¡Vos también podés ser parte!
En el 2008, los bolivianos deberán asistir a las urnas para ratificar o rechazar el nuevo texto constitucional y la continuidad de Evo Morales como presidente de la República. Sabor amargo es el que deja esta conflictiva reforma constitucional, en la que se expande el poder que tiene el Estado en detrimento de los ciudadanos y en el que fortalece un sistema centralista y paternalista.
La intensidad de este nuevo conflicto que se avizora, nueva faceta del mismo largo conflicto en realidad, dependerá de cuán lejos esté dispuesto a llegar el oficialismo en su ofensiva unilateral y de cuán intensa sea la reacción de la oposición. De todos modos, es difícil de imaginar que la decisión del gobierno de Evo de avanzar en solitario con su agenda pueda traer algo más que consecuencias negativas.
Cristina Fernández de Kirchner debería incluir en su agenda de política exterior a la promoción internacional de los Derechos Humanos. De esta manera, estaría cubriendo un enorme vacío que dejó la administración de su esposo Néstor, al armonizar la política interna en Derechos Humanos del anterior gobierno con la política exterior en dicha materia. Al respecto, debería limitar la relación diplomática al rango de Encargado de Negocios en países donde no se garantizan las libertades democráticas fundamentales, abandonar el “pragmatismo pinochetista” en el comercio internacional, endurecer la posición argentina frente al régimen cubano y marcar prudente distancia frente el gobierno de Hugo Chávez.
Pese a las crisis políticas que ha vivido en los últimos quince años, la estrategia del Perú se ha encaminado firmemente hacia la apertura al mundo, con la firme creencia que la globalización es una oportunidad mucho mejor que el autismo proteccionista intentado por décadas. La firma del TLC con Estados Unidos consolida esta estrategia, dándole al país un valioso elemento para avanzar en su carrera contra la pobreza y conjurar la amenaza de los cantos de sirena populistas que todavía suenan fuerte en el país.
¿Qué ha pasado con el proyecto bolivariano que Chávez impulsa desde Caracas y que inquieta a más de un analista? Quiero centrarme en el caso boliviano, ya que el presidente Evo Morales es el único de los presidentes chavistas que lleva suficiente tiempo en el poder como para sacar algunas conclusiones respecto a la versión exportada del socialismo del siglo XXI.
No le corresponde a la economía de mercado el rol de sacar a los ciudadanos de la pobreza. Eso le corresponde al Estado y a sus políticas públicas. En lugar de acusar al mercado de falta de conciencia para justificar el pobre progreso social de América Latina, los gobernantes deberían mirarse al espejo. Son ellos los que han fracasado al no haber podido encauzar mejor el crecimiento económico que ha traído la economía de mercado.
Como las fuerzas opositoras no han sido capaces de vertebrar partidos políticos genuinos, resulta comprensible que a pesar de la inflación, las denuncias de corrupción y la artillería verbal del gobierno hacia quienes disienten, una amplia porción de la ciudadanía argentina acompañe con su voto a la enigmática candidata del oficialismo.
En el país también conocido como Birmania y como Burma, no existe prácticamente ninguna libertad individual y el gobierno se dedica activamente a impedir buena parte de ellas. Allí, como en Cuba, es ilegal cualquier reunión de cierta cantidad de personas, así como cualquier expresión de oposición al Gobierno.
El proyecto de ley de presupuesto nacional para el año 2008 contempla un incremento de $ 157.879.554 en el Poder Legislativo Nacional. De todas formas, desde el año 2005 el presupuesto del Poder Legislativo Nacional tuvo un incremento del 82%, de un total de $ 442.390.040.- hasta los actuales $ 807.252.415.-
Hasta los políticos que se proclaman "nuevos", son "dueños" que deciden a su antojo las alianzas electorales, las fórmulas presidenciales y las listas de diputados y senadores, cobijándose en un sistema proteccionista que ampara su oligopolio de la representación.
“Capitalidad plena” es lo que reclaman los cívicos y los partidos opositores, buscando que finalmente los tres poderes se ubiquen en la ciudad de Sucre. Los masistas, en cambio, apoyados por múltiples grupos aborígenes, insisten en no quitarle protagonismo a la ciudad de La Paz. Por su parte, Evo Morales volvió a la prédica incendiaria, acusando a la oposición de conspirar contra la democracia y de estar asesorada por el gobierno de los Estados Unidos, al tiempo que reivindicó los “procesos revolucionarios” de Cuba y Venezuela.
No está bien que el presidente Kirchner elija a dedo a su esposa como candidata del oficialismo. Pero tampoco es saludable para la democracia argentina el dedo que se utiliza en la oposición, donde los líderes se autoproclaman candidatos y el resto de las candidaturas las deciden unas elitistas y oligárquicas ''mesas chicas''.
En medio de la incertidumbre que aqueja a muchos habitantes del siglo XXI, resurge con fuerza la idea de volver a vivir en comunidad y de retornar a la tribu. El estado plurinacional resucita la doctrina del apartheid que esgrimieron los racistas sudafricanos durante decenios, provocando la condena de las naciones democráticas por su régimen oprobioso. En contraste con los sudafricanos, son los sudamericanos entusiastas del estado plurinacional los que quieren vivir apartados.
Hasta el pasado 26 de mayo, y desde que asumió el poder en febrero de 1999, el presidente Chávez ha dado 1.542 cadenas. Eso quiere decir que cada dos días hay una. ¿En cuál horario? Sencillamente en el que se le antoje al jefe de Estado. En total son 922 horas con 43 minutos. Eso equivale a unos 38 días (y sus noches) de absoluto monólogo comunicacional, en los últimos ocho años en Venezuela. El programa “Alo, Presidente”, esa especie de semicadena en la que se suman los medios oficialistas los días domingos, suma –también hasta el 26 de mayo- un total de 1.006 horas. Esa suma equivale a 41 días, y sus respectivas noches. Una sola voz puede hablar, mientras dura la cadena, el resto del país debe escuchar. ¿Es eso libertad de expresión?
Aun cuando la experiencia histórica resulta abrumadora por sus trágicos resultados, hay una insistencia pertinaz en buscar el “lado bueno” de ese pasado del “socialismo real”. Hay una predisposición a la extrema indulgencia con lo que significó el laboratorio marxista leninista que, muy por el contrario, sería impensable hacia los experimentos fascistas de los años treinta. La persistencia obtusa en caminos equivocados llevará a nuestro continente a un decenio perdido, alejándonos cada vez más de ser parte del mundo desarrollado y arrojando a millones de latinoamericanos a la desesperación de un futuro sombrío sin oportunidades.
A esta operación de estatizar frecuencias que usaban empresas privadas, operación de por sí indicadora de los tiempos que vivimos, debemos sumarle la reorientación informativa que viven Venevisión y Televén, la falta de cobertura nacional para Globovisión, junto a la aparición en los últimos tres años de nuevos medios abiertamente parcializados como Vive, Ávila TV y Asamblea Nacional TV. No cabe duda: ese copamiento "rojo, rojito" que se ha planteado, desde el alto gobierno, para diversas instituciones del país también arropó a la pantalla venezolana.
Parecía que las lecciones de Lenin habían sido olvidadas y ahora se abrazaba a Lennon. “Déjalo ser presidente”, habrán pensado muchos nicaragüenses, y le otorgaron su voto con la esperanza de que el antiguo incendiario se hubiera convertido en bombero. Sin embargo, a poco de retornar a la primera magistratura, el presidente Ortega y los sandinistas se plegaron a la mala ola reformista que está sacudiendo a las naciones iberoamericanas.
Un itinerario inverso al de Benito Mussolini es el que ha seguido el antiguo golpista de 1992, pasando del fascismo al marxismo en una audaz pirueta cromática, cambiando la "camisa negra" por la "camisa roja". Uno y otro camino, sin embargo, son estrategias políticas de acumulación de poder sin límites, arrasando con la sociedad civil y toda expresión de pensamiento independiente.
¿Estaremos asistiendo a una nueva década perdida en América latina con la muerte de las repúblicas? Si los latinoamericanos siguen creyendo en las promesas de los líderes providenciales, así será, matando a la república a fuerza de plebiscitos.
En el siglo XXI se ha puesto de moda el neofujimorismo: los presidentes neopopulistas que están surgiendo por las urnas están emulando a Alberto Fujimori, recurriendo en forma abierta o solapada a disposiciones para reducir o eliminar a los congresos de sus respectivos países, acallando a quienes tienen como uno de sus roles fundamentales el control de las acciones del poder ejecutivo. Los neofujimoristas tienen el mismo discurso de “limpieza” que su mentor: descreen del sistema de partidos políticos, del parlamento, del debate democrático y proponen soluciones rápidas, simples y efectistas.
¿Será la "Coalición Cívica" impulsada por Elisa Carrió una alternativa política innovadora? Un Partido Liberal Progresista sería algo muy necesario, pues ofrecería una opción política ubicada bien en el centro, donde prevalezca la defensa de las instituciones republicanas y las libertades democráticas, agrupando a socialdemócratas modernos, que aceptan los “Fundamentals de la economía” y condenan públicamente a la dictadura de Fidel Castro; junto a liberales democráticos, partidarios de las libertades civiles que los separe claramente de los conservadores, sean prioritariamente defensores del estado de derecho y pragmáticos en la construcción de consensos para la implementación de políticas públicas donde los dogmatismos ideológicos no caben en la construcción democrática.
Nuestra política exterior se beneficiaría mucho más si Bachelet y Foxley concuerdan una agenda que incorpore la preocupación de la Presidenta por la región y el interés de Foxley por promover el modelo. De lo contrario, abundarán los potenciales conflictos y los errores no forzados. Hasta ahora, Foxley ha logrado convencer a la Presidenta en momentos clave. Pero Bachelet mantiene la prerrogativa de decidir las prioridades de política exterior.