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Corea del Norte bajo la lupa

19-09-2022

Por qué sabemos tan poco de la situación alimentaria en Corea del Norte

(38 North) La información sobre lo que ocurre en Corea del Norte es limitada e imperfecta, y uno de los aspectos más preocupantes es la dificultad para conocer la situación alimentaria en el país y saber cuán cerca está de la emergencia. El cierre de fronteras durante la pandemia ha empeorado esto y en la actualidad no se sabe cómo se ditribuyen los alimentos, quién tiene acceso a ellos ni qué proporción proviene del mercado, del Estado o de las huertas familiares y, por lo tanto, cuáles son los sectores más vulnerables en un país con el recuerdo todavía fresco de la hambruna de los años 90.
Por Benjamin Katzeff Silberstein

(38 North) La situación alimentaria de Corea del Norte sería difícil de analizar en un año normal. Este año, sin embargo, es más difícil de lo habitual, en gran parte debido a la respuesta del gobierno norcoreano a la pandemia. Desde que el país cerró su frontera a principios de 2020, las instituciones humanitarias internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), no han podido realizar misiones de monitoreo en el lugar. Además, ha sido aún más difícil obtener información confiable del interior del país debido a los estrictos controles fronterizos.

Entonces, ¿qué vamos a hacer ante los informes sobre la escasez de alimentos de los últimos meses? Examinando cuidadosamente los datos disponibles relacionados con la situación alimentaria en Corea del Norte, podemos conjeturar cómo es probable que evolucione en los próximos meses. En general, la situación parece precaria y frágil, pero no excepcionalmente grave.

Cómo sabemos lo que sabemos

Es crucial examinar cómo sabemos lo que sabemos. Sin misiones de monitoreo permitidas en el país durante el período de confinamiento, prácticamente no hay información verificable de primera mano sobre las condiciones agrícolas actuales. En mayo de este año, los medios estatales advirtieron que la situación alimentaria se volvería tensa, y Kim Jong Un llamó a una “lucha total” contra la sequía. Desde entonces, los medios norcoreanos han publicado poca información sobre la situación alimentaria. Por ejemplo, una reunión de gabinete reciente discutió la economía, pero la situación agrícola del país no fue mencionada en los medios estatales.[1]

Los medios disponibles para entender la situación son pocos pero vitales. Una evaluación del PMA publicada en junio de este año utilizó principalmente imágenes satelitales y datos de las autoridades de Corea del Norte para examinar las condiciones climáticas relacionadas con las cosechas. La FAO publicó una evaluación de fuente similar en junio de 2021. Estos datos son invaluables para estudiar la situación alimentaria del Norte, pero no reemplazan las visitas al terreno, que pueden brindar una imagen mucho más detallada de lo que enfrentan los hogares norcoreanos cuando se trata de suministros de alimentos.

Los datos de los precios de mercado también son una fuente crucial, pero tienen limitaciones severas. En teoría, el rápido aumento de los precios de los productos básicos, como el arroz y el maíz, debería indicar en términos generales si hay escasez de alimentos en el país. Lo contrario –precios fijos o en descenso– debería indicar, por el contrario, un suministro de alimentos algo estable. Sin embargo, en la situación de Corea del Norte, es posible que los precios no aumenten incluso durante una escasez. La disminución del poder adquisitivo en general puede dificultar que los vendedores aumenten los precios incluso si la oferta disminuye. Esto probablemente sirva como una explicación parcial de que los mercados de Corea del Norte mantuvieron la estabilidad de precios durante gran parte de la pandemia.

El tiempo también es un factor. Corea del Norte estamos en la temporada de cosecha de los cultivos de primavera, que normalmente se siembran en marzo y se cosechan en julio. Los cultivos de primavera no contribuyen significativamente a la producción de cereales, como el arroz y el maíz. Sin embargo, la mitad de la producción de papas de Corea del Norte, que son un alimento básico importante durante los meses de escasez de verano antes de la cosecha principal de otoño, proviene de las cosechas de primavera.[2] En Corea del Norte, la temporada de cultivo de primavera se extiende de abril a octubre y coincide con la principal temporada de lluvias. Por lo tanto, es poco lo que podemos decir en este momento sobre la situación alimentaria de Corea del Norte en su conjunto. La información que existe se restringe a datos limitados de los cultivos de invierno más recientes del país (la última evaluación del PMA se publicó en junio de 2022) y algunas proyecciones meteorológicas basadas en el tiempo y el clima para el resto de la temporada. Dicho esto, esta información solo se puede aplicar en la medida en que los resultados reales de la cosecha no siempre se ajusten a las predicciones y estimaciones.

Qué dicen los datos

Teniendo en cuenta estas limitaciones, ¿qué sugieren los datos disponibles sobre el suministro de alimentos actual y futuro en Corea del Norte? Dado que la temporada de lluvias del país va de julio a septiembre, no tendremos una idea clara de la situación exacta durante varias semanas. Los datos predictivos e históricos que tenemos del año pasado pintan un panorama mixto y algo preocupante.

Según el PMA, la falta de nieve suficiente el pasado invierno supone un problema importante para los cultivos de invierno de este año (sembrados en octubre, recogidos en junio) y los actuales de primavera. Idealmente, habría suficiente nieve en el invierno para suministrar agua a los campos cuando se derrita. La cobertura de nieve también protege los cultivos de invierno del congelamiento. Las nevadas del invierno pasado, según estimaciones a través de imágenes satelitales, estuvieron “notablemente por debajo del promedio”, lo que resultó en un suministro deficiente de agua para los cultivos de invierno, primavera y verano.[3] Al mismo tiempo, aunque las nevadas estuvieron significativamente por debajo del promedio, según el PMA, fueron ligeramente mejores que el año de cosecha “extremadamente seco” de 2020-2021.

Del mismo modo, si bien las precipitaciones han sido problemáticamente bajas, no se han alejado demasiado de la norma histórica. Las lluvias fueron más bajas de lo normal en abril y mayo pasados. Esto provocó un retraso en la siembra y el desarrollo temprano de los cultivos y una menor producción general de los cultivos de invierno y primavera. En el momento de su publicación, la evaluación del PMA de junio proyectó que los déficits de lluvia mejorarían durante el resto del mes, después de que las primeras semanas de junio ya habían sido muy húmedas.[4] Las proyecciones para el período julio-septiembre, que representan el 65 por ciento de las precipitaciones totales de Corea del Norte cada año, sostienen que la acumulación de lluvia probablemente estará en torno al promedio, pero las condiciones climáticas generales serán más cálidas de lo habitual, lo que significa que los cultivos requerirán más agua que de costumbre. Será crucial monitorear las condiciones climáticas durante las próximas semanas y meses, especialmente porque la situación alimentaria del país ya es muy frágil. Al mismo tiempo, los datos existentes actualmente no parecen indicar que las condiciones climáticas para las cosechas de este año serán excepcionalmente problemáticas.

Conclusión

Si bien las estimaciones de las condiciones climáticas de Corea del Norte son muy valiosas para proyectar su suministro de alimentos en los próximos meses, hay muchas cosas cruciales que los datos no nos dicen. Las cifras de producción agregada ciertamente son importantes para las perspectivas generales de la cosecha, pero igualmente importante, si no más, es la distribución dentro del país. En otras palabras, no sabemos lo suficiente sobre quién tiene y quién no tiene acceso a los alimentos en Corea del Norte o qué proporción de los alimentos de las personas provienen del mercado, del Estado y los huertos familiares. Si bien toda esta información puede ser demasiado pedir, las evaluaciones anteriores de la FAO y el PMA han incluido datos limitados, como los precios de mercado y las proyecciones de producción agrícola basadas en muestras de suelo locales. Pero, por ahora, la combinación de un mayor aislamiento impuesto por el gobierno y el confinamiento por el COVID-19 en Corea del Norte sin duda ha hecho que la situación alimentaria real del país y las cosechas de 2022 sean aún más difíciles de evaluar que en los años previos a la pandemia.

Notas:

[1] “Reunión plenaria ampliada del gabinete celebrada”, Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), 15 de julio de 2022.

[2] Programa Mundial de Alimentos, “North Korea: Season 2022”, junio de 2022, consultado en https://reliefweb.int/attachments/a052a7f2-5759-4cd2-bd58-5de5dced6bb6/WFP-0000140465.pdf, consultado el 25/7/2022.

[3] Ibid.

[4] Ibid.

Traducción: Agustín Menéndez

Edición: Florencia Grieco

Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de CADAL.

Benjamin Katzeff Silberstein
 
 
 

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