones y un espacio de oportunidad para que los actores democráticos aprovechen de la manera más efectiva. Sobre las restricciones de los países latinoamericanos al ingreso de los cubanos, es importante señalar la contradicción que implica para esos mismos gobiernos que elogian muchos aspectos de la dictadura cubana.
Si bien una persona puede cambiar de opinión, algo típico en un ambiente democrático, nada se ha modificado sobre las características de la dictadura cubana respecto a las consideraciones que Héctor Timerman señaló hace casi una década. Lo único que cambió es la actitud moral de Timerman, quien pasó de defender a los presos y perseguidos políticos cubanos a apoyar a sus verdugos.
La aplicación de la ley 88 “mordaza” del año 1999 llevó hace diez años a la cárcel a 75 opositores pacíficos acusados de delitos que en un país democrático son derechos elementales. Las largas condenas a los disidentes por ejercer el derecho a la libertad de prensa, expresión, asociación o petición, representaban en cada caso una cantidad mayor de años de prisión a los que en Argentina se pueden aplicar por cometer un crimen como el homicidio doloso.
Con una participación del 89,61 % del total de los registrados, las elecciones en Cuba pasan inadvertidas por su insignificante repercusión en la toma de decisiones del gobierno cubano, ya que en un sistema unipartidista son vedados los demás partidos políticos e iniciativa, no existen las campañas electorales y todo es administrado por la Comisión Nacional Electoral, ergo no son libres.
(Puente Democrático) La comunidad internacional debe alertar a estas alturas que las personas que visitan Cuba no son plenamente libres de ejercer los derechos de movilidad como en el resto del mundo democrático.
(Puente Democrático/Argentina) El país que se muestra como modelo en materia de salud pública podría verse afectado por una epidemia de cólera, en especial porque -según informaron los periodistas locales- en el país hay problemas con la recogida de la basura, las filtraciones en los acueductos que contaminan el agua potable y por doquier hay cloacas con salideros, lo cual sumado al clima tropical y húmedo se convierte en un caldo de cultivo para estas enfermedades.
Lo que debe quedarle claro a todos los que se consideran democráticos, es que el pueblo cubano no puede ser excluido en el derecho a elegir libremente a sus gobernantes de la única manera que es posible hacerlo: garantizando el respeto a las libertades civiles y políticas, lo cual implica poner fin al régimen de partido y pensamiento único, es decir, a la dictadura.
Villar murió el jueves 19 de enero de 2012 luego de una prolongada huelga de hambre. Pero se equivocan quienes piensan que el régimen de partido y pensamiento único de los hermanos Castro es el único responsable de ésta y las anteriores muertes de presos políticos cubanos; de éstos y otros encarcelamientos arbitrarios; y de todas las injusticias y atropellos que vienen cometiendo en Cuba desde hace más de medio siglo.
Los presos políticos excarcelados que quedaron en la isla, lo están bajo licencia extra penal y tanto ellos, como cualquier otra persona que en Cuba se exprese o actúe en contra de la opinión del pensamiento único establecido allí, puede ser detenido y condenado a las prolongadas penas que establece la legislación orwelliana del régimen castrista que se mantiene intacta.
Las restricciones a la inversión estadounidense en telecomunicaciones en Cuba son más estrictas que hacia Siria e incluso Irán – un país que ahora está experimentando su propio clamor de apoyo, gracias en parte a las redes sociales. En Cuba, el esfuerzo por expandir el acceso a nuevas herramientas como internet de alta velocidad, Twitter, Facebook y Google choca con el Acta de Democracia en Cuba de 1992.
Las dictaduras caen cuando se rompe el miedo a la protesta en la calle, cuando el descontento individual se organiza colectivamente pues se pierde el miedo a identificarse como un opositor.
Luego del valioso gesto solidario del Canciller argentino, al recibir a dos exiliados cubanos, el paso más importante que tiene que dar ahora es implementar en Cuba las recomendaciones que él mismo le proponía al gobierno de Néstor Kirchner desde su columna en la revista Debate, el 23 de enero de 2004.
Cientos de millones de personas han podido salir de la pobreza en el planeta como consecuencia de un proceso de ampliación y profundización de la globalización. Mientras tanto, los cubanos estaban, y están, “congelados” en el tiempo.
Además de no resistir al archivo, hay que aclarar que los ideales y los métodos violentos del IRA, que entonces defendía el dictador cubano, son muy diferentes de los valores democráticos y la lucha pacífica por los cuales ofrendó su vida el heroico albañil Zapata Tamayo.
Los gobiernos latinoamericanos no tienen autoridad moral para reclamarle públicamente a Estados Unidos "normalizar" sus relaciones con Cuba si, al mismo tiempo, no le exigen a la dictadura cubana liberar a los más de doscientos presos políticos que hay en la isla e iniciar una apertura democrática.
Para tapar el descontento y la frustración, el comunismo cubano intenta calmar a algunos sectores con la promoción del consumo. El “efecto de demostración” que les llega de Estados Unidos y por la presencia de turistas de los países occidentales, pone a los cubanos ante la evidencia de que hay un mundo mejor más allá de las cálidas aguas del Caribe y sus voraces tiburones. Fue la fórmula que ensayó János Kádár en los años sesenta y setenta en Hungría, el llamado “socialismo gulash”, basado en el consumo y la introducción de tecnología occidental.
Tras un período relativamente breve en el que Raúl Castro actuó como Regente, finalmente se hizo cargo del poder por el voto unánime de un parlamento que no delibera y que actúa bajo el mandato férreo del Partido Comunista. El régimen del socialismo hereditario, sin embargo, no está dentro de los cánones del marxismo ortodoxo, una categoría impensada para Karl Marx y Friedrich Engels, aun cuando hubo otros ejemplos exitosos y fallidos de “dinastías del proletariado”.
El dictador cubano Fidel Castro anunció su renuncia a Presidir el Consejo de Estado de su régimen pues no está en condiciones físicas de ocupar “una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total”. La inmovilidad de Fidel Castro y su abandono del poder formal lleva implícito el mantenimiento de su poder real y por ende la inmovilidad de la dictadura en Cuba.
La mayoría de los políticos, y una gran parte del periodismo argentino, al demostrar su fervor castrista se convirtieron en cómplices de las injustificadas condenas a opositores pacíficos en Cuba y de las recientes ejecuciones a penas de muerte en ese país.
Ahora, la extensa y remanente dictadura de América Latina “sorprende” nuevamente a la opinión pública mundial al fusilar a tres de sus ciudadanos que habían secuestrado una embarcación turística con el propósito de fugarse a los Estados Unidos. De esta manera, el régimen cubano detuvo, condenó y fusiló a estas personas en menos de diez días, lo cual evidencia la inexistencia de un sistema judicial en ese país.
La guerra está funcionando como un muro informativo bloqueando que la mayoría de la humanidad se entere de que en Cuba se encarcelaron alrededor de un centenar de disidentes. Así lo había previsto Fidel, que lleva ya cinco décadas utilizando con provecho las rutinas informativas del periodismo internacional.
La prensa independiente, y los disidentes informan que existe una gran movilización de las fuerzas de seguridad en las calles y que la policía secreta, que va siempre de civil, está usando un chaleco negro identificatorio.
Recientemente, surgió una iniciativa en el ámbito de las Relaciones Parlamentarias Internacionales del Congreso de la Nación Argentina, por la cual se conformaron Grupos de Amistad con varios países integrados por legisladores nacionales. Hasta ahora hay doce grupos conformados
El cuestionado Senado de la Nación argentina aprobó con amplia mayoría un proyecto de comunicación solicitando al Poder Ejecutivo Nacional, que preside Eduardo Duhalde, "que se abstenga de votar en contra de Cuba en la comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas". Esta iniciativa fue impulsada por el senador Eduardo Menem, hermano del ex presidente Carlos Menem bajo cuya gestión se mantuvo una política de condena a la dictadura castrista en la ONU.
Durante los días 28, 29 y 30 de diciembre de 2001 el canal de noticias argentino Crónica TV difundió un informe especial al cual tituló "Las dos Cuba", mostrando la actividad turística del país y en menor medida la forma en que vive el pueblo cubano. De esta manera, el informe que anunciaba imágenes nunca vistas, con el estilo característico de esta emisora sensacionalista, solamente mostró parte del contraste que viven el turista que visita Cuba y el ciudadano de ese país.